Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Jueves 24 de enero de 2002

Política

Octavio Rodríguez Araujo

Segundo piso

No debería de ser un problema de consultas sino de lógica. El segundo piso en Periférico y Viaducto no resuelve el problema de la vialidad ni de la contaminación en la ciudad de México. Eso lo sabemos todos, incluso los gobernantes. Pero, de todos modos, una consulta telefónica al 1.3 por ciento de los ciudadanos del Distrito Federal no tiene ninguna validez científica. Es una tomadura de pelo. Si López Obrador quisiera de veras tomar en cuenta a la población del Distrito Federal, y si además piensa gastar tanto dinero en obras viales, bien podría contratar a una empresa profesional y seria (que las hay) para hacer una encuesta científica, y que se atenga a los resultados.

La solución a la congestión vial y a la contaminación producida por vehículos de combustión interna es el transporte colectivo, de preferencia no contaminante (Metro, por ejemplo), y no incentivar el consumo de más automóviles particulares. Lo que han hecho los gobernantes de la ciudad de México, desde Uruchurtu hasta hace unos años, es ampliar calles y avenidas (o pintar más rayas longitudinales, como en el Viaducto) para que quepan más carros al mismo tiempo.

Los fabricantes y concesionarios de automóviles están muy contentos, como lo estuvieron cuando se hizo permanente el Hoy no circula que obligó a cientos de miles de ciudadanos a comprar un segundo o un tercer carro para circular todos los días. Para no quedarse atrás, López Obrador les dará más facilidades a las personas que tienen la posibilidad de tener uno o más automóviles, no a quienes no los tienen. Estos seguirán haciendo grandes filas para tomar un microbús, un camión o un taxi, y en el Metro seguirán viajando en calidad de sardinas como lo hacen todos los días a las horas pico.

Y, por cierto, las facilidades que les brindará el segundo piso a los automovilistas serán como las de los ejes viales y construcciones similares: por un tiempo y, luego, lo mismo que antes salvo en las horas en que a nadie le importa que la circulación sea fluida.

ƑDónde quedó aquel eslogan de campaña de "primero los pobres"? Se dice que estas obras darán empleo. Muy bien, pero Ƒno darían también empleo más líneas de Metro? Pienso que entre los que necesitan empleo y los que teniéndolo no poseen automóvil estaríamos hablando de varios cientos de miles de ciudadanos en el Distrito Federal, quizá la mayor parte de su población, no lo sé. Pero sí sé que los poseedores de automóvil nos vemos obligados a usarlo porque el transporte público es muy deficiente y porque el Metro no nos lleva a todos los lugares cercanos a nuestros destinos (como en París, donde todas las estaciones del Metro están a un máximo de medio kilómetro de cualquier destino).

También sé que el promedio de personas en los carros particulares es de menos de dos pasajeros por unidad, lo cual significa que por lo menos tres quintas partes del vehículo se desperdician y, sin embargo, los carros ocupan el mismo espacio con cinco pasajeros que sólo con el conductor.

Da la impresión de que el proyecto de López Obrador es de corto plazo, en lugar de pensar en el futuro de la ciudad de México. En tres años se concluirán dos terceras partes del segundo piso en Periférico y Viaducto. Si los planes se cumplen, esto significa que en el cuarto año (quinto del gobierno actual) se habrán cubierto un poco más de 29 de los 32 kilómetros calculados, y en el primer semestre del quinto año (es decir, del último del gobierno), la obra estará terminada. (ƑNo es ésta la razón para iniciar las obras, a como dé lugar, en dos meses?) Como al principio el segundo piso ciertamente servirá para descongestionar el primero, la gente estará muy contenta, y el PRD gobernando la capital habrá demostrado que hizo una gran obra y ganará simpatías. El problema, como ocurrió con la construcción de las anteriores obras y ampliaciones, es que con el aumento de automóviles (por falta de alternativas de transporte colectivo, insisto), en pocos años el segundo piso será igualmente un gran estacionamiento (como el actual), pero con vista panorámica, mientras los pasajeros del primer piso se estarán ahogando con sus propios humos. Pero esto será después; y lo que ocurra después no es problema de los gobernantes de hoy. šViva la planeación!... a la mexicana.