Ť El periodista Amado Avendaño demandó, por agresión, al padre del alcalde de San Cristóbal
A prueba, procuración de justicia en el gobierno de Pablo Salazar
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
San Cristobal de Las Casas, chis., 26 de enero. El periodista Amado Avendaño Figueroa fue agredido a golpes el pasado 23 de enero por Walter Hernández González, padre del nuevo alcalde de este municipio, Enoc Hernández Cruz. Esto ocurrió en presencia del propio edil. Como diría Avendaño más tarde, el presidente municipal no pudo controlar a su papá.
Este caso de nepotismo a puñetazos provocó un alud de protestas, tanto de los organismos civiles y de derechos humanos de esta ciudad como del gremio periodístico, del cual Avendaño es decano indiscutible, pues se mantiene activo. De hecho, sufrió la agresión mientras realizaba su trabajo periodístico.
Cuando Walter Hernández arremetió contra el ex gobernador en rebeldía, el coordinador de comunicación municipal, Delmar Román Díaz, proporcionaba al reportero Avendaño los nombres de los propietarios de los bancos de arena que acaban de ser clausurados. Es decir, la punta del hilo del mayor escándalo que el anterior alcalde, Mariano Díaz Ochoa, dejó como herencia.
Ahora que Avendaño ha demandado penalmente -por lesiones- al padre del flamante alcalde coleto (vencedor en las elecciones pasadas, tanto de PRI, sempiterno en San Cristóbal, como de PAN y PRD, que hoy gobiernan el estado), están a prueba las instituciones de procuración de justicia del primer gobierno no priísta de Chiapas. El principal testigo del ataque, quien deberá declarar ante el juez, es "don Enoc", como llaman los seguidores de su programa radial -también el edil hacía periodismo hasta el momento de ser electo- al hijo de Walter Hernández, "el papá incómodo".
Nadie mejor para contar el episodio que el propio Avendaño, reportero de la Foja Coleta, el breve diario que dirige aquí su esposa, Concepción Villafuerte: "nos llevaron al despacho del alcalde y comenzaron a leernos la lista (de los propietarios de los bancos de arena), y nosotros a apuntarla. Ibamos en el quinto nombre cuando irrumpió el papá del alcalde y comenzó a reclamar la publicación de una nota referida a una camioneta X-Terra que una negociación de aparatos eléctricos obsequió al munícipe Enoc Hernández Cruz".
Según Avendaño, "el reclamante comenzó a agredirnos verbalmente delante de su hijo, y nos aventó el primer puñetazo, el cual nos agarró desprevenidos, nos rompió los lentes, y ya chocos, no vimos el siguiente. Nos salvó la intervención del alcalde, quien, tratando de detener a su papá, tuvo que auxiliarse de otras personas, quienes lo sacaron del despacho presidencial".
El secretario municipal envió de inmediato los lentes a una óptica. "En 15 minutos los repararon, aunque sin los mismos aros alemanes", lamenta Avendaño. "El alcalde intentó disculparse. ƑQué puedo hacer?, nos dijo. Nada, eres impotente para controlar a tu papá en tu propio despacho", le respondió don Amado, quien remata:
"Lamentamos que la información de los bancos de arena se haya frustrado. Vamos a esperar a que el papá del alcalde se calme para que su hijo pueda seguir informándonos".
Ayer, los reporteros gráficos, de radio y de prensa escrita local y nacional que laboran en San Cristóbal efectuaron una protesta en las oficinas de la subprocuraduría de Justicia de la zona Altos, y acusaron a Víctor Manuel Díaz Molina, titular de dicha dependencia, de "minimizar" la agresión que sufriera Avendaño el 23 de enero.
Díaz Molina había declarado que se trataba de un problema entre la "hermandad" de periodistas, pues Walter Hernández, además de ser "papá municipal" -"cargo" muy típico en San Cristóbal- dirige el periódico local Siglo XX).
Los periodistas alertaron que esta minimización oficial, a la que han hecho eco diputados priístas y el propio ayuntamiento coleto, podría significar que no se sancione debidamente al agresor, quien flaco favor hace a su hijo y al gobierno estatal, abiertamente afín al alcalde Enoc Hernández.
El episodio fortalece, además, el interés público por el asunto de los bancos de arena, que en el anterior gobierno coleto alcanzó una proporción gravísima. Un ecocidio con fines de lucro, en connivencia con el gobierno de Roberto Albores Guillén y las compañías constructoras de Comitán. Los cerros que bordean el valle de Jovel se encuentran en peligro de extinción. Cerca de 40 de ellos han desaparecido (como es el caso de Salsipuedes), o están por desaparecer bajo los buldózer del hoy finado padre del anterior presidente municipal, Mariano Díaz Ochoa, y sus socios.
Teodoro Díaz, fallecido hace pocos meses, fue una figura temida en la ciudad. Tanto, que el saqueo de los cerros, que ocurría a la vista de todos, resultaba un tabú. Conocido como Tzotz, el padre de Díaz Ochoa fue jefe histórico de los "auténticos coletos", y como tal organizó lapidaciones y conatos de incendio contra el obispo Samuel Ruiz García, cuando el Tatic era mediador de paz y abogaba por los derechos indígenas.
Enoc Hernández Cruz, de extracción priísta, mas postulado por el partido local Alianza Social, ganó sorpresivamente las elecciones de 2001 gracias al voto de los chamulas evangélicos y de otras denominaciones cristianas asentadas en San Cristóbal. Este hecho generó alarma entre los coletos más recalcitrantes. Era la primera vez que el voto indígena (y no católico) decidía una elección en la otrora Ciudad Real. Cualquier día de éstos, San Cristóbal de las Casas, la ciudad de los caxlanes, será gobernada por un indígena.