Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Jueves 31 de enero de 2002

Estados

Ť PGJEM: serían responsables de 150 delitos de ese tipo

Edomex: desarticulan dos bandas dedicadas al robo de vehículos

Ť Una de ellas contaba con la protección de dos judiciales

ISRAEL DAVILA CORRESPONSAL

Toluca, Mex., 30 de enero. Efectivos de la Coordinación de Inteligencia y Estrategia para el Combate a la Delincuencia, de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), desarticularon dos bandas dedicadas al robo de vehículos, que en su conjunto son responsables de al menos 150 delitos de este tipo.

La primera de las organizaciones criminales detenidas es la banda de Los Checos, la cual contaba con protección de dos agentes de la Policía Judicial, que también fueron remitidos a la Dirección de Responsabilidades.

Esta banda fue aprehendida en Tenancingo, donde en un operativo se detuvo a su líder, Sergio Alejandro Miranda Reza, de 21 años, y a cuatro de sus cómplices.

La organización delictiva se dedicaba al robo de vehículos en el valle de Toluca, principalmente de taxis del servicio público de transporte. Además son responsables de la muerte de un chofer que se resistió al asalto.

Los policías judiciales detenidos son Enrique Vidal López y Roberto Mora Luna, quienes tenían conocimiento de las actividades de esta organización delictiva y a cambio de no detenerlos recibían vehículos y dinero de la venta de los mismos.

En los últimos cuatro meses la procuraduría estatal consignó a 120 efectivos de la institución, los cuales estaban relacionados con actos criminales y que principalmente se encargaban de dar protección a las organizaciones delictivas.

En el segundo caso se logró la detención, en Cuautitlán Izcalli, de los miembros de la banda Los Bonilla, que era encabezada por Alberto, Manuel y Sergio Bonilla Vargas, a quienes se les relaciona con 95 robos de vehículos con violencia, por los cuales habrían obtenido ganancias de más de 6 millones de pesos.

Estos sujetos fueron detenidos con cuatro cómplices más y confesaron haber trabajado en una planta armadora de Puebla, por lo que tenían conocimiento del lugar donde eran marcados los automóviles, lo cual les permitía remarcar las unidades y venderlas a precios accesibles y así deshacerse de manera rápida de los vehículos robados.