Ť "Parece que ya pasó todo", dijo optimista el jugador de Cruz Azul
Sixtos vence en su lucha contra el cáncer y quiere regresar a las canchas
Ť Casi todo el gremio futbolístico lo apoyó, excepto el León, que le adeuda 142 mil pesos
MARLENE SANTOS A.
José Luis Sixtos fue desde ayer el futbolista mexicano con más esperanza e ilusión en el futuro. "Parece que ya pasó todo", señaló con alegría el Flaco en alusión a su problema de salud, un incipiente cáncer que al parecer luego de siete meses ha sido eliminado de su organismo.
Con el entusiasmo desbordado y anticipándose a cualquier saludo, en entrevista telefónica Sixtos explica su breve, pero profunda experiencia en el ámbito médico: "hoy recogí los resultados de unos análisis y al leer los valores de referencia me atrevo a decir que he superado el problema".
El sueño del espigado defensa está muy lejos del Mundial, es más simple: de vida. Su caso acaparó la atención tras revelarse su lucha contra un tumor maligno, primer aviso de un cáncer que tras dolorosas sesiones de quimioterapia hoy parece superado.
"Mañana tengo cita con el doctor Abelardo Monges y tengo mucha fe de que confirme la buena noticia.
"En principio traté de mantener todo en discreción porque no me sentía en condiciones anímicas para nada. Ahora todo mundo lo sabe y quiero agradecer las muchas manifestaciones de cariño y apoyo", indicó.
La carta de Sixtos pertenece al Cruz Azul, equipo de sus orígenes y con el que logró el título en invierno de 1997. De La Máquina pasó al Puebla; en invierno 2000 jugó con el León y luego regresó con los Camoteros.
El suplicio empezó en junio pasado al operarse en el hospital Español de un diminuto tumor maligno en la ingle izquierda. Se rehabilitó pensando en su regreso a las canchas, pero cada mes le hacían análisis y en noviembre un examen sanguíneo dio malos indicios; de inmediato fue sometido a quimioterapia.
"Pasé una Navidad amarga sufriendo los efectos: vómitos, fiebre, cansancio, pérdida de apetito. Sabía que todo era consecuencia de las sesiones de curación, pero nunca imaginé lo terrible de sentirlo en carne propia. Es desesperante".
Atrás quedó su ondulada cabellera larga; "ahorita estoy pelón, pero eso es lo de menos", dice optimista.
Dentro del mal José Luis siempre tuvo muchos puntos a favor; primero su fortaleza de atleta y el privilegio de los futbolistas de tener médico a la mano.
"En una escala digamos que yo no llegué ni a los 50, cuando a la mayoría de la gente al descubrirles esto están entre mil y 7 mil, explica. El doctor me decía: eres fuerte, haces ejercicio y vas a aguantar todo más fácil."
El apoyo de su gremio ha sido casi total, a excepción de la directiva del León, pues le adeuda 142 mil pesos y hace poco le pagaron con un cheque sin fondos, el cual ya remitió a la FMF.
"La gente de Puebla se portó muy bien conmigo, mis compañeros y amigos, Marco Capetillo, Joaquín Moreno, Gilberto Jiménez, de Cruz Azul Oscar Pérez, Juan Reynoso... Mi familia, mi esposa Ivonne que tiene cinco meses de embarazo, mi hija Daniela, mis padres y hermanos."
Hace mención especial de La Máquina. "El licenciado Guillermo Alvarez de inmediato mostró preocupación y me ofreció apoyo económico. Tengo las puertas abiertas, por lo que espero hacer mi rehabilitación en La Noria.
"Al parecer me registraron en Primera A con carnet único, aunque es difícil que pueda jugar este torneo, pero confío en reaparecer el siguiente", puntualizó.