Miércoles 23 de enero de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
TRAMA FINANCIERA

Las mentiras del gobierno del "cambio"

n Mario Villar Borja

Millones de mexicanos votaron por un "cambio" el 2 de julio de 2000, pero hasta ahora el cambio ha sido un verdadero retroceso, pues no sólo no se ha cumplido con las promesas con las cuales engañaron al pueblo para que los eligiera, sino que han introducido una forma de hacer política (o tal vez solamente más burda) con base en mucha publicidad y grandes mentiras. Una de las mentiras más recientes se relaciona con la información sobre la inversión extranjera directa, la cual según los datos del "gobierno del cambio", que por cierto han aceptado algunos analistas superficiales de este medio, alcanzó más de 24 mil millones de dólares el año pasado, aunque en realidad es de menos de la mitad. La gran mentira del gobierno estriba en que para mostrar la abultada cifra sobre la inversión extranjera directa, incluye aspectos que no califican como tal, sino más bien como inversión en cartera.
Para aclarar este dato es necesario revisar este concepto, el cual se refiere a aquella inversión que llevan al cabo los extranjeros en el país, especialmente en planta productiva, generando empleos y transfiriendo tecnología, así como otros beneficios indirectos; a diferencia de esto, se tiene la inversión extranjera en cartera, que es la que se invierte en valores o títulos de crédito y corporativos de las empresas y el gobierno. ésta última sólo afecta el monto de divisas extranjeras en el país, pero no produce efectos económicos importantes y positivos de otra naturaleza.
Bueno, la gran mentira del gobierno del cambio radica en que con fines nada honrados, le ha dado dos connotaciones diferentes a una misma inversión, la de los 12 mil 500 millones de dólares de la venta de Banamex. En primer lugar, para otorgar una exención de impuestos a los dueños de Banamex, por las grandes utilidades que obtuvieron de la operación de venta, la Secretaría de Hacienda dictaminó que se trataba de "una operación en bolsa" (es decir, una inversión en cartera), y que por lo tanto no causaba impuestos. ¿Será coincidencia que el señor Roberto Hernández, principal accionista de Banamex, fuese uno de los grandes contribuidores a la campaña política del presidente Fox? Pero cuando se trata de reportar los datos de la inversión extranjera, la propia Secretaria de Hacienda ahora la cataloga como una inversión directa, ya no en cartera.
Pero en todo caso, ¿quién se sentiría orgulloso de tal acción? En una analogía, ¿qué padre de familia se sentiría orgulloso de informar a su familia que ahora tienen 12 mil 500 millones más en la cuenta de cheques, pero que ya no son dueños de su casa, no tienen auto, ni sala, ni TV, pues él ya los vendió? La única respuesta es que sólo un mal padre o un político vende patrias se sentirían orgullosos de tan negra hazaña.