Espina pide a patrones mantener la planta productiva
para evitar el desempleo
Acuerdos económicos con los trabajadores o detonación
social, advierte la Coparmex
Necesario, concretar reformas estructurales o los 40
millones de pobres pagarán el pato
HUMBERTO ORTIZ MORENO
La cúpula del sector privado instó a las
empresas afiliadas a no desmantelar su plantilla laboral y llegar a "todo
tipo de acuerdos económicos con sus trabajadores y sindicatos",
pues de incrementarse la desocupación en el país, con sus
secuelas de pobreza y miseria, "podría haber una detonación
social muy grave para México".
Jorge Espina Reyes, presidente de la Confederación
Patronal de la República Mexicana (Coparmex), consideró que
en este apremiante propósito también deben corresponsabilizarse
los poderes Ejecutivo y Legislativo al impulsar las reformas estructurales
que urgen a la nación, ya que finalmente "ni los integrantes o líderes
de los partidos ni los diputados ni nosotros los empresarios vamos a ser
los que paguemos el pato, sino que quienes lo pagarán serán
los 40 millones de pobres que no pueden incorporarse al desarrollo".
Quienes tienen en sus manos las decisiones para impulsar
los cambios, aseveró, serán los culpables si no actúan
a tiempo y se dan cuenta de que "estamos perdiendo momentos de oro para
el país". Por lo pronto, "las reformas se ven lejanas, complicadas",
lamentó.
A final de cuentas, a nadie le serviría recuperar
los 280 mil o 300 mil empleos perdidos durante 2001, porque la demanda
de trabajo supera los 12 millones para los próximos 10 años,
previno.
En entrevista con La Jornada, al cabo de dos encuentros
cupulares de los organismos empresariales, Espina Reyes expone sus inquietudes
y ponderaciones acerca de los acontecimientos más recientes que
enmarcan a la economía nacional y, en consecuencia, plantea algunas
opciones y recomendaciones.
Así, reconoció que es preciso echar a andar
acciones que respondan a la política monetaria restrictiva decretada
por el Banco de México, particularmente en materia de productividad
y competitividad, pero ineludiblemente emprender los cambios estructurales
que siguen pendientes y en los que "desgraciadamente vamos muy lentos".
?¿Hasta dónde autoridades y legisladores
pueden estirar la liga castigando al mercado interno, sin riesgo de tensiones
sociales?
?Creo que hay alternativas. La cuestión es echarlas
a andar. Las alternativas para el mercado interno están ahí,
y una de las fundamentales para este año es darle un impulso a la
vivienda de interés social a través de todas las instituciones
del ramo; a la vivienda media y residencial, que han estado prácticamente
sin ningún trabajo a lo largo de ya muchos años. Estas son
alternativas reales que moverían a la economía de las pequeñas
y medianas empresas que participan mucho en actividades de esta naturaleza
y que no distorsionaría de ninguna manera la política monetaria.
La cuestión está, a su juicio, en la decisión
tanto del gobierno como de los empresarios para entrarle juntos a los programas
de construcción y constituirse en "un gran detonador" de la microeconomía
durante este año.
?Le insisto: ¿qué tanto puede estirarse
la liga y se puede romper?
?Creo que no, porque a pesar de los empleos perdidos el
año pasado, que es una situación muy grave, afortunadamente
no se compara con la situación de 1994-95, en donde además
de la pérdida de empleos y la caída del PIB, vivimos un panorama
de desorden brutal, devaluación e inflación. Actualmente,
a pesar de todo, nada va en ese sentido. Hemos resistido y por eso tenemos
que hacer un esfuerzo todos los sectores. Nosotros hemos recomendado mucho
a nuestro sector que mantengamos la planta productiva trabajando, que lleguemos
a todo tipo de acuerdos económicos con trabajadores y sindicatos,
pero que no desmantelemos las empresas y, en la medida en que las conservemos
vamos a tratar de no generar más desempleo en el país.
Desde la perspectiva de Espina Reyes, México tiene
margen de maniobra y "estamos esperando que en este año haya un
repunte, aunque sea moderado, de la economía estadunidense y que
esto nos dé el repunte también".
Pero aquí observa otra vez el imperativo de los
cambios estructurales que requiere el país para defenderse de las
eventualidades internacionales y que, opinó, están ahora
más en manos del Legislativo que del Ejecutivo".
?Vamos a hablar de tiempos, ¿qué luces arrojan
sus encuentros con el presidente Fox y con los legisladores?
?Las vemos complicadas porque no percibimos la madurez
de parte de los partidos políticos, para asumir sus responsabilidades.
Todavía observamos posiciones sumamente antagónicas, ópticas
muy partidistas que hacen perder la perspectiva de todo el país,
y estamos perdiendo oportunidades. Si viene un repunte de la economía
norteamericana, forzosamente viene un recuperación de la mexicana.
Pero no es suficiente esto. Tenemos que hacer cambios para que, si hay
repunte en los Estados Unidos, seguramente no vamos a poder compensar toda
la pérdida de empleo, los 382 empleos perdidos el año pasado,
a lo mejor podemos resarcir 250 mil o 300 mil en el mejor de los casos,
pero esto no nos resuelve el problema...
Y es que, vislumbró el dirigente de la Coparmex,
es precio generar más de un millón 200 mil plazas de trabajo
cada año durante la próxima década, es decir, 12 millones
de fuentes laborales que permitan incorporar a tanta gente que está
en la miseria y en la pobreza porque no tiene ocupación remunerada.
Para que esto pueda darse, Espina considera imperativo
impulsar las reformas estructurales pendientes.
?En suma, ¿ustedes ven lejos los cambios estructurales?
?Se ven difíciles por lo que te he dicho. Pero
no hay desánimo de nuestra parte. Seguiremos insistiendo ante el
Ejecutivo, los partidos políticos, los fracciones en el Congreso,
para que se den cuenta de que estamos perdiendo momentos de oro para nuestro
país y que, finalmente, ni los integrantes o líderes de los
partidos, ni los diputados ni nosotros los empresarios vamos a ser los
que paguemos el pato, sino los 40 millones de pobres.