Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Domingo 27 de enero de 2002

Mundo

Ť Saldo del gran cacerolazo: 45 heridos y 67 detenidos; investigan excesos policiacos

Duhalde pide a argentinos tiempo para ordenar el país; "nada se arregla con líos o barullos", dice

Ť En breve, nuevo plan económico; se trabaja con los mejores expertos del mundo, anuncia el presidente

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 26 de enero. Al menos 45 personas heridas, entre civiles y policías, así como 67 detenidos, fue el saldo amargo de una noche que había terminado con la gran fiesta del cacerolazo nacional, protagonizado por miles de vecinos, ahora organizados en las asambleas de barrios y que abarcó a todo el país.

El presidente Eduardo Duhalde destacó que la solución a la crisis no llegará con "líos o barullos". Aseguró que el país está en una "situación límite" y pidió comprensión al señalar que en las tres semanas que lleva en el poder nadie, podría resolver los problemas acumulados por décadas.

Inesperadamente, al comenzar la madrugada de hoy cientos de policías antimotines reprimieron con gases y balas de goma a los manifestantes que se dispersaban pacíficamente.

argentina_represion_iujJefes policiales intentaron justificar hoy su actuación al resaltar que grupos aislados comenzaron a arrojar bombas incendiarias y otros objetos a los más de mil 400 agentes que custodiaban la zona centro.

Sin embargo, para la población, que en todo momento instó a los grupos violentos a no actuar, la represión fue indiscriminada y afectó a las familias que se dispersaban después de haber soportado una lluvia torrencial, siempre golpeando cacerolas y cantando.

Funcionarios gubernamentales, como el secretario de Seguridad Interior, Juan José Alvarez, y el asesor presidencial Eduardo Amadeo, minimizaron los incidentes al asegurar que fueron "muy bajos los costos" y que se actuó violentamente sólo con un grupo de personas que agredió a la policía.

Amadeo calificó de "muy bueno" que el cacerolazo en Buenos Aires resultara pacífico tras evaluar que la protesta nacional demuestra el "estado profundo de insatisfacción en general con el funcionamiento de las instituciones".

Posibles excesos

Alvarez dijo que se investigará si hubo excesos y aseguró que el gran despliegue de policías cumplió su finalidad de disuadir, para no tener que actuar. Pero hay suficientes testigos de la brutalidad policial, que en distintos puntos atacó a los manifestantes que se alejaban, incluso, se asegura que iban cantando.

La represión policial fue respondida por los manifestantes más aguerridos y se generó una batalla que duró hasta entrada la madrugada. Una mujer de 70 años recibió varios impactos de bala de goma en las piernas. También hubo reacciones de los vecinos por la forma en que se detuvo a los manifestantes, obligándolos a acostarse sobre el suelo con las manos en la cabeza.

Así, la acción policial causó el efecto contrario al de atemorizar, a pesar del inaudito desplazamiento de policías, muchos de los cuales montaban motos.Dos agentes lanzaban gases y castigaban con un látigo a quien quedaba a su paso, lo que fue criticado este día por la prensa y organismos sociales y humanitarios.

Si bien no hubo heridos graves, pero sí unos 45 leves, ni destrucción en los edificios como otras veces, quedó el malestar profundo. De hecho, durante la manifestación, unas 300 personas insistieron en regresar y dar vuelta pacíficamente alrededor de la Plaza de Mayo, el mismo lugar donde en los años 70 comenzaron a caminar las madres contra la dictadura militar.

Esa resistencia emocionó a muchos y fue una imagen final que superó el ejercicio de una represión que no venció a la protesta de las más de 30 mil personas en la plaza con sus niños pese a la torrencial lluvia que duró horas, mientras otros miles ante el Congreso de la nación o en cada barrio de la rebelión pacífica seguían hasta el amanecer empeñados en hacerse oír.

Los vecinos convocados para el gran cacerolazo vigilaron activamente la manifestación al impedir la actuación de los llamados "violentos", e incluso algunos obligaron a bajar a un grupo de jóvenes que pretendían introducirse por las ventanas del edificio del cabildo, donde funciona un museo histórico. Fue un mensaje fuerte de la población.

Pero lo cierto es que esos miles de ciudadanos que resistieron el asfixiante calor, y luego la lluvia inclemente, después de tomar la decisión en asamblea de ir hacia Plaza de Mayo masivamente, sin dejar de hacer sonar sus cacerolas, llaves o lo que fuera, estaban demandando por un tiempo agotado.

El secretario general de la presidencia, Aníbal Fernández, afirmó que la queja hay que escucharla, pero también hay que tomar acciones, porque "este país no da señales de políticas coherentes e inteligentes desde hace años".

Aunque Duhalde, quien hoy comenzó con una política de comunicación permanente con la población ?mediante un programa radial tres veces por semana? diga que sólo está en el gobierno desde hace 25 días, la dinámica exige un esfuerzo superior, especialmente en lo social. El lunes deberá comenzar a funcionar el auxilio para los más necesitados y deberá buscarse una solución en las provincias, donde se deben hasta dos o tres meses de salarios.

Duhalde anunció esta mañana que el gobierno presentará "en los próximos días" un nuevo plan económico, en el que se está trabajando con los que consideró "los mejores especialistas del mundo" y sostuvo que "la situación de Argentina es de límite".

También instó a impedir que los precios se incrementen, al señalar que hasta ahora no se ha disparado el dólar después de salir de la convertibilidad, y que la inflación no va a superar 2 por ciento. Pero también hubo advertencia a los bancos que, de acuerdo con el presidente, le han dado un "tratamiento vergonzoso" a la población, que el gobierno no va "a tolerar más". Anunció que a partir de la próxima semana los bancos serán sancionados si vuelven a incurrir en dicho tratamiento.

"Soy ave de paso"

Duhalde afirmó que se van a "solucionar los problemas si nos ponemos todos de acuerdo, y si nos damos cuenta de que los argentinos necesitamos un proyecto que nos incluya a todos". Añadió: "Sí les pido una cosa: que tengan fe, esperanza. Soy un ave de paso: estoy por dos años, y el compromiso mío es en dos años dejar un país en marcha y más justo para todos los argentinos".

Tras pedir a la población algo de tiempo para ordenar el país en bancarrota, el presidente afirmó que los países no van a tolerar la anarquía, y pidió a los argentinos que eviten creer que los problemas se van a solucionar "haciendo líos o barullos".

En este contexto de inestabilidad social y económica, el canciller Carlos Ruckauf viajará mañana a Washington, Roma y Madrid, con la promesa de que Argentina ofrecerá el plan económico sustentable exigido por la comunidad internacional.