Ť Se le entregó a la ALDF para que norme su criterio en materia de fomento
La salida de empresas ha causado que baje el PIB de los capitalinos, según estudio de la UIA
Ť En 1993, la ciudad concentraba 20.5% del personal ocupado del país; en 1998, sólo 17.5
RAUL LLANOS SAMANIEGO
La salida de empresas de esta capital durante la última década ha provocado que la proporción del producto interno bruto (PIB) del Distrito Federal respecto del nacional registre una tendencia decreciente desde 1993. Así lo precisa un estudio del departamento de economía de la Universidad Iberoamericana (UIA), entregado a los diputados locales, que servirá de base para la elaboración de la ley de fomento para el desarrollo económico del DF.
El texto, que fue recibido por la Comisión de Fomento Económico de la ALDF, precisa que hasta 1993 se concentraba en la ciudad de México 20.5 por ciento del personal ocupado del país, pero que para 1998 la cifra se redujo hasta el 17.5 por ciento.
El panorama económico, nada halagüeño para la ciudad, incluye al sector agrícola, y según el documento de la UIA, la participación de éste en la economía local ha "decrecido significativamente" desde hace 30 años.
En 1970 -explica el texto- el sector agrícola representaba 27 por ciento del PIB del DF; el sector secundario tenía 37.5 por ciento y el terciario 66.21 por ciento. En 1990 la participación del sector agrícola era de 12 por ciento, la del secundario representaba el 31.54 y la del terciario, 68.32 por ciento.
"El principal riesgo que afronta la actividad agropecuaria en el DF es el valor relativo de su producción respecto al valor de la tierra para usos urbanos. El suelo de uso agropecuario se vende en el mercado inmobiliario irregular a precios ínfimos, pero, respecto a la rentabilidad agropecuaria, representa ganancias para sus tenedores", asienta la investigación.
Según los especialistas de la Ibero, una característica importante del sector agrícola de esta ciudad es que la fragmentación de la tierra y la progresiva pulverización impiden canalizar el crédito para aumentar la producción y, paradójicamente, cada vez es más improductiva e ineficiente como actividad económica.
"Esto ha provocado que la superficie sembrada se haya estancado durante la última década y que las unidades de producción hayan disminuido, lo mismo que el número de ejidos", resaltan. Con todo y eso, no dejan de reconocer la producción de nopal que hay en Milpa Alta (21 mil toneladas anuales); de plantas y flores de ornato en Xochimilco (un millón de toneladas anuales); maíz en Tláhuac (3 mil 500 toneladas por año), y frutas y avena en Tlalpan (33 mil toneladas por año).
Respecto al ramo industrial, la investigación económica remarca que a pesar de que la producción de este sector en la zona metropolitana sigue siendo la más importante en términos absolutos a nivel nacional, también es cierto que desde la década de los setenta y durante la década de los ochenta, la participación de esta actividad en el total nacional disminuyó de manera importante.
En este aspecto, el diagnóstico de la UIA resalta que, según el Consejo Coordinador Empresarial, dicha situación se debe a que el gobierno del DF está clasificado en los últimos lugares del país en términos de mejoras al marco regulatorio en general, al menos en el periodo 1998-2000.