Ť La disquera termina con semanas de especulaciones
EMI paga 28 millones de dólares a Mariah Carey por cancelar su contrato
REUTERS
Londres, 23 de enero. La diva pop Mariah Carey quedó sin trabajo el miércoles cuando su compañía disquera EMI decidió pagarle 28 millones de dólares para cancelar el más cuantioso contrato discográfico de todos los tiempos.
El británico EMI Group confirmó semanas de especulaciones de que estaba cortando los lazos con la cantante estadunidense después de ficharla el año pasado por una suma sin precedentes, pero luego se decepcionó con su primera producción, Glitter, la que vendió apenas dos millones de copias.
La decisión se produce en un mal momento para Carey, de 31 años, cuyos problemas en su vida profesional y privada han dominado las columnas de chismes. La cantante sufrió un ataque de nervios el año pasado, retrasando el lanzamiento de Glitter hasta el fatídico 11 de septiembre.
La mala salud de Carey le impidió promover el álbum, lo que resultó en una cuantiosa pérdida para EMI, que esperaba que la producción igualara al éxito de discos anteriores como Music Box.
Algunos analistas cuestionaron si EMI, que también perdió los 26 millones de dólares del pago inicial que hizo a Carey, estaba actuando adecuadamente al deshacerse de la cantante que más discos ha vendido en la última década después de sólo un fracaso.
"EMI adoptó un punto de vista ejecutivo sobre si ella había pasado o no de moda y si podría volver a generar alguna vez el tipo de ventas de álbumes que hizo en el pasado", dijo Kingsley Wilson, analista de Investec Henderson Crosthwaite.
Un comunicado que distribuyó la firma de relaciones públicas de Carey resaltó que el acuerdo había sido amigable y enfatizó que ella había recibido 49 millones de dólares por un solo álbum con ello.
Estrellas en decadencia
Pero el caso de Mariah Carey no es el único. Los sellos discográficos están deshaciéndose de sus estrellas en decadencia mientras buscan reducir sus costos en un momento de lentas ventas de cidís y creciente piratería.
Otras víctimas recientes han incluido a los veteranos David Bowie y Rod Stewart, cuyos contratos se habían tornado demasiado caros para los años que les quedaban, en vista de que ya no era seguro que sus álbumes subieran a los primeros lugares de las ventas.
Las cantantes Sinead O'Connor y Anita Baker, grandes estrellas a principios de la década de los 90, también se quedaron sin empresas discográficas.