Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Miércoles 23 de enero de 2002

Correo Ilustrado

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Investigará SRE malos tratos en representación consular en EU

Señora directora: En respuesta a la denuncia publicada ayer en la sección El Correo Ilustrado, firmada por el señor Alberto Ojeda, me permito hacer los siguientes comentarios:

1.- Le asiste la razón cuando dice que ningún funcionario debería otorgar un trato prepotente a nuestros connacionales, por lo cual hubiera sido más útil que identificara a quien se lo aplicó a él en Washington. De cualquier forma, la Dirección General de Protección y Asuntos Consulares de la SRE inició ya una investigación entre el personal de la representación de México a la que hace referencia, que, por cierto, no es un consulado, sino una sección consular de la propia embajada.

2.- No sólo en Washington, sino en otras adscripciones de la Unión Americana, uno de los principales motivos de malestar por parte de quienes realizan trámites en los consulados es precisamente el tiempo de espera para realizarlos, debido a la falta de personal, originado a su vez por la escasez de recursos económicos. Cabe recordar que para este año el presupuesto de la cancillería se incrementó 0.3 por ciento en términos reales, por lo cual prácticamente quedó igual que el año pasado.

3.- No obstante lo anterior, esta secretaría encabeza un esfuerzo de restructuración y modernización de todos los servicios consulares en Estados Unidos. Este proyecto incluye una simplificación administrativa, el uso de nuevas tecnologías para acortar los tiempos en los trámites y un sistema de capacitación y rotación de personal que labora en las representaciones.

Atentamente:

Alberto Lozano, comunicación social de la SRE


¿Qué esperamos los jóvenes del sistema?

Señora directora: Este lunes se publicó en el periódico que usted dirige el caso de la alfabetizadora Erika Zamora; la historia es desgarradora y me hace reflexionar una vez más sobre la realidad de mi país.

Soy una joven de 21 años, la misma edad que tenía Erika al momento de ser detenida. Uno como joven, y más siendo mujer, se horroriza al conocer las historias que suceden a aquellos muchachos que luchan por hacer que este país valga la pena.

Es triste saber que estos jóvenes son los más perseguidos y los más golpeados por el sistema que no ha cambiado en nada, ni siquiera a partir del 2 de julio. Al contrario, cada vez se destapa más la cloaca de casos injustos, donde la impunidad vuelve a ser una constante en las instituciones encargadas de hacer justicia en nuestro país.

Uno se pone a pensar en el futuro, en lo que nos espera a nosotros los jóvenes que ya estamos hartos de vivir en un sistema podrido, cada vez más viciado y corrupto. La misión de Erika, según se hace notar en la entrevista, era de lo más honesta y llena de bondad; muy pocos jóvenes en la actualidad adquieren el compromiso de ayudar a los que están en situaciones críticas y hacerse partícipes de la realidad de nuestro país para actuar en busca de un cambio positivo.

El nuevo gobierno navega ahora con la bandera de castigar a todos aquellos culpables de la guerra sucia que se llevó a cabo en nuestro país en décadas pasadas. ¿Y la guerra sucia actual, no existe? ¿Quiénes son los culpables de estos actos? ¿Dónde están?

No pueden suceder cosas así. Se supone que debemos ir evolucionando, pero pasa todo lo contrario; las cosas siguen como en tiempos pasados: el recurso de la tortura, los presos políticos y la censura siguen estando a la orden del día.

La Ericka de la entrevista es un ejemplo de entereza y de dignidad, es un ser humano de esos que ya no se ven. Ericka está presa desde los 21 años. Ha pasado ya tres dentro de la cárcel, gran parte de su juventud; es víctima de un Estado carente de justicia y de principios.

Recientemente un semanario publicó el caso de Nelly Campobello, donde el desenlace se daba con la exoneración de los implicados; están libres los responsables del caso de Digna Ochoa también. Muchos pillos lo están, ¿por qué alguien que se presume no ha hecho sino ayudar a la gente en desgracia, seguir sus convicciones y ser consciente, sí lo está?

Atentamente:

Cristina Juárez Zepeda


Precisiones de la CNDH

Estimada directora: Le ruego dar cabida a las siguientes precisiones acerca de la nota publicada el 21 de enero, página 10 de La Jornada, firmada por Jesús Aranda, donde se da a conocer que será reabierto el caso del subteniente de la Fuerza Aérea, abastecedor de material aéreo, José Raúl Vargas Cortés, y en la que se afirma que "el expediente original está desaparecido, pues pese a que fue entregado en enero de 1996 a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la dependencia reconoció que no lo tiene en su poder".

1. En 1997, personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos "tuvo a la vista" el original de la averiguación citada, pero no la mantuvo en su poder, situación que --de acuerdo con los registros disponibles-- se hizo constar en escritos diversos dirigidos tanto a la quejosa, a su abogada y a la Procuraduría de Justicia Militar. A solicitud de la señora Cortés García le fue entregada ayer una copia del oficio donde se asienta lo anterior.

2. Sí existe en esta comisión --como parte del expediente de la queja interpuesta por la señora Cortés García--, copia simple de la averiguación previa con el número BAM1/06/95, que se originó en la Procuraduría de Justicia Militar con motivo de los hechos que originaron la queja.

3. Asimismo, en los registros de esta comisión existe un escrito firmada por la señora Cortés García por el cual se desiste de la queja por así convenir a sus intereses.

Por este medio la Comisión Nacional de Derechos Humanos reitera que permanecerá atenta al curso de las indagatorias que, a raíz de la reapertura del caso se realicen, con la finalidad de que los hechos sean esclarecidos a plenitud a la luz de los elementos supervinientes que la propia investigación aporte.

Atentamente:

Víctor Martínez Bullé-Goyri, primer visitador general de la CNDH


Coincide con Stiglitz y Picard sobre efectos de la privatización

Señora directora: Dos textos publicados en La Jornada el 19 y 20 de enero son especialmente importantes porque llaman a una reflexión sobre el proyecto de país a que nos llevaría el tomar unas u otras alternativas en torno a la reforma energética, las privatizaciones y la inversión externa y especulativa.

Me refiero al ensayo de Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001 (Perfil de La Jornada 19/01/02) y la entrevista a Raúl Picard, presidente de la Canacintra (20/01/02).

Señala Stiglitz en torno a la globalización, la cual considera positiva pero no de la manera asimétrica que encausan organismos como el FMI y BM, que "los efectos más negativos han surgido de la liberalización de los mercados financieros y de capital (...) Los países pequeños son como embarcaciones pequeñas. Liberalizar los mercados de capitales es como dejarlos a la deriva en un mar embravecido".

Stiglitz indica también que "algunos de los países que han tenido mayor éxito en la globalización determinaron su propio ritmo de crecimiento; cada uno se aseguró al crecer que los beneficios se distribuyeran con equidad y rechazó las presunciones básicas del 'consenso de Washington', que postulaba una intervención mínima del gobierno y una rápida privatización y liberalización".

Picard apunta, a su vez, que "el gobierno federal ha escogido el peor momento para impulsar la apertura del sector energético..." y anunció que Canacintra emprenderá una campaña en defensa del patrimonio nacional, porque profundizar las privatizaciones y confiar en la inversión externa para el desarrollo sería un error táctico". Poco después, el dirigente empresarial sostiene: "Por lo menos a la pequeña y mediana empresa no nos hace falta la privatización".

El mensaje de ambos consiste en que el proyecto económico --y sociopolítico-- del país es muy riesgoso si continúa la concentración de la riqueza en unos cuantos, empobreciendo a las mayorías, afectando a la pequeña y mediana empresas que son las que generan mayor empleo, e inhibiendo la inversión en empresas estratégicas como Pemex y la CFE, que son puntales de nuestro desarrollo.

Además, dicho sea de paso, nuestros impuestos no deben ser utilizados por el gobierno para sostener campañas de desinformación y hacernos creer que la privatización de la industria energética nos llevará, ahora sí, al paraíso, porque el guión ya lo conocemos con el caso de las carreteras, los ingenios, los bancos y, que no se olvide, con el Fobaproa, que han transferido a la población, injustamente, deudas multimillonarias.

Suficientemente siniestro ha sido ya emplear recursos públicos para "convencernos" de que el IVA a medicinas, alimentos y libros "será para nuestro bien", y lo dicen quienes gustan de las toallas de mink.

México y los mexicanos no somos un laboratorio para los aprendices de tecnócratas que, aunque tienen ya 12 años con sus fracasados experimentos, todavía no pueden o quieren aprender que fueron electos para representar justa e inteligentemente los intereses de la nación.

Atentamente:

Eduardo del Castillo V.
 

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