Ť Amenaza Tel Aviv con responder "apropiadamente" al atentado en Jerusalén
Ofrece Brigadas de Mártires de Al Aqsa tregua condicionada a Israel
Ť "Si Arafat no detiene el terrorismo, éste lo detendrá a él", afirma Shimon Peres en Estrasburgo
Ť Contener la violencia, demanda el secretario de Estado Colin Powell al presidente palestino
AFP, DPA Y REUTERS
Jerusalen, 23 de enero. El gobierno is-raelí aseguró hoy que responderá "apropiadamente" al atentado perpetrado ayer en esta ciudad, en el que murieron dos personas y más de 20 resultaron heridas.
Por su parte, el grupo palestino Brigadas de Mártires de Al Aqsa ofreció una tregua condicionada de sus acciones antisraelíes.
En una llamada a Reuters un hombre que dijo ser líder del gru-po, vinculado al movimiento Fa-tah del presidente palestino Yasser Arafat, aseguró que las brigadas consideran que ya se concretó la represalia que emprendieron desde principios de este mes, cuando fue asesinado con una bomba Raed al Karmi, uno de sus líderes.
"Ahora las Brigadas de Mártires de Al Aqsa reafirman su compromiso con el alto del fuego del presidente Arafat (del 16 de diciembre), con la condición de que Israel detenga inmediatamente su po-lítica de asesinatos y lo declare públicamente, y que además le-vante el sitio impuesto en torno a Arafat y ponga fin a la reocupación de nuestras ciudades", afirmó el interlocutor anónimo.
El hombre, sin embargo, aseguró que el grupo reanudaría sus ataques si Israel no detiene de inmediato el asesinato selectivo de ac-tivistas y si Arafat continúa sitiado en sus oficinas en Ramallah.
Las Brigadas de Mártires de Al Aqsa reivindicaron el ataque del martes, en el que un hombre disparó con una ametralladora ma-tando a dos mujeres e hiriendo a más de 20 personas antes de ser muerto por la policía israelí.
La semana pasada el grupo reivindicó también un ataque en el que un hombre entró a un salón de fiestas, en el que se celebraba un bar mitzvah, y mató a seis personas e hirió a 30 más.
En total, el grupo ha matado a 11 personas desde que anunció sus ataques de represalia por el asesinato de Al Karmi. El ejército is-raelí, de su lado, ha negado haber dado muerte al líder integrista.
Denuncian ejecuciones
Unos 15 mil palestinos participaron en Nablus en el funeral de tres de los cuatro miembros de Hamas muertos ayer por soldados israelíes.
Las autoridades israelíes aseguraron que los cuatro eran buscados por su vinculación con atentados, que preparaban ataques contra civiles y que la casa allanada era una fábrica de explosivos.
Sin embargo, autoridades palestinas de Nablus aseguraron que los cuatro hombres fueron ejecutados cuando dormían o se duchaban, y que no había explosivos.
El cuarto hombre muerto en la operación fue sepultado en Ramallah. Los participantes en el cortejo agitaron puños y banderas y gritaron consignas antisraelíes.
La víspera, Hamas amenazó con emprender una "guerra total" contra Israel como represalia por el asesinato de sus cuatro miembros.
Pese a las crecientes tensiones, no se reportaron hoy nuevas incursiones israelíes ni enfrentamientos de consideración. Desde el co-mienzo de la actual intifada, el 28 de septiembre de 2000, han muerto 816 palestinos y 246 israelíes.
El canciller israelí, Shimon Pe-res, llegó hoy a Estrasburgo y habló en una asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, ante representantes de 43 países.
"Arafat debe transformarse en un verdadero líder, debe establecer su credibilidad. Ese es el problema más serio. Si él no detiene el terrorismo, éste lo detendrá a él", aseguró el canciller.
De su lado, el enviado de Naciones Unidas para Medio Oriente, Terje Roed-Larsen, urgió a ambos lados "revisar sus políticas para evitar un baño de sangre", y el presidente del gobierno español, José María Aznar, pidió un mayor involucramiento de Estados Unidos en la solución del conflicto.
A todo esto, el embajador estadunidense en Tel Aviv, Daniel Kurtzer, dijo que árabes e israelíes deben movilizarse en aras de la paz y no esperar que Estados Unidos u otros mediadores sean los que pongan fin al conflicto.
Asimismo, el comisario europeo de Relaciones Exteriores, Chris Patten, aprovechó la ocasión para transmitir a Peres las quejas de los países de la Unión Europea, debido a que obras de infraestructura financiadas por europeos, con va-lor de 17 millones de dólares, han sido destruidas en las incursiones y operaciones israelíes.
En Washington, el secretario de Estado estadunidense, Colin Po-well, llamó por teléfono a Arafat para pedirle que "detenga la violencia" contra Israel.
Según el vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher, Powell le dijo al mandatario palestino que Washington "sigue pensando que puede hacer más para controlar a los grupos que practican la violencia".
"También le dijo claramente que hace falta un responsable en el asunto del Karine A (navío interceptado hace semanas por Israel en el que se confiscaron armas su-puestamente destinadas a grupos integristas, con la anuencia de la Autoridad Nacional Palestina).
Boucher agregó que aún no se ha fijado fecha para el regreso del enviado especial a Levante, Anthony Zinni, quien volvió a Estados Unidos el pasado 6 de enero.
Rompe Hezbollah su tregua
La guerrilla chiíta pro iraní Hezbollah, del sur de Líbano, rompió hoy la tregua que mantenía con Tel Aviv al bombardear las granjas de Chebaa, último bastión ocupado por Israel después de que las tropas de este país fueron retiradas del sur libanés en mayo de 2000.
El grupo disparó obuses de mortero y cohetes contra posiciones israelíes en Ramta, Sammaqa y Aalam, en las granjas de Chebaa. La aviación israelí respondió a estos disparos bombardeando una región controlada por Hezbollah.
No hubo reportes oficiales de heridos en ninguna de las dos operaciones, si bien un comunicado de la guerrilla afirmó que "hubo víctimas en las filas enemigas".
Naim Kassem, uno de los líderes de Hezbollah, aseguró que los ataques contra Israel se deben a que 'nos preocupa lo que está pa-sando en la región y no podemos ser simples espectadores ante las agresiones diarias de Israel en Lí-bano y toda la zona. Hezbollah debe permanecer en la resistencia y en la intifada, para que el proyecto israelí no se realice como lo planean Israel y Estados Unidos".
El ministro israelí de Defensa, Benjamin Ben Eliezer, dijo que el ataque de Hezbollah es "muy grave, y evidentemente recibió el visto bueno de Irán y Siria".