Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Jueves 24 de enero de 2002

Espectáculos

Ť Temen que pequeños sellos no puedan sobrevivir

El MIDEM confirma creciente ruptura entre disqueras grandes e independientes

AFP

Cannes, Francia, 23 de enero. El 36 Mercado Internacional del Disco y de la Edición Musical (MIDEM), que se cerró este miércoles en Cannes (sur de Francia), confirmó la fractura creciente entre pequeños y grandes sellos de la industria musical, sometida a una concentración galopante.

El MIDEM, que empezó el 20 de enero y contó unos 10 mil participantes del mundo entero, fue clausurado oficialmente este miércoles por la noche.

Las inquietudes que había suscitado a fines de los años 90 la llegada de las nuevas tecnologías (internet, nuevas formas de difusión de la música grabada, etc...) quedaron relegadas a un segundo plano ante la aparición de la angustia nacida de la globalización, de la que la concentración empresarial es una de las principales características.

La "burbuja internet" se desinfló en gran medida en la industria musical, como en muchos otros sectores. Sorprendidas al principio por la irrupción de los nuevos genios de la red, las multinacionales y los grandes consorcios terminaron por reaccionar y, en general, lograron ahogar la competencia que significaban para ellas los portales de telecopia gratuita de música.

Incluso Napster, que simbolizó todos los miedos, terminó pasando por el aro y, tras verse obligado a cerrar en marzo pasado, volvió, pero esta vez legalmente y haciendo pagar a sus usuarios.

Las multinacionales -la estadunidense Warner Music, la alemana BMG, la inglesa EMI, la francesa Universal Music (Vivendi) y la japonesa Sony Music- hicieron causa común para crear sus propios servicios de música en línea.

La plataforma Pressplay, creada por Universal Music y Sony Music, inauguró el 19 de diciembre pasado su servicio de música en línea para abonados. Warner Music, BMG y EMI habían hecho lo mismo el 5 de abril, con Musicnet, a las que se sumó Napster.

Esta forma de control es la causa de las preocupaciones de todos los que no forman parte del club de los cinco grandes consorcios que dominan 90 por ciento del mercado.

En efecto, en una industria en la que las inversiones publicitarias y promocionales son cada vez más altas, las empresas que no son lo suficientemente grandes se encuentran rápidamente excluidas.

A título de ejemplo, en Francia, en 2001, 18 de las 20 mejores ventas de discos fueron realizadas por artistas editados por uno de los cinco grandes consorcios. Los pequeños sellos independientes pueden sobrevivir dedicándose a algunas especialidades que quedan como resquicios del mercado, como la edición de world music, jazz, música clásica o electrónica. "Pero hay que tener mucho cuidado de que los resquicios no se transformen en féretros", ironiza Patrick Zelnik, presidente de la Unión de Productores Franceses Independientes (UPFI).