Analizarán estrategias para reactivar
el agro
La reforma salinista llevó al campo a su peor
crisis de las últimas 2 décadas
PATRICIA MUÑOZ RIOS
El campo mexicano sufre una de la crisis más severas
en 20 años, en la que la mayor parte de los rubros productivos enfrentan
una situación financiera sumamente endeble, como los productores
de piña, maíz y café, aquejados por los precios más
bajos de toda la historia o los copreros, que padecen la competencia desleal
de importaciones, planteó el presidente de la Comisión de
Reforma Agraria de la Cámara de Diputados, Félix Castellanos
Hernández.
Al presidir el primero de los diversos foros de consulta
que se realizarán en el país para que los actores del sector
agrario, ejidal, los comuneros, pueblos indígenas y otros grupos
participen en la revisión integral de la Ley Agraria, el legislador
expuso que a diez años de la reforma salinista, el campo está
peor que antes.
La proliferación de grupos armados en México
y los crecientes conflictos sociales en el campo han convertido la problemática
agraria en un asunto de seguridad nacional que debe ser atendido inmediatamente
para evitar se desborde la crisis agraria, planteó el legislador
en este primer foro que se llevó a cabo en el recinto de San Lázaro.
La reforma agraria que llevó a cabo Carlos Salinas
de Gortari ?dijo el legislador del Partido del Trabajo? resultó
ser un total fracaso que ha incidido en la precaria situación del
campo y la inaceptable pobreza y marginación en que vive la sociedad
rural.
El artículo 27 constitucional proponía el
ordenamiento de la propiedad rural, la certidumbre legal en el campo, lo
cual debía generar inversiones públicas y privadas, y sobre
se pretendía permitir asociaciones entre empresarios y ejidatarios,
todo lo cual fue una mentira, nunca se cumplió. Este artículo
constitucional y la Ley Agraria tendrán que ser revisados, apuntó.
Uno de los puntos fundamentales a revisarse, desde su
punto de vista, es el de la expropiación de las tierras ejidales,
pues "no solamente el caso de Atento es preocupante, sino el de todos aquellos
ejidos y comunidades que están siendo expropiadas para la construcción
de autopistas, de bienes de utilidad pública". En todos los casos
el gobierno paga precios muy bajos por la tierra. Puso como ejemplo Acapulco,
donde para la construcción de la Autopista del Sol les pagaron a
72 centavos el metro cuadrado.
Es necesaria una legislación precisa en torno a
expropiaciones, que no se preste a diferentes interpretaciones y que sobre
todo pueda servir para que las autoridades competentes impartan y procuren
justicia en beneficio de los campesinos afectados.