Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Lunes 28 de enero de 2002

Deportes

Ť Autoridades, indiferentes

Sólo su familia dio el adiós a Cabañas

ROSALIA A. VILLANUEVA

Sólo su familia acompañó al ex pugilista Francisco Cabañas Pardo en el crematorio y fue la única que le lloró al primer medallista olímpico de plata, cuyas cenizas quedaron en una caja dorada para ser depositada en la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza.

"Esta es la realidad de los deportistas mexicanos que siendo medallistas olímpicos terminan en el olvido'', dijo con tristeza Paco, el mayor de sus cuatro hijos, ante la indiferencia de las autoridades deportivas que no tuvieron la mínima atención de enviar condolencias y ni siquiera mandaron una corona de recuerdo.

Ana María, otra de sus hijas, señaló que del "COM y sus directivos ni sus luces y el presidente Fox tampoco apoya a sus últimos atletas. Nadie le dio su lugar cuando ganó la medalla en Los Angeles y ahora que murió ni lo respetan''.

Comenta Paco: "Ojalá que la muerte de mi padre sirva de algo y despierte conciencia, pues como se lo dije a (Carlos) Mercenario, que si habían luchado por la Asociación de Medallistas Olímpicos Mexicanos para obtener una beca vitalicia (5 mil pesos), me daba la impresión que sólo funcionan de membrete, porque los que dieron gloria al país muchas veces terminan en condiciones tristes''.

Dicen que la muerte reúne a todos y Cabañas nada más recibió el adiós de Ernesto Arcos y Juan Arriaga, dos amigos que conoció en los gimnasios de boxeo y que no se habían vuelto a ver desde hace más de 50 años.