ANDANZAS
J.C. Orozco, escenógrafo
Colombia Moya
ES EL TITULO de un precioso librito editado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de Jalisco y el Instituto Cultural Cabañas, firmado por Laura González Matute.
LIBRO QUE, de alguna forma, redime las escasísimas investigaciones que sobre la pintura y la danza se han hecho en instituciones oficiales encargadas de estudiar las diversas ramas del arte, en específico la danza.
LA PARTICIPACION DE importantes artistas de la plástica apenas si ha sido del interés de investigadores y estudiosos, no así para la autora del libro en cuestión, el que desde nuestro punto de vista es un acierto importante y algo nuevo e interesante que vale la pena mencionar.
LAURA GONZALEZ MATUTE es licenciada en historia y obtuvo la maestría en historia del arte en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM; es integrante del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de las Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes (Cenidiap-INBA), desde hace ya algunos años.
ES AUTORA DE VARIOS libros, entre ellos: Escuelas de pintura al aire libre y Centros populares de pintura, así como coautora de 30-30 contra la Academia de Pintura: estudio y documentos, publicado por el Cenidiap.
TAMBIEN ES AUTORA de Félix Bernardelli, un artista moderno de Guadalajara, investigación publicada en el catálogo de la exposición sobre el artista y su taller, presentada por el Instituto Cultural Cabañas de Guadalajara, Jalisco, y ha fungido como curadora en diversas exposiciones e impartido cursos y conferencias sobre el arte mexicano de la primera mitad del siglo XX en museos e instituciones universitarias, pero, sobre todo, es una persona sensible e inquieta que se interesó definitivamente por la obra escénica del genial muralista mexicano José Clemente Orozco, pilar indiscutible, junto a otros, del arte nacional del Siglo XX.
EN UNA RAPIDA OJEADA a este librito de 87 páginas, bien empastado y diseñado, en precioso papel magnomatt de 135 y 250 gramos, con buenas impresiones fotográficas en blanco y negro y a color, la mayoría de dibujos y diseños desconocidos del pintor, es inmediatamente reconocible que la obra representa una aportación indudable para quienes nos interesamos por la danza y su difusión, más allá de la recopilación de biografías y datos resumidos en la historia oficial, en la cual más que siempre ni están todos los que son ni son todos los que están, pues los investigadores no han sabido, o no han podido, trascender el círculo de intereses del compadrazgo y los cuates incondicoonales.
El Orozco crítico
LA OBRA DE OROZCO no sólo es interesante e impactante por su genialidad plástica, sino por su feroz crítica a los aspectos injustos y viciados de nuestra sociedad, de la cual expresa su inmensa hipocrecía, su arbitrariedad e injusticia.
OROZCO, EXALTADO en su labor escénica en esta obra, parece engrandecer su vigencia e importancia, así como la miopía y falta de interés de quienes ni siquiera comprenden su profunda sigificancia y mérito al vivirlo, o porque no lo vivieron ni conocieron. La obra escenográfica de Orozco es conocida por su labor de caballete y muralismo, caricaturas, dibujos y grabados, pero su trabajo escénico al lado de bailarinas como Gloria y Nellie Campobello en el periodo 1943-47, con el Ballet de la Ciudad de México, no ha tenido difusión alguna, excepto por las exposiciones de Felipe Segura referentes a los escenógrafos y diseñadores de vestuario en las que algo de Orozco se incluye, y por el escándalo en el caso de la desaparición de Nellie Campobello, en 1985, y el posterior rescate de algunos de los telones propiedad de la bailarina en esta triste historia de indiferencia y abandono -también extraordinaria y valiosísima escritora, cuyo ocaso simplemente nos habla de la memoria y rescate que de nuestros valores existe, sobre todo cuando ya están muertos.
LAURA GONZALEZ MATUTE afortunadamente contó con la valiosa colaboración de algunas de las personas que en los últimos años se interesaron por la vida y desaparición de la maestra Nellie Campobello, ya que Gloria falleció en 1968, todo lo cual forma parte del entramado de la obra, así como de la memoria dancística de este país, que se intercala en la trayectoria de tan formidable artista.
DE ESTE MODO, es interesante conocer un trabajo que enriquece, sin bombos ni platillos, el rescate de la historia de nuestras artes escénicas, el cual nuestros ilustres investigadores han dejado un tanto de lado. Dado que a mí me hicieron el favor de enviarlo a casa no sa-
bría decirles exactamente dónde se vende, pero seguramente le proporcionarán información en el Cenidiap-INBA.