Ť Además, impide la sustitución de unidades, dicen
La negativa a subir tarifas pone en riesgo el servicio: transportistas
LAURA GOMEZ FLORES
La determinación del gobierno capitalino de no incrementar la tarifa de microbuses y taxis por cuarto año consecutivo, cuando presenta un rezago de 200 por ciento, a cambio de condonaciones en trámites y la invasión de derroteros por autobuses de RTP, "no sólo pone en riesgo el programa de sustitución de unidades, sino la misma prestación del servicio concesionado, que atiende 19 millones de viajes al día".
Representantes de diversas rutas buscarán una reunión con el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, para que les explique los motivos para mantener sin cambios la tarifa, los pocos avances del programa de sustitución por falta de financiamiento, el "supuesto favor de perdonarnos costos y el apoyo a empresas gubernamentales y privadas para prestar el servicio en nuestras vialidades sin tomar en cuenta el capital invertido".
La secretaria de Transporte, Jenny Saltiel Cohen, firmó el 28 de diciembre del 2000 un acuerdo para crear una comisión mixta con los prestadores del servicio para analizar una posible modificación tarifaria en los siguientes meses a cambio de crear seis mesas de trabajo en materia social, financiera y económica, de sustitución de microbuses por autobuses, de aspectos jurídicos, de fomento al transporte y de tarifa.
A 13 meses de distancia, explicó José Luis Tenorio de la Ruta 18, "lo único que obtuvimos fue un no rotundo, más por cuestiones políticas que de índole técnica, pues a finales de año el mandatario capitalino se someterá a un referéndum, como parte de su política de simulación de otorgar una mano amiga a transportistas, cuando la misma nos está ahorcando".
Felipe Núñez y Eleazar Amador, de las rutas 3 y 73, reconocieron que la Ley de Transporte no obliga al mandatario capitalino a incrementar la tarifa anualmente, pero "confiábamos en que se tomaría en cuenta el rezago que presenta y los esfuerzos realizados para renovar el parque vehicular y mejorar el servicio a la gente. Ahora, difícilmente alguien se echará la soga al cuello para cambiar su microbús por autobús, ante la falta de recursos".
Así, el programa de sustitución iniciado el año pasado se encuentra en sus últimos momentos, porque "no estamos dispuestos a entrar al juego de las autoridades de subir el pasaje a la brava pues corremos el riesgo de que nos lleven al corralón, paguemos una multa de más de 11 mil pesos y 30 pesos diarios por derecho de piso, que nos saldría más caro y afectaría la ya de por sí mala imagen del sector", mencionaron por separado.
Sin embargo, Tenorio advirtió que no están dispuestos a que autobuses de RTP invadan sus derroteros como sucede en la zona de Cuautepec, donde tienen una inversión de 90 millones de pesos en juego, "pues representa una competencia desleal".