Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Jueves 24 de enero de 2002

Cultura

Ť Se abrió exposición en la galería La Caja Negra

El arte de Francisco Toledo regresa a la capital de España

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 23 de enero. La obra del artista juchiteco Francisco Toledo regresa a Madrid, esta ocasión con una muestra en la galería La Caja Negra, donde se exhiben desde este miércoles y hasta el próximo abril las últimas tres series del pintor: Bizancio, Sueños de Durero y Sombra del deseo.

La exhibición pretende evocar la universalidad y la diversidad de registros de uno de los artistas más relevantes.

A lo largo del 2000, Toledo retomó viejas obsesiones para la confección de su más reciente trabajo: el sueño apocalíptico que dejó plasmado Alberto Durero en 1525 en seis almohadas pintadas a la acuarela, los murales bizantinos que conoció en los años sesenta en Italia y que le hicieron descubrir al mosaico como un material idóneo para la superposición y el montaje; y la fotopornografía contemporánea que le sirvió para evocar a Jean Simon Chardin y su célebre obra La raya.

Esta exposición es la cuarta de Toledo desde que en 1999 se abrieron los espacios artísticos más selectos a su hasta entonces desconocida obra: el Museo Centro de Arte Reina Sofia, en la que se presentó una retrospectiva; la Casa de América, que acogió Zoología fantástica, inspirada en textos de Jorge Luis Borges, y el Instituto de México, donde se mostró una serie de fotografias polaroid que Toledo convirtió en obras de arte.

Difusión de facetas artísticas en España

La sala madrileña, en colaboración con la galería mexicana Juan Martín, reúne 30 piezas de Francisco Toledo, como algunos grabados y una significativa representación de las series citadas.

Además, según su promotor Fernando Cordero de la Lastra, se busca mostrar en España las diversas facetas de Toledo, ''acercar y acercarnos lo más posible a su genial figura'', por lo que la exposición va acompañada de la promoción y venta de los cuadernos de papel que elaboran en el taller de San Agustín Etla, Oaxaca, cuyo dinero se destinará al proyecto cultural emprendido por el artista, además de la publicación de tres catálogos para cada una de las series.

Entre las obras expuestas en los Sueños de Durero, en las que el artista interviene el papel fotográfico con químicos, tintas, grafito, acuarelas y textiles, se encuentran Almohada III, XV y XLVIII en las que según Jaime Moreno Villarreal, prologuista de este catálogo, ''Toledo abre de nuevo, de un tajo, ese almohadón de plumas. Mediante la manipulación fotográfica de las seis almohadas, gira, dobla, desdobla los rostros temibles, tal y como los manieristas florentinos del XVI producian mascarones grotescos indagando en los rasgos zoomorfos de la expresión humana''.

Además, en esas obras palpitan la ironía, la irreverencia, la eterna lucha entre la ortodoxia y la heterodoxia. Y en las obras seleccionadas de Sombra del deseo, que son collages sobre papel y que tienen su base en revistas pornográficas que recuerdan ''la represión'' de la educación sexual del México de los años setenta.