Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Domingo 27 de enero de 2002

Sociedad y Justicia

Ť Director del CIESAS

Incertidumbre, por los tropiezos del gobierno en ciencia

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Los "tropiezos" del gobierno en materia científica y tecnológica están provocando creciente intertidumbre en la comunidad científica y mayor politización en el gremio, que se pueden revertir en escasos resultados para la ciencia mexicana, afirma el director del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Rafael Loyola.

El sociólogo e historiador señala que quizás es momento de retomar la vieja idea de un pacto nacional en ciencia y tecnología para revalorarlas y fortalecerlas.

La preocupación de los investigadores es que este gobierno pretende fomentar la "investigación dirigida y orientada" con el propósito de que las actividades científicas y tecnológicas se vinculen con el sector productivo y gubernamental.

En entrevista, señaló que la iniciativa para reformar el Conacyt -para que sea una entidad autónoma de la SEP- es positiva; sin embargo, hay preocupación por la posibilidad de que los centros SEP-Conacyt se conviertan en apéndices de las secretarías de Estado y pierdan su autonomía.

Loyola prevé que habrá una fuerte discusión en las comunidades de los 29 centros SEP-Conacyt -entre los que se encuentran el Colmex, el Colegio de Frontera Norte y centros de investigación básica- porque muchos científicos están en contra de la desarticulación de este sistema.

Advierte que esta situación, el pago diferido de becas a los integrantes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y la disminución drástica de becarios de posgrado están provocando una creciente incertidumbre que no favorece el cumplimiento de las metas de este gobierno ni la eficacia del sistema científico y tecnológico.

Por ello, quizás es el momento de retomar la idea de un pacto nacional en este ámbito para recuperar la confianza de la comunidad científica, ofrecerle certidumbre y comprometer a todos los sectores involucrados en el cumplimiento de metas tan ambiciosas y prometedoras como las establecidas en el Programa Especial de Ciencia y Tencología.

Se necesita revalorar la ciencia básica con el reconocimiento de su dinámica, su lógica, su ámbito de responsabilidad y las condiciones que requiere para fortalecerse.

También, dice, las autoridades del Conacyt deben comprometerse a mantener programas como el SNI, la repatriación, la retención, las cátedras patrimoniales y las becas de posgrado, en tanto no haya mejores y más prometedores métodos.

Resulta urgente, asegura el investigador, que el Conacyt tome medidas inmediatas para evitar un distanciamiento de la comunidad académica con las autoridades del ramo y mayor politización en un gremio que tiene mucho que aportar.

México no puede considerarse inexperto en ciencia y tecnología, pero no se puede dar el lujo de menospreciar lo que con tanto esfuerzo personas e instituciones han venido construyendo durante más de tres décadas, advirtió.

Este gobierno no puede echar en saco roto los avances de los pasados 10 años: poco más de 25 mil personas dedicadas a investigación, cuando en 1993 eran 18 mil 500; la participación de México con 0.6 por ciento de la producción científica, la formación de mil doctores por año y el egreso de 22 mil estudiantes de posgrado.