Insiste Fox en que, ''con todos sus parches'', la reforma fiscal ''deja mucho qué desear''
Ť Los 40 millones de pobres ''nos desacreditan como una economía exitosa'', señala
ENRIQUE MENDEZ Y ALEJANDRO GONZALEZ ENVIADO Y CORRESPONSAL
Queretaro, Qro., 30 de enero. El gobierno ''no está dormido y trabaja'' para que, sin aumentar impuestos y operando con una reforma fiscal ''que deja mucho qué desear, con todos sus parches'', al final del sexenio se destine 16 por ciento del PIB a la inversión en el país, porque los 40 millones de pobres ''nos desacreditan como una economía exitosa'', afirmó el presidente Vicente Fox.
Durante una reunión con empresarios en el palacio de gobierno de esta capital, el mandatario dijo que su administración ''poco a poco'' está ganando la batalla contra la evasión fiscal y la economía informal, lo que permitió que en un año su gobierno haya obtenido ''una tajada'' de un punto adicional del producto interno para inversión.
No obstante, adelantó que 2002 ''no es un año en que esté asegurando el crecimiento'', aunque enseguida señaló que su gobierno ha ''estimado un crecimiento de algo más de 1.5 por ciento'' a diciembre, ''esperando que el segundo semestre pueda ser de 2 a 3 por ciento'', pero que para ello debe aplicarse especial atención en tres rubros ''que nos enfrenan'': educación, empleo y seguridad.
Además, garantizó que su administración trabaja ''con responsabilidad y absoluta transparencia'', y que los recursos públicos ''están siendo utilizados escrupulosamente en los programas y acciones que nos fortalecen'', como en educación, y prometió que al final del sexenio se destinará 1 por ciento del PIB en inversiones en tecnología.
''No estoy desanimado''
En un amplio discurso, Fox expresó que no está
desanimado porque en 2001 su gobierno no haya alcanzado los suficientes
consensos con los partidos representados en el Congreso, aunque ello implicó
que no haya sido aprobada su iniciativa de reforma hacendaria, tal como
él la quería. ''Ahí creo que no quedó ninguna
demostración fehaciente de que hemos alcanzado esos consensos. Al
revés: el producto, el resultado de esa reforma, deja bastante qué
desear'', resaltó.
Sin embargo, confió en que para los siguientes
meses su relación con el Poder Legislativo mejore, sobre todo porque
dijo que enviará iniciativas de reformas legales para garantizar
la seguridad pública. ''Yo espero que aquí no tengamos las
dificultades que tuvimos'', expresó.
Es más, planteó que tal vez en el acuerdo político que con él suscribieron los dirigentes partidistas esté ''naciendo el instrumento que nos lleve a la reflexión de que ahora somos un país democrático y que no hay otro camino al futuro que el consenso y las convergencias''.
En una autocalificación, dijo que este gobierno es ''eficiente, racional, honesto, que combate la corrupción y rinde cuentas'', y que además de haber ahorrado 14 mil millones de pesos en gasto corriente, economizará otros 10 mil millones este año. Y a pesar de los desencuentros, dijo que en México hay estabilidad política, económica y social, ''y muchas ganas de trabajar con el Congreso''.
Una vez más, el Presidente reconoció que el anterior ''no fue un buen año'' porque se perdieron empleos, aunque en contraparte se pudieron establecer los ''fundamentos de una economía sana, sólida'', y citó el caso de los índices de inflación, inferiores en 2.1 por ciento al programado para diciembre pasado, lo que ''no es poca cosa''.
Dijo que la intención para su segundo año de gobierno es que la ''economía grande y poderosa'' del país se traduzca en ingresos para las personas, termine o reduzca la pobreza, mejore la calidad de vida y, sobre todo, distribuya mejor el ingreso. Por eso, agregó, es que presentó su iniciativa de reforma fiscal para ''tomar una tajada un poquito mayor de esa economía fuerte para invertirla en el país''.
Detalló que cuando recibió el gobierno federal ''esa tajada'' era de menos de 11 por ciento del PIB, y que actualmente esa cifra es de 13 por ciento, y refirió que de esos dos puntos adicionales, uno se obtuvo por eficiencia fiscal.
El mandatario informó que espera entregar la administración en 2006 con inversiones para infraestructura del orden de 16 por ciento del ingreso nacional, sin subir las tasas impositivas y sin más modificaciones, ''sino con base en eficiencia fiscal''. Se quejó de que la reforma aprobada por el Congreso, ''con todos sus parches, no nos da la solidez que buscábamos para asegurar la ganancia de esos cuatro puntos adicionales del PIB. Hoy tenemos que trabajar con lo que tenemos''.
Zedillo, creativo
Aunque señaló que para este año no está asegurado el crecimiento, su gobierno está preparado ''para el despegue'' de la economía mundial que pronostican los expertos, y en tanto ello ocurre ''tenemos que fortalecer la economía propia''.
Para ello dijo que se iniciará un programa agresivo de inversiones en vivienda, en infraestructura carretera, creación de fuentes de empleo y en energía. Sólo en este último rubro, explicó, se invertirán más de 20 mil millones de dólares en generación de energía eléctrica, así como en las industrias petrolera y petroquímica, siguiendo la ''fórmula que se encontró, muy creativa, en el gobierno del presidente Zedillo''.
Así, precisó que se seguirá la misma estrategia de incentivar la inversión privada mediante los Pidiregas, con los que el gobierno anterior contribuyó a ''salir del atorón en el que estábamos en materia de energía eléctrica''.
Y amplió: ''Este año ya hubiéramos tenido considerables apagones si no encuentra el presidente Zedillo la salida por esta vía de los Pidiregas, que en realidad es un financiamiento del proveedor. El proveedor construye y opera la planta generadora de energía y la CFE le paga esa inversión adquiriendo esa energía, y al paso de 10 o 15 años se resuelve el asunto y el privado recupera su inversión y CFE se queda con la planta''.
Por esa vía, informó, se tienen programadas ''muchas inversiones'' para este año, que se prevé impacten en el crecimiento y en el desarrollo interno.
Al inicio de su gira, Fox asistió a la inauguración del plantel 5 del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Querétaro, Cerro Colorado, y después a la entrega del edificio de la Facultad de Informática de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
En este último punto, estudiantes de esa casa de estudios desplegaron una manta agresiva, que incomodó al mandatario y a su comitiva. La protesta se extendió con tres cartulinas más en las que se leía: ''Basta de demagogia. Soluciones. UAQ'', y ''Ejército de civil en la UAQ. ¿Y la autonomía?''. Esta última en referencia a que el Estado Mayor custodiaba el plantel, y una más en la que se reclamaba al gobierno de Ignacio Loyola Vera la liberación de 17 millones de pesos del presupuesto federal destinado a esa casa de estudios.
De salida, el mandatario las vio de reojo y ya no se acercó a las vallas. Aunque antes de abordar su camioneta el señor Enrique Jaramillo se le acercó con una peculiar petición.
-¡Lléveme a Cuba!
-No. Voy en un avión pequeño y ya está lleno. Ai' pa' la otra, eh.
-¡Invíteme a Cuba!
-Ai' pa' la otra.
Jaramillo explicó después que quería ver a su familia, que está en la isla ''y está enferma''.