Ť En el Oriente, intento de fuga; presunto suicidio, en el Sur, y golpeado en el Norte
Tres muertos ayer en reclusorios del DF
Ť En el primer caso, reos trasladados para una diligencia originaron balacera; uno falleció
SUSANA GONZALEZ G. Y ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
En distintos hechos, tres presos murieron de manera violenta en los reclusorios Sur, Norte y Oriente de la capital, con apenas unas horas de diferencia. Un suicidio, un enfrentamiento con otros reclusos y una fuga frustrada a balazos por custodios ocurrieron ayer en los tres penales varoniles, a siete días de que Jaime Gutiérrez Quiroz renunció a la Dirección General de Prevención y Readaptación Social del Gobierno del Distrito Federal y asumió como encargado del despacho el subdirector, Joaquín Almonte.
El último caso provocó el despliegue de medio millar de policías preventivos y agentes judiciales, que montaron un cerco de seguridad alrededor del Reclusorio Oriente, en la delegación Iztapalapa, luego de que alrededor de las 15:15 horas se produjo una balacera en la aduana de vehículos, cuando tres reos intentaron fugarse.
Ninguno de los tres presos estaba interno en ese penal, ya que junto con otros ocho habían sido trasladados desde el Reclusorio Sur para una diligencia en uno de los juzgados anexos al centro penitenciario -según informes de la Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal- pero intentaron fugarse y para ello iban preparados con dos pistolas, una tipo escuadra calibre 380 y otra de nueve milímetros, que accionaron con la intención de amedrentar a los custodios.
Sin embargo, fueron rodeados por personal de vigilancia, y mientras dos internos se escondieron en los baños, Miguel Antonio Durán Colín, de 28 años de edad, cayó muerto por un disparo en la cabeza, pero falta por esclarecer si él mismo se disparó al verse copado o fue ultimado por alguno de los custodios.
También se investiga cómo es que los presos consiguieron las armas, más aún cuando tuvieron que ser revisados al salir de la aduana del penal para llevarlos al otro reclusorio, con la finalidad de ser presentados en el juzgado 51 penal, para llevar a cabo una diligencia.
Durán Colín se encontraba sujeto a proceso por delitos contra la salud y por privación ilegal de la libertad agravada.
Hasta el Reclusorio Oriente acudieron Francisco Garduño, subsecretario de Gobierno, y Damián Canales, jefe general de la Policía Judicial.
En tanto, la policía capitalina mantuvo acordonadas las calles aledañas al reclusorio durante casi una hora con 528 elementos de los agrupamientos de Granaderos, a Caballo, Fuerza de Tarea así como el Grupo Especial Metropolitano y dos helicópteros del Grupo Cóndores, todos bajo el mando de Marco Antonio del Prado, jefe de la policía metropolitana.
La situación quedó controlada a las 16 horas con el sometimiento de los otros dos presos que pretendieron fugarse, en tanto que siete custodios y dos supervisores, responsables de la guardia en la aduana de vehículos del penal, fueron presentados ante el Ministerio Público de la 20 agencia investigadora, donde se inició la averiguación previa IZT/169/02-01 por el delito de homicidio y evasión de reo, con el propósito de deslindar responsabilidades.
En otro caso, Celso Pérez González murió en el Hospital General de La Villa a consecuencia de la golpiza que le propinaron dos de sus compañeros de celda, cansados por las extorsiones a que los sometía.
El preso cobraba de uno a cinco pesos diarios a Angel René para quedarse en el dormitorio; ayer, al pretender cobrarle una vez más la "renta", este último sacó varios billetes que Celso observó y le arrebató, iniciándose una pelea.
El hoy occiso sacó una punta y lesionó a Angel en la pierna, momento en el que intervino otro interno en ayuda de éste, Santiago Luna, y entre los dos golpearon al cobrador, quien fue llevado al hospital, donde falleció a causa de las lesiones.
Por la mañana, Ricardo Arturo Castillo Castro, de 22 años de edad y sentenciado a 40 años de prisión por los delitos de robo y homicidio, fue encontrado muerto en una estancia del dormitorio ocho en el Reclusorio Sur. Su cuerpo pendía de una cuerda formada con bolsas de plástico atadas entre sí, sujetada a una base de metal del techo, pero las autoridades investigan si se trató de un suicidio o fue asesinado.