Mariana Norandi
La banda Mixe de Oaxaca
PARECE SER QUE los nuevos tiempos han relegado y obligado a los músicos de banda a permanecer anquilosados en los pueblos como testimonio de una tradición que subsiste con el pasar de los años. La música tradicional, y en particular la de banda, suele estar considerada en las grandes ciudades como una reliquia. Esta visión, no sólo nada aporta a la conservación y valoración de la música de banda, sino que obstaculiza el acceso a espacios urbanos para su manifestación. Pero, a pesar de las barreras que aparecen tras una mal entendida tendencia modernizadora que rechaza la cultura tradicional como algo en desuso, hay bandas como la Mixe de Oaxaca que siguen nadando a contracorriente por defender sus compositores y su expresión popular.
LA FONOTECA DEL Instituto Nacional de Antropología e Historia, en su esfuerzo por conservar la música popular mexicana, acaba de sacar un disco de esta banda titulado La tradición musical de un pueblo en la ciudad de México, donde se puede apreciar la riqueza musical de este género y la calidad de sus intérpretes.
EN EL DISCO encontramos piezas de grandes compositores istmeños, como Manuel Alcántara o Florentino Toledo, las cuales, interpretadas por las tubas, platillos, tambores, trompetas y clarinetes de la banda Mixe, recrean perfectamente pintorescos cuadros populares. Plazas de toros, fiestas tradicionales, parques arbolados, calles empedradas y tardes dominicales con olor a camote, son dibujados por las notas y sonidos de estos instrumentos bandísticos.
LA BANDA MIXE de Oaxaca fue fundada en 1980 por el maestro Joel Wilfrido Flores, en la colonia La Perla, en Ciudad Nezahualcóyotl, donde habitaba gran número de emigrantes oaxaqueños. Actualmente cuenta con una treintena de músicos, pero en aquel entonces, su composición era de quince integrantes, casi todos ellos músicos mixes.
WILFRIDO FLORES, SU fundador y director, nació en 1941 en Totontepec, Villa de Morelos, en el seno de una familia campesina tradicional mixe. A los trece años, después de las labores agrícolas, comenzó a tomar clases de solfeo, platillos, percusión y flautín con la banda municipal. El joven músico se integró a la banda y participó en diversos eventos festivos así como en la radiodifusora local.
DESDE MUY TEMPRANA edad descubrió la importancia que la banda tiene en la vida de un pueblo: "la banda es algo muy importante para la gente, para la comunidad. Tener banda para un pueblo es una de sus mayores preocupaciones, pero también una de sus más grandes alegrías. Un pueblo sin banda es un pueblo triste", asegura.
EN1959 WILFRIDO emigró a la ciudad de México en busca de trabajo, donde después de varios empleos, ingresó al Servicio Postal Mexicano en el que permaneció treinta años. A finales de los años setenta, comenzó a fraguar la idea de crear una banda en la capital para rescatar del olvido a los compositores istmeños, difundir su música entre los emigrantes oaxaqueños e impulsar la tradición bandística. En 1980, con el apoyo del INAH, la banda Mixe de Oaxaca grabó su primer disco y comenzó su labor de preservación de un verdadero arte popular.
ACTUALMENTE CUENTA CON veinticinco grabaciones en el mercado y 553 composiciones en su repertorio. Después de mucho trabajo, en el año 2000 su esfuerzo fue reconocido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el campo de Artes y Tradiciones Populares. A partir de entonces, la banda Mixe no sólo ha reforzado su desafío por conservar y difundir la música de banda, sino que también se ha propuesto superar su calidad interpretativa para afirmar, en una sociedad donde existen riesgos de perder muchas tradiciones, la identidad mixe a través de su música.