Mañana en el Auditorio Nacional dará
a conocer su reciente material discográfico
Gustavo Cerati ofrece concierto con sinfónica;
será algo diferente, advierte
"Por supuesto que hay un detrimento de la venta de discos,
pero yo no me voy de Argentina"
El ex líder de Soda Stéreo no soporta
que lo abanderen en el rock, el rock, el pop o lo comercial
ARTURO CRUZ BARCENAS
Gustavo Cerati ofrecerá mañana, en el Auditorio
Nacional, un concierto acompañado por 50 músicos titulado
Once episodios sinfónicos -nombre de su más reciente
cidí-, con la dirección y arreglos de su amigo Alejandro
Terán. Este y el ex líder de Soda Stéreo llegaron
ayer al Hard Rock Live de Reforma a ofrecer una conferencia de prensa en
la que lo único que quedó claro es que quienes vayan deben
estar preparados para escuchar "algo diferente".
El rock del argentino y su ex grupo se vistió de
clásico. ¿Es rock? Gustavo habla de atmósferas, de
vínculos, de experimentos, de aires, de actitudes. ¿Es rock?
¿Sí o no? Más circunloquios. Reitera que hay actitudes.
El rock resumido en una actitud. La fórmula no es nueva. Bandas
importantes, como Metallica y Deep Purple ya lo hicieron. En tierras aztecas,
Alejandro Lora se dio el lujo de preparar su Tri sinfónico, bajo
la dirección del maestro Eduardo Diazmuñoz.
Ahora toca el turno a Cerati, quien después de
su disco Bocanada ha compuesto varios temas para su próxima
producción. En el punto de la exageración, la disquera de
Gustavo (BMG) señala en un boletín que la versión
de los viejos clásicos no tiene "nada que envidiarle a la puntillosa
Orquesta Sinfónica de Viena".
Explicó Cerati que la idea del disco sinfónico
surgió de una persona llamada Diego Sáenz, quien hace cinco
años le propuso hacer algo con una gran orquesta. "Con Alejandro
Terán he trabajado en varios proyectos; lo propuse y ya. La selección
de los temas fue mía; fue un poco arbitraria y podían haber
sido otros. En el concierto del sábado habrá algunas novedades
que no están en el disco original."
Sin banderas
Expuso
que no le gusta que lo ubiquen en alguna bandera, "en el rock o el no rock,
el pop, lo comercial; estoy muy poco interesado por ese tipo de situaciones.
Sí hay una especie de idea que me lleva a algunas circunstancias.
Alguien podrá hablar de que esto -su disco- es clásico, pero
para mí es un paso hacia adelante. Cantar con una sinfónica
es como cumplir una especie de sueño".
Cerati tiene 42 años y en su currículo se
encuentra haber sucumbido a la tentación de realizar la banda sonora
de una película (titulada + Bien), camino ya transitado por
muchos, como Mark Knofler. En Once episodios sinfónicos,
Cerati luce como El Principito, por su largo abrigo de mezclilla. Dice:
"Tuve la sensación de ver la música, de palparla todo el
tiempo. Y esto que hoy tiene nombre yo ya lo había visto; lo sentía".
Espera que en su presentación de mañana
se dé una conexión especial con el público del Auditorio
Nacional, como ocurrió el 6 de agosto del año pasado en el
Teatro Avenida, donde comenzó la grabación de los 11 episodios.
"Son canciones presentadas de una forma nueva. Prefiero que sea así
y no temas originales acompañado de una banda."
-¿Seguirás haciendo cosas para el cine?
-Lo que hice bien pudo ser el principio de una carrera
o el final. No sé, la verdad.
La experiencia con una orquesta
Agregó que cantar con una gran orquesta le causó
la sensación de interpretar sus temas, pero con la experiencia de
"como si no fueran míos o de Soda. Canto, sólo eso. Las masas
sonoras son muy diferentes a cuando hice la canción. El resto es
un trabajo de Alejandro Terán". Este dijo que son "versiones extrañas.
Gustavo se monta sobre sus propios temas con otras percepciones. Las letras
producen otras imágenes. Son imágenes sicodélicas,
aunque no haya ningún elemento sicodélico".
Cerati: "No quisimos hibridizar más la situación,
sino que tratamos de lograr la mayor emotividad posible".
-¿El disco Once episodios sinfónicos
es de rock?
-Bueno, no puedo dejar de pensar que soy un músico
de rock, de la cultura de rock, lo mismo que Alejandro -"yo no tengo ninguna
formación académica; soy un músico de rock; no estudié
orquestación sinfónica. Esto es una innovación", aclaró
el director de la orquesta que tocará el sábado-. Es impresionante
cantar acompañado por 50 músicos. Es una explosión
y nunca en mi cultura de rock he escuchado algo tan potente como 50 tipos
tocando. Yo, en medio, cantando. El rock es una actitud.
-¿Te quedarás en Argentina, en medio de
los cacerolazos?
-Estamos en un momento de risco, como decimos allá,
y ya no se puede sufrir más. Encontré, aquí en México,
gente que se solidarizó. Hay una especie de tremenda pena por lo
que ocurre. ¿Cuánta gente quiere hacer cosas y no puede hacerlas?
Nuestro país está acostumbrado a niveles de exageración
en cuanto a lo problemático, a esa especie de vértigo en
el que caímos, en la desesperanza.
"Sin embargo, ocurre lo mismo que en cualquier país.
Eso no siginifica que el hambre se detenga. Por supuesto que hay un detrimento
de la venta de discos. Pero yo no me voy de Argentina. ¡Eso es un
hecho! En mi vida personal, me siento muy bien. Sigo, sí, el calendario
casi universal. Lo de Nueva York, por ejemplo, es algo tremendo, por un
lado, pero también es algo muy importante, que si no se aprovecha
se puede perder. Algo pasa en general; es algo que ya se coció demasiado.
Sí estoy... en algo que mueve mucho mis estructuras." No descartó
la posibilidad de hacer más discos como Once episodios sinfónicos.
Ya veremos qué piensan sus seguidores, que buscaran el sonido
de Soda Stéreo en una experimentación sinfónica, tipo
Cerati.
Los boletos para el concierto de Cerati oscilan entre
150 y 550 pesos.