La OFCM rehusó tocar con Misha Katz
Ť ''Me acaban de escupir el alma'', dijo el director huésped Ť Hoy, función ''donde sea''
ANGEL VARGAS
El Instituto de Cultura de la Ciudad de México decidió ayer, de última hora, suspender los conciertos que la Filarmónica de la Ciudad de México debería ofrecer este fin de semana como parte de su temporada de Invierno, luego de que la mayoría de los integrantes de la agrupación se negó a trabajar bajo las órdenes del director huésped Misha Katz.
Sin embargo, los músicos, a la postre, sí actuaron, dirigidos por el concertino titular de la orquesta, Jorge Casanova Carreño.
El ambiente inicial fue polémico y acalorado en la Sala Silvestre Revueltas. Sectores del público se enfrentaron a gritos, silbidos y ovaciones solicitando la presencia del batuta huésped, o bien apoyando a los atrilistas.
Al final se impusieron quienes simpatizaban con la causa de los filarmónicos, y el concierto se desarrolló en tranquilidad, aunque bien a bien ninguno de los asistentes terminaba de comprender lo que sucedía. Los que demandaban la presencia del director ruso-mexicano, en su mayoría, salieron del foro, vociferando en contra de los músicos y soltando gritos de "mediocres".
Momentos antes, el director operativo de la filarmónica capitalina, Alberto Zuckerman, desde el proscenio, explicó que las autoridades del ICCM habían decidido suspender los conciertos de este sábado y este domingo ante la falta de entendimiento entre el director invitado y los atrilistas. El funcionario fue seguido en la palabra por dos de los músicos de la orquesta, el trompetista Eugenio Elías y el violinista Gabriel Castorena, quienes reprobaron "la irresponsabilidad" de las autoridades por querer cancelar y se disculparon por su vestimenta informal.
Al final del programa -integrado por la Obertura de Ruslán y Ludmila, de Mikhail Glinka, y la Sinfonía número 5, de Chaikovski- explicaron que la culpa de esa "penosa situación" no era ni de Misha Katz ni de la orquesta, "sino de la incompetencia e ineficacia de las autoridades culturales". Subrayaron que no están dispuestos "a seguir bajo la misma ignorancia de un gobierno que era nuestra esperanza y que no ha demostrado sino ser parte del viejo sistema, el del PRI''.
Afirmaron que este domingo también realizarán su concierto a la hora habitual, "aquí o donde sea", y agregaron que ante todo se deben a la música, al público, y no a los funcionarios.
Después de la primera obra, Misha Katz subió al escenario y se disculpó por no poder actuar. Salió del foro y no quiso hablar con nadie. Sin embargo, mediante su esposa, comentó: "me acaban de escupir el alma".
Ni las autoridades ni los integrantes ni el personal administrativo de la Filarmónica de la Ciudad de México pudieron explicar quién dejó entrar al público a la sala, pues hasta minutos antes de la presentación unos letreros pegados tanto en los vitrales como en las taquillas del recinto advertían que los conciertos de este fin de semana habían sido cancelados.
El motivo fue explicado por el instituto de cultura capitalino por medio de un comunicado, en que se consigna que los atrilistas, "en un acto de franca rebeldía", se negaron a trabajar con Katz e impusieron al concertino Jorge Casanova, "sin haberle solicitado su autorización al director huésped".
Los argumentos esgrimidos por los músicos para no aceptar la dirección del músico ruso-mexicano se resumen en que, a su criterio, "no reúne los requisitos elementales" para estar al frente "de una agrupación de la calidad y el nivel de la OFCM", tanto en lo artístico como en lo técnico y en lo humano.