Miércoles 30 de enero de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
Trama Ffinanciera

¿Cuestan mucho los diputados?

n Mario Villar Borja

En múltiples ocasiones, en los últimos meses, los medios de comunicación han satanizado a la Cámara de Diputados en particular, y en general al Congreso Federal, con base en una campaña orquestada desde el Ejecutivo con fines poco claros, totalmente antidemocráticos, poco republicanos, que parecen tener la finalidad de no cumplir con la promesa de que "de ahora en adelante el presidente propone y el Congreso dispone". En consecuencia, es necesario hacer algunas reflexiones y precisiones con suficiente profundidad para aclarar este asunto.
En primer lugar, es necesario saber cuanto se ha asignado del gasto programable a la Cámara de Diputados, en comparación con otras dependencias del gobierno federal. Al respecto, tenemos que a la cámara se ha asignado para 2002 la cantidad de 2 mil 951 millones de pesos, mientras que a la Secretaría de Hacienda se asignó más de 21 mil 930 millones, o sea el 643 por ciento más; a la Secretaría de Gobernación 5 mil 071 millones, lo que representa el 71.8 por ciento más; a la Secretaría de Relaciones Exteriores, 3 mil 843 millones, lo que es superior en 30 por ciento al presupuesto de la Cámara; al Instituto Federal Electoral (en un año en que no hay elecciones), 5 mil 795 millones, o sea el 96 por ciento más. En fin, hay un sinnúmero de entidades del gobierno federal que absorben un abultado presupuesto, como la suprema Corte de Justicia de la Nación, que por sí sola (sus 11 ministros y aparato burocrático), independientemente del resto del Poder Judicial, cuesta a los mexicanos mil 856 millones, cifra que supera en 32.8 por ciento al presupuesto de la Cámara de Senadores (con sus 128 senadores y su aparato burocrático), que asciende a mil 396 millones. Visto en porcentajes, tenemos que del presupuesto total de $1,463 miles de millones , sólo el 0.33 por ciento es gastado por el Legislativo, el 1.05 por ciento por el Poder Judicial, el 0.40 por ciento por el IFE, el 0.03 por ciento por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y el restante 98.1 por ciento, por el gobierno federal. Aunque hay que aclarar que en este último rubro está incluido el servicio de la deuda y los apoyos a deudores de la banca, que en el año 2002 será de 206.4 mil millones, lo que representa el 14 por ciento dle presupuesto total.
Ahora la cuestión está en preguntarnos: ¿es prudente culpar de ineficiencia al poder con menor presupuesto por los errores que comete el gobierno federal? No parece correcto llegar a tal conclusión, ya que la eficiencia del gasto de este poder es "ciertamente" mayor al de los otros poderes, y por lo tanto, es menester corregir la opinión que se está "filtrando" u "orquestando" desde el Ejecutivo federal sobre el desempeño de este importante poder de la estructura jurídica de la democracia mexicana. De ser justos, se tendría que corregir la situación presupuestaria, para que este importante poder pueda realizar sus tareas con mayor eficiencia, pues para poder ser un verdadero representante del pueblo (democracia representativa), debe contar con suficientes recursos para realizar sus tareas de manera más profesional y eficiente, con el apoyo de expertos en las múltiples materias de su compentencia.