Si la legislación pro aborto fuese retroactiva, "muchos seríamos desaparecidos": Alvarado
Ť Reitera condena por ampliar las causales en caso de existir malformaciones congénitas
JOSE ANTONIO ROMAN
Después de reiterar su condena a la llamada ley Robles, el Episcopado Mexicano (CEM) advirtió que la "bronca" no es con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ?que dentro de sus atribuciones sólo juzgó la constitucionalidad de la legislación?, sino contra la ley misma, la cual amplía las causales de aborto para el caso de que el producto de la concepción presente malformación congénita. "¡Imagínate si llegara a ser retroactiva, cuántos de nosotros íbamos a ser sancionados, desaparecidos por esta ley!", manifestó el secretario y vocero del CEM, Abelardo Alvarado Alcántara.
Informó que la jerarquía eclesiástica apoyará "doctrinalmente" todas las movilizaciones de protesta que realicen las organizaciones civiles y de laicos comprometidos con las enseñanzas de la Iglesia, pero aclaró que no las organizará ni las impulsará, además de que cada grupo será responsable de sus actos.
Preocupado por la "tendencia generalizada" que existe
de despenalizar el aborto, Alvarado dijo que la posición de la Iglesia
en esta materia es "inamovible", pues se trata de un asesinato, que en
este caso se ve agravado porque se supone que las personas que tengan alguna
malformación no tienen derecho a la vida.
Primero, al dar lectura al comunicado oficial del Episcopado,
y posteriormente en la sesión de preguntas y respuestas, señaló
que acerca de la declaración de la SCJN los obispos "no tenemos
más comentario" que afirmar su respeto a las instituciones del Estado
mexicano.
Pero también, en nombre de los obispos, hizo un llamado a la conciencia de los legisladores y de la población "a caer en cuenta de que pretender la legalización del asesinato de un ser humano inocente, aunque sea en determinadas circunstancias, como si se tratara de un derecho ?como en este caso? es un hecho lamentable que sólo nos lleva a una decadencia moral".
El comunicado de cinco puntos, suscrito por el presidente del Episcopado y arzobispo de San Luis Potosí, Luis Morales Reyes, y el secretario general, Alvarado Alcántara, destaca que en la declaración emitida por la SCJN también se hizo una observación muy clara de que "la Constitución protege al producto de la concepción como manifestación de la vida humana, independientemente del proceso biológico en que se encuentre".
Por consiguiente, el hecho de que no se castigue este tipo de aborto no quiere decir que se esté autorizando o alentando esta práctica. "Estos abortos seguirán siendo delitos; quienes los cometen son responsables de un delito, pero lo que ocurrirá es que simplemente no serán sancionados".
Por nuestra parte, leyó Alvarado, el Episcopado no puede más que reafirmar la enseñanza perenne de la Iglesia de que la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción.
Paradójicamente, la declaratoria de la SCJN se da en la recta final del Año a favor de la Vida, declarado por el Episcopado Mexicano desde 2001, cuya campaña comenzó el 23 de marzo pasado y concluirá en la misma fecha del presente año.
En la conferencia de prensa, citada ayer a mediodía, Alvarado Alcántara aseveró que existe una "evidente tendencia" a seguir ampliando las causales de aborto y lograr que éste ya no sea considerado como delito. "Esta ha sido la experiencia en otros países; se empieza siempre por crear una mentalidad de que es derecho de la mujer, después se pretende avanzar en la despenalización, primero con una causal y luego en otra, hasta que la práctica acaba por aceptar el aborto bajo cualquier circunstancia".
Aclaró que la Iglesia católica acepta que exista este tipo de leyes, pero no la dispensa ni le prohibe para que haga un llamado a la conciencia de los católicos y de todos los hombres de buena voluntad para que propongan leyes que objetivamente sean justas. "No estamos proponiendo a los ciudadanos una desobediencia a toda costa, pero sí a que se opongan, siempre bajo los cauces establecidos, a las leyes que se consideren injustas".
El prelado aclaró que la SCJN no dictaminó sobre el contenido de la ley, sino sobre su constitucionalidad. La Corte, dijo, declaró que la ley, en los términos en que fue redactada y aprobada por la Asamblea Legislativa del DF, no va en contra de lo que establece la ley. Es decir, según la declaratoria es constitucional.
Pero ante esta declaración, en la que los ministros votaron en forma dividida, la SCJN insistió en que la Constitución protege al producto de la concepción como manifestación de la vida humana, independientemente del proceso biológico en que se encuentre.
Alvarado advirtió que si los mexicanos aceptan el aborto, no deben extrañarse que en el país ocurran secuestros, asesinatos, robos, impunidad, corrupción y todas las formas de violencia que se viven.