Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Miércoles 30 de enero de 2002

Política

Ť Sólo 10 de las 52 organizaciones aspirantes lograrán su registro ante el IFE

Millonaria inversión tras conformación de partidos

Ť La mayoría se niega a reportar de dónde salieron los recursos para efectuar asambleas

MIREYA CUELLAR

Grupos de priístas, ex observadores electorales "imparciales", evangélicos, masones, labastidistas, madracistas, empresarios foxistas y hasta ex funcionarios del Instituto Federal Electoral (IFE) andan tras la obtención de un registro público como partido político. Sin excepción, quienes aspiran a contar con una organización propia son ciudadanos que de una u otra manera ya tienen una experiencia política previa.

Aunque 52 agrupaciones notificaron el año pasado al IFE que deseaban participar en la contienda por un membrete, en este mes se evidenció que no más de diez llegaron a la recta final; es decir, pudieron hacer las asambleas y presentar un listado de 77 mil 400 afiliados. Sin embargo, aunque realicen las asambleas, el instituto tendrá que emitir una valoración sobre ellas.

El Movimiento de Acción Republicana, que encabeza el empresario Francisco de Paula León, fue el primero en conseguir ?gracias a la inversión de 10 millones de pesos? las 100 actas notariales correspondientes a igual número de asambleas que el IFE demanda como uno de los requisitos previos al registro. Realizó también su asamblea nacional y ahora está a la espera del dictamen del Consejo General.

De Paula saltó a la vida política en 2000 como una pieza importante durante la campaña presidencial de Vicente Fox. Publicó desplegados en contra de Francisco Labastida, y en más de una ocasión fue el puente entre el hoy Presidente y las organizaciones "ciudadanas".

Empresario del sector inmobiliario, De Paula demandó a Guillermo Ortiz, ex secretario de Hacienda, en el contexto de un litigio con la familia Gutiérrez Cortina por la posesión del World Trade Center.

Creador del proyecto WTC en México, De Paula fue agredido, dice, cuando el gobierno de Carlos Salinas lo obligó a vender el Hotel de México a la familia Gutiérrez Cortina en 5 millones de dólares, cuando costaba 20 veces más.
sesion_extraordinaria
Se le ve desencantado del foxismo ?aunque él no lo asume así? y hoy quiere formar el Partido Republicano. Lanza miradas de hastío cuando se le pregunta acerca de la relación con el partido que lleva en Estados Unidos el mismo nombre: "siempre me preguntan eso". Y explica que deberíamos relacionarlo con la historia de México, ya que "la Constitución de este país nos define como una República".

La herencia de Lombardo Toledano

El Partido Popular Socialista (PPS), fundado por Vicente Lombardo Toledano y hoy herencia de Manuel Fernández Flores y Jesús Antonio Carlos Hernández, es otro de los que podrían acceder al registro.

En el pasado, el PPS fue siempre un instituto político con presencia sólo en algunas regiones del país. De manera marginal obtuvo alcaldías y diputaciones de representación proporcional. Era parte de ese grupo de pequeñas fuerzas que todos llamaban partidos "paraestatales", no sólo porque a la menor provocación se adherían incondicionalmente al PRI, sino porque servían de fachada a un sistema que se presentaba como pluripartidista y legitimaban en más de una ocasión los fraudes electorales.

En 1988, junto con otros partidos de estas características ?específicamente el PARM, igualmente considerado por el PRI como inofensivo?, dio vida al Frente Democrático Nacional, que con la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas

movilizó a la sociedad y puso en jaque al viejo sistema.

Quienes también están haciendo un esfuerzo que puede fructificar son Gilberto Rincón Gallardo y compañía. Socialdemocracia, Partido de la Rosa parece haber superado la crisis que lo sacudió el año pasado, cuando se escindió a raíz de la salida de Patricia Mercado.

Algunos de los seguidores de Mercado pretendieron obtener su registro como el Partido Socialdemócrata (Paso), encabezados por Ricardo Raphael de la Madrid y Ricardo Becerra ?ex jefe de asesores de José Woldenberg en el IFE?; sin embargo, después de un estira y afloja se volvieron a juntar con Rincón e informaron al IFE de su desistimiento de formar otro partido. Aunque hay claramente dos grupos ?el de Rincón, los apaches, y el de De la Madrid, los güeros?, conviven con el objetivo común de obtener un registro. Y finalmente optaron por identificarse con la rosa (el símbolo del socialismo europeo).

Por la Equidad y la Ecología, Partido Político Nacional, que encabezó Sergio Aguayo Quezada junto con un grupo que viene de Alianza Cívica, es una organización originalmente sin fines partidistas, que alcanzó prestigio en la década pasada observando elecciones y, por tanto, denunciando las irregularidades en que incurría el PRI. En 2000 se le ubicó como un grupo cercano al panismo, sobre todo a Vicente Fox; sin embargo, para entonces Aguayo ya lo había abandonado. Fue candidato a senador por el partido de Manuel Camacho Solís en ese año.

Otro que quiere tener un partido y que incursionó en la vida política como observador electoral es Jaime Miguel Moreno Garavilla. En 1994 apareció en el escenario como presidente del Consejo Nacional de Egresados de Posgrado en Derecho, para hacer contrapeso a las organizaciones de observadores electorales que tenían una actitud crítica hacia el PRI, lo que le ganó tres años después una diputación priísta por la vía plurinominal.

En 1997 esa organización obtuvo registro como agrupación política nacional ?figura jurídica que renació con la reforma electoral del 96, cuyo registro lo otorga el IFE, acompañado de una chequera con algunos millones de pesos?, bajo el nombre de Cruzada Democrática por el Sufragio Efectivo, y hoy quiere ser partido con el nombre de Alianza Republicana.

Aunque la ley no prohíbe ser integrante de más de un partido político, Moreno Garavilla tuvo que renunciar al escaño que ocupaba como diputado local del PRI en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal y a su militancia tricolor.

En su causa participan los doctores en derecho Ignacio Burgoa Orihuela y Raúl Carrancá y Rivas, como presidente y vicepresidente de la Comisión de Honor de dicho partido, respectivamente. También están el ex panista y ex cardenista Jesús González Schmall, y los actores Julio Alemán y Cecilia Infante. En 2001 el IFE multó a esta agrupación política por haber destinado los recursos que le dio para promover la educación política ?eso se supone que hacen las asociaciones políticas, según la ley? a la campaña de Jesús Silva Herzog.

Manuel Granados Covarrubias, secretario general adjunto del que aspira a ser el Partido Alianza Republicana, dice que deben ocho meses de renta de la oficina que ocupan en la calle de Campeche, en la colonia Condesa, y que los salarios se pagan con las aportaciones de los militantes.

Los costos de las asambleas distritales que realizaron en busca del registro, afirma, corrieron a cargo de los delegados; "cada quien pagó lo suyo".

La verdad es que casi todas las organizaciones, salvo excepciones, se niegan a reportar de dónde salieron los recursos para organizar las asambleas, cuyo costo se estima aproximadamente en 200 mil pesos (entre comida, despensas, transporte y rifas).

El nombre de Alianza Republicana lo definieron, dice Granados, luego de realizar un muestreo de opinión en el que comprobaron que la gente está cansada de escuchar la palabra democracia, mientras que el vocablo república es asociado a "patria, nación... a cosas buenas".

El labastidista Jorge Alcocer ?en el pasado militante de grupos de izquierda? está buscando el registro para Fuerza Ciudadana, junto a un grupo de colaboradores de la revista Voz y voto. Cuando en 2000 Francisco Labastida ?con quien colaboró? fracasó en su intentó de ser presidente de la República, Alcocer retomó una actividad política propia.

Otros labastidistas son los integrantes de Plataforma 4, que tienen su sede en la ciudad de Puebla. Participaron en la campaña priísta.

Varias fracciones de otro partido al que también se le consideró "paraestatal" están ahora, con otro nombre, buscando obtener un registro: una como Partido de la Revolución Mexicana, otra como Partido de la Reforma, todas con escasas posibilidades para revivir una organización fundada por militantes que se escindieron del grupo revolucionario en los años cuarenta del siglo pasado, pero hoy su único patrimonio ?en todos los sentidos? es un edificio de la colonia Roma que debe valer varios millones de pesos y que se ha convertido en eje de sus disputas.

En el Partido Campesino y Popular participan Margarito Montes Parra ?un dirigente campesino de la región veracruzana del Papaloapan, que en el sexenio de Carlos Salinas se acercó al presidente? y organizaciones como la Coduc y la CCC.

Los amigos de Madrazo, que andan buscando tener un instituto propio, son Demetrio Santiago Torres y Rafael Aguilar Talamantes, con el llamado Partido Socialista de México.

Talamantes y compañía apoyaron a Madrazo en la contienda interna del PRI, aunque ellos nunca se definieron como priístas.

Talamantes fue un formador de cuadros en la izquierda ?Jesús Ortega fue su discípulo en el PST?, participó en el Frente Democrático Nacional en 88 y después se peleó con sus miembros. Alejado del cardenismo, su partido, el conocido como ferrocarril ?por su extenso nombre?, desapareció.

Quienes quieren obtener registro como Partido Nacional Republicano y Partido Encuentro Social tienen en común ser evangélicos.