Tinta por la democracia

La tinta indeleble que inventó y ha perfeccionado el bioquímico Filiberto Vázquez Dávila, a petición del Instituto Federal Electoral (IFE), guarda muchos secretos. El principal es que no entinta. Explica el investigador:

''La piel no se pinta, sino que sus células se transforman, cambian de color. Por tanto, no existe ningún químico que pueda retirarla. La única forma de lograrlo sería desprendiendo el tejido con una navaja."

Según información del IFE y del IPN, lo que le brinda esas propiedades es una selección de sustancias que se combina de manera química con las proteínas de la epidermis.

Explica Vázquez Dávila: ''En esta capa superficial de la piel no hay terminaciones nerviosas y es por ello que el pigmento transforma las células sin provocar alguna molestia o daño."

Esta tinta no tóxica se conserva en la piel por lo menos 24 horas y sólo desaparece conforme ocurre la descamación natural de la epidermis.