Ť Fiesta para reunir fondos en favor de Rosario Robles
En ambiente jocoso, repaso de los "pecados capitales" perredistas
RENATO DAVALOS
El jolgorio perredista repasó la noche del viernes los "pecados capitales" partidistas, en una suerte de reflexión autocrítica que despertó risotadas que estremecieron el Salón 21.
Más de 2 mil personas asistieron al bailongo recaudador de fondos para la campaña de Rosario Robles. Son de 14 hizo un silencio de trompetas y saxofones para abrir espacio a la rifa.
Rosario Robles trepó al templete con Javier Hidalgo y Patricia Ruiz Anchondo. En una mesa contigua había varias bolsas de polietileno oscuro con moños improvisados. Los números habían sido distribuidos entre la multitud para ser entresacados a la hora del sorteo. Las historias de cada premio se entreveraron entre la sorpresa y las risas.
El primer premiado, símbolo de uno de los "pecados capitales" perredistas, fue el "mameluco" de Leonel Godoy, por aquello de los chalecos antibalas que tanta controversia generaron hace unas semanas. El secretario de Seguridad Pública, quien acaba de quedarse sin subsecretario, pues Ramón Sosamontes se sumó a la campaña de Robles, no tuvo más remedio que acompañar las carcajadas desde su mesa.
Había gran complacencia por la idea original de la rifa. Pero el eco de las carcajadas continuó cuando uno de los asistentes obtuvo los "calcetines" de rombos de Cuauhtémoc Cárdenas. La historia se remontó a la ocasión en que Cárdenas usó los calcetines en forma inadecuada.
El tono lúdico continuó y fue la propia Robles la encargada de desenfundar y entregar el "machete" anticorrupción con que López Obrador anunció hace tiempo que le "cortaría las uñas" a los corruptos.
Y qué decir de la motocicleta a escala de Félix Salgado Macedonio, que fue el premio para otro de los asistentes al 21. ƑDónde estás Félix?, clamaron voces en el recuerdo de aquel incidente del legislador federal.
Cuando el "cochinito" que había tomado en sus manos se le resbaló a Rosario Robles y rodó por el templete, menudearon las palabras suspicaces. "šLo mandó Doring!", gritó un coro de voces metálicas. Pero el "cochinito" que Rosario Robles regaló iba acompañado de las sonrisas y del festejo reflexivo por aquella historia de los gastos de publicidad de la ex jefa de gobierno.
El asunto no concluyó ahí. Se rifó entonces la "sonrisa" de Lázaro Cárdenas, y de añadido, un boleto de autobús para asistir a la toma de posesión del nuevo gobernador michoacano, el 14 de febrero. Claro, por aquello de las reminiscencias del "acarreo".
Con esta alegría -dijo Robles, interrumpiendo las risas dilatadas- dirigiremos la nueva etapa en el PRD.