Ť Negoció contratos de suministro con Pemex y con Petroquímica Básica en 2000
El gobierno de Zedillo autorizó a Enron importar y exportar gas natural sin restricciones
Ť Fue el principal promotor de la integración de un solo mercado en América del Norte
ISRAEL RODRIGUEZ, JUAN ANTONIO ZUÑIGA Y ESTHER HERRERA CERVANTES
Desde 1998, tercer año de la administración de Ernesto Zedillo, el gobierno mexicano autorizó a Enron North America Corporation a importar y exportar gas natural desde ''algún punto'' de la frontera norte del país, a través de un contrato renovable que inicialmente limitaba a 400 mil millones de pies cúbicos el traslado del energético.
Este contrato, que venció en diciembre de 1999, fue renovado por dos años más y, ''para maximizar la flexibilidad'', se eliminaron las restricciones para los volúmenes de importación y exportación de gas natural.
Como parte de su estrategia de negocios en México, Enron estableció una oficina en Monterrey durante los primeros meses de 2000 en el edificio Los Soles, municipio de San Pedro Garza García, asiento de las familias más adineradas de la región.
Al amparo del otorgamiento de concesiones para comercializar el gas natural, promovidas por la Comisión Nacional de Energía (CRE) -a cargo entonces de Héctor Olea- en la ciudad de México Enron operó a través de un brazo legal para concretar sus operaciones, por medio del despacho de abogados López Velarde-Heftye.
Enron logró negociar un contrato de suministro de gas natural con Pemex y Petroquímica Básica, así como contratos de energía de respaldo, transmisión e interconexión con la Comisión Federal de Electricidad en marzo y junio de 2000, respectivamente.
Sin embargo, los contratos no fueron operados por Enron porque se traspasaron a la franco belga Tractebel en 2001, meses antes de que se anunciara el colapso de la mayor empresa de energía de Estados Unidos.
Renovado el contrato el 23 de diciembre de 1999 -cuyo primer antecedente data del primero de enero de 1998-, Enron North America Corp fue autorizado por el Departamento de Energía y la Oficina de Energía Fósil de Estados Unidos para importar y exportar gas natural de México y Canadá, ''de acuerdo con las condiciones de venta del mercado spot''.
Al amparo del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, ''que estipula trato nacional para el comercio de gas natural'', el Departamento de Energía consideró la petición ''consistente con el interés público'' y recomendó que ésta debía ''ser autorizada sin modificación ni demora''.
Según el director de mercado internacional de Herbol Consultores, Jorge Vázquez, en los primeros meses de 2000 y 2001 los ejecutivos de Enron realizaron una campaña de promoción entre las empresas de Monterrey, ofreciéndoles principalmente participar en operaciones de futuros de gas.
Afirmó: ''Llegaron a organizar seminarios con ejecutivos de las empresas de la localidad. Quienes dieron las pláticas venían directamente de la oficina de Houston y realmente ofrecían hacer un buen negocio''.
Indicó que Jaime Williams ''fungía como director administrativo de riesgos de la oficina de Monterrey, operaba como representante de la empresa; iban empezando y traían muchos proyectos y negocios que querían manejar desde aquí, una plaza de negocios importante y estratégica para Enron''.
La promoción se extendió hasta 2001 en la ciudad de México, como ocurrió en el seminario sobre energía en México, organizado por el Institute of the Americas y la Universidad de California, San Diego, el martes 13 de marzo de ese año.
En el encuentro, celebrado en el hotel Four Seasons del Distrito Federal, participaron funcionarios del sector energético mexicano y ejecutivos de empresas extranjeras, entre quienes figuraron Ricardo Charvel, director de estrategia Enron de México, y Héctor Olea, ahora como vicepresidente ejecutivo de Tractebel North America, sólo cuatro meses después de haber fungido como presidente de la Comisión Nacional de Energía, en la última parte del sexenio de Ernesto Zedillo.
Este foro fue patrocinado, entre otros, por el despacho auditor de Enron, Arthur Andersen -hoy sólo Andersen-, el cual ha sido acusado en Estados Unidos de destruir pruebas sobre los manejos contables de la empresa en quiebra, lo que motivó el comienzo de investigaciones a cargo de la FBI.
Los negocios de Enron intentaron abarcar una amplia gama de posibilidades de inversión en el sector energético mexicano, al convertirse en la principal promotora de la integración de un solo mercado en América del Norte.
Los consorcios regiomontanos Vitro, Industrias Monterrey (IMSA) y Cementos Apasco, del Grupo Cemex, desde diciembre de 1999 ''ejecutaron contratos de compra de energía con Enron''. La empresa estadunidense se comprometió a construir una planta de cogeneración de energía a gas natural de 245 MW, que estaría a cargo de Operational Energy Corporation, subsidiaria de Enron.
Pero ante la quiebra, quien se ostentó en Monterrey como director administrativo de riesgos de Enron, Jaime Williams, desapareció de esta ciudad, aseguró el consultor Jorge Vázquez.
Ante estos acontecimientos, la fracción parlamentaria del PRI en la Cámara de Senadores demandó ''se investigue a los principales funcionarios del sector energético, como Ernesto Martens (secretario de Energía), Raúl Muñoz Leos (director corporativo de Pemex) y Alfredo Elías Ayub (director general de la CFE), para determinar si existe o no conflicto de intereses en el otorgamiento de contratos y licitaciones''.
Esto, aseguró Oscar Cantón Zetina, integrante de la Comisión de Energía, ocurrirá el 15 de marzo, cuando inicie el primer periodo ordinario de sesiones de este año.