Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Lunes 28 de enero de 2002

Política

Ť Haya o no reunión con Fox, los lazos de ambos países seguirán siendo buenos, afirma el activista

Apreciable, la preocupación de México por los derechos humanos en Cuba, dice Elizardo Sánchez

Ť Pesimista, mi visión de la isla a corto plazo; el régimen se aferra a un "modelo totalitario", asegura

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 27 de enero. Elizardo Sánchez Santa Cruz, veterano activista de la oposición en Cuba, y uno de los más conocidos en el exterior, considera que con o sin reunión con el presidente Vicente Fox, "apreciamos enormemente la proximidad que hemos sentido con las posiciones públicas del gobierno mexicano en el tema de los derechos humanos" en la isla.

Sánchez Santa Cruz, de 58 años, fue militante comunista, miembro del Partido Socialista Popular (PSP), una de las corrientes que se sumó a la Revolución encabezada por Fidel Castro y su Movimiento 26 de Julio. Profesor de filosofía marxista, pero crítico del rumbo que tomaba el país, rompió con el proyecto revolucionario en 1967. Un año después fue expulsado de su cátedra en la Universidad de La Habana. Desde entonces ha sido detenido más de una veintena de veces y ha pasado en total ocho años y medio en la cárcel.

Fox iniciará el próximo domingo una gira de cerca de 24 horas a Cuba. Un eventual encuentro del mandatario con opositores en La Habana fue descartado por el subsecretario de Relaciones Exteriores, Gustavo Iruegas, quien estuvo en la isla a mediados del mes para negociar el programa de la visita presidencial. Pero versiones en contrario surgieron de fuentes oficiales el pasado fin de semana, según reseñó La Jornada el sábado 27.

Proximidad y cercanía con México

008f1.jpg"Si se produce la entrevista será bienvenida y será algo muy grato para nosotros, pero si no, las relaciones seguirán siendo tan buenas como hasta ahora, a partir de la proximidad y la cercanía que hemos sentido por las posiciones públicas del gobierno mexicano en cuanto a los derechos humanos en Cuba", dice Sánchez a este diario, en su casa del municipio de Playa, en el oeste de la capital, la misma en la que, según relata, ha irrumpido la policía política una decena de veces.

"La relación humana entre nosotros y la democracia mexicana no va a depender de un encuentro eventual, aunque sea de un nivel muy alto. Lo permanente es la relación, lo eventual es el encuentro", dice el activista. "Incluso en la intelectualidad mexicana hay una evolucion sobre el tema y ahí están, como muestra, diversos documentos en los últimos tres años, pronunciamientos sobre la situación de Cuba, con 300 firmas o más, con una clara actitud de preocupación por los derechos fundamentales en nuestro país".

 Presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), entidad que está fuera de la ley, pero cuyas actividades son toleradas discrecionalmente por las autoridades, Sánchez confirma que desde que fue recibido por la canciller Rosario Green en la embajada mexicana en La Habana, en noviembre de 1999, no ha vuelto a esa sede. El año pasado, en México se reunió con dirigentes de partidos y algunos funcionarios del gobierno, pero no tuvo contacto con ninguno de los cerca de 150 diputados y senadores que vinieron a mediados de este enero, invitados por el Parlamento cubano.

En septiembre pasado, en Miami, sede del anticastrismo radical, Fox anunció que en su primera visita a Cuba se entrevistaría con la oposición local: "Y no tengo por qué esconderlo", dijo entonces. "Todos estamos pensando en el futuro, y estamos pensando como país qué será Cuba cuando cambien las cosas... antes que nada queremos una Cuba en paz, con un proceso de desarrollo que avance a la democracia, hacia el mercado."

Sánchez dice que espera "que el gobierno de Cuba aproveche esta ocasión excepcional, la visita del presidente Fox, para apoyarse en México con el fin de detener las manos de Estados Unidos. Se trata de que Washington deje avanzar al gobierno de Cuba hacia la democracia y al respeto pleno de los derechos humanos, a mayores espacios de libertad y de bienestar, no vaya a ser que se quiera lanzar al cuello del gobierno de Cuba cuando esté cruzando el río".

Adversario del bloqueo económico estadunidense contra Cuba, partidario de una gran reforma política interna que sea encabezada por Castro, Sánchez tomó distancia hace una década de la militancia en un grupo partidario de corte socialdemócrata, y decidió enfocar todas sus baterías al seguimiento de los derechos humanos en el país. En esa posición ha sido interlocutor de líderes como Edward Kennedy, Jacques Chirac, Felipe González, Vaclav Havel, José María Aznar y decenas de congresistas y académicos estadunidenses y de organizaciones como Human Rights Watch, Amnistía Internacional y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos.

Estancamiento

Seguimos teniendo una situación muy desfavorable, porque el gobierno de Cuba transgrede todos los derechos civiles, políticos y económicos. No quiere decir que en cuanto a derechos sociales y culturales tengamos un clima ideal, pero como resultado de la Revolución de enero de 1959 y la enorme ayuda recibida de la extinta Unión Soviética, se pudieron llevar adelante programas en educación y salud pública, que aun a pesar de las dificultades de este llamado "periodo especial" (la crisis económica de la última década) todavía los niveles que tenemos en educación y salud pública básicas, son una meta para muchos países latinoamericanos", agrega.

Distinguido con el Premio de los Derechos del Hombre del gobierno de Francia, en 1996, Sánchez dice que el gobierno cubano "sigue manteniendo en las cárceles a más de 200 presos por motivos politicos, aunque la tendencia ha sido a la baja. De varios miles de presos políticos que había 10 o 12 años atrás, la cifra ha sido menor cada año. De los actuales, alrededor de 15 por ciento son o podrían ser prisioneros de conciencia. Esto significa que el gobierno de Cuba estaría en el primer lugar mundial en cifras relativas por la cantidad de prisioneros por motivos políticos".

Reconoce que hay "cambios pequeños" en la situación de los derechos fundamentales del país, pero "creo que el denominador común de estos últimos 10 años pudiera ser el término estancamiento, una especie de parálisis, de marchar un poco y a veces retroceder dos pasos. El gobierno pudiera avanzar todo cuanto quisiera en materia de derechos civiles, políticos y económicos, otorgándole más libertad al pueblo de Cuba para que trabaje libremente en la agricultura, el comercio, los servicios, a pesar de la hostilidad externa de Estados Unidos que, por por cierto, en las últimas semanas se ha desdibujado".

Medidas para avanzar

Sánchez cita como ejemplo de pasos que pudiera dar, a su juicio, el gobierno cubano, la firma de instrumentos multilaterales sobre derechos humanos, la aplicación de leyes internas, como la de asociaciones, bajo la cual la CCDHRN podría ser eventualmente legal, o la cooperación institucional con la Cruz Roja Internacional para efectos como la observación del sistema penitenciario, lo cual ya ocurrió en 1988, pero nunca se repitió.

"Respecto a la pena de muerte, estamos asistiendo a una situación favorable, porque desde 2000 el gobierno está aplicando una especie de moratoria en los hechos y esto forma parte de las demandas que hacemos nosotros y la opinión pública internacional", reconoce también.

"Aquellos derechos, como el de expresión, asociación, reunión, prensa, libre tránsito, libre salida y entrada al propio país, que para el mexicano promedio y para mucha gente ya en América Latina se consideran derechos fuera de discusión, aunque no sean respetados en ocasiones por los gobiernos, siguen siendo para nosotros una meta. Nos gustaría que esos derechos, consagrados en las leyes, defendidos por un parlamento y una prensa independiente, y una auténtica sociedad civil, existiesen en Cuba, aunque se estuviesen violando", dice Sánchez.

"Mi visión a corto plazo es muy pesimista, pues sigo viendo al gobierno de Cuba aferrado en la defensa de un modelo totalitario. En muchas ocasiones se habla también del embargo de Estados Unidos. Durante más de 15 años yo he estado predicando en contra de esa política de sanciones unilaterales, que es errónea e ilegítima, agrava la situación de Cuba y de los cubanos. Pero la causa primera de los males de Cuba está en el modelo totalitario, que ha fracasado aquí, igual que ha fracasado en toda Europa central y oriental". Sin embargo, "no hay factores que puedan presionarlo de alguna forma o infuir en él para que cambie sus decisiones", reconoce Sánchez, miembro de una oposición reducida, atomizada y con frecuencia reñida entre sí.

"Espero que el presidente Fox tenga ocasión de tomar contacto con personas independientes del gobierno de Cuba, ya sea del mundo religioso, intelectual o de otras esferas", dice Sánchez. "Mis compañeros y yo en el movimiento de derechos humanos y pro democracia en Cuba esperamos mucho de México. Ahora ocurre que Fox es uno de los pocos estadistas del mundo que tienen una capacidad de interlocución con el presidente Fidel Castro. Y eso es importante: hay que hablar con con el presidente de las expectativas democráticas que hay sobre Cuba."