Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Miércoles 23 de enero de 2002

Sociedad y Justicia

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Ť Para los creyentes es suficiente el reconocimiento del Papa al milagro, señala

El caso Juan Diego no está a debate: arquidiócesis

Ť Enviado del Vaticano realiza "contactos previos" para la posible visita del pontífice

JOSE ANTONIO ROMAN Y TRIUNFO ELIZALDE

Al fijar su postura en torno a la polémica sobre la existencia o no de Juan Diego, el arzobispado de México afirmó que con la firma del decreto donde el papa Juan Pablo II reconoce el milagro del indio del Tepeyac, para los católicos creyentes el caso no está sujeto a debate, "puesto que se trata de un testimonio del propio Dios".

Señaló que hasta el momento los sacerdotes que han cuestionado la existencia histórica de Juan Diego, entre ellos el abad emérito de la Basílica de Guadalupe, Guillermo Schulenburg, no están en "rebeldía" contra el Papa, debido a que la carta que entregaron al Vaticano para detener la canonización fue antes de que el pontífice firmara el decreto que reconoce el milagro que prácticamente lo coloca en los altares.

"Si ahora, después de firmado y publicado el decreto de aprobación del milagro, algunos de ellos (los sacerdotes) insiste en que no es verdad lo que ya Dios mismo avaló y su representante en la Tierra autorizó, habría una grave irregularidad de su parte".

Incluso, destaca, la o las personas que filtraron la carta que Schulenburg y otros tres sacerdotes presentaron en Roma cometieron un "serio delito" que "merece ser castigado". Señala que esta pena se debe a que fueron violados los preceptos 1454 y 1455 del Código del Derecho Canónico, que exigen el secreto a todos los que intervengan en un proceso eclesiástico, además del canon 1475, que expresamente prohíbe proporcionar copia de documentos que formen parte del expediente.

Por su parte, a su arribo a la ciudad de México, el jefe de protocolo adjunto deschulemburg_j la Secretaría de Estado del Vaticano, Renato Boccardo, se refirió también al tema. Pidió tener confianza en lo que digan y hagan los cardenales que se reúnen con el Papa, quienes en fecha próxima, en consistorio, darán a conocer su voto sobre la canonización del beato Juan Diego.

Precisó que su visita a nuestro país "quiere decir que el Papa está considerando la posibilidad de llegar a México si se diera la canonización de Juan Diego, por lo que hay que hacer (aquí) algunos contactos previos".

Al reiterar que su visita no significa que de hecho vaya a registrarse la canonización, Boccardo reiteró que serán los cardenales quienes dirán la última palabra. Hizo saber que de venir Juan Pablo II a México, sería en julio próximo.

Dijo que ha venido "a tener unos encuentros con las autoridades eclesiásticas -no comentó nada al respecto de reunirse con el presidente Vicente Fox o con el canciller Jorge Castañeda- y civiles, en vista de un posible viaje del Papa".

Boccardo fue recibido en el aeropuerto por el nuncio apostólico Giuseppe Bertello, quien declaró en torno a la carta de Schulenburg que "el pueblo mexicano es muy maduro y sabe aceptar los debates", pero no está seguro de los resultados de la reunión de los cardenales integrantes del Consistorio en Roma.

Comentó que lo hecho por la ex abad de la Basílica de Guadalupe es una acto "no de indisciplina, sino de uso de su conciencia, ya que él puede dar su opinión personal". No considera que por esa carta Schulenburg vaya a ser sancionado por la Iglesia católica.

Bertello recordó que el proceso de canonización de Juan Diego obedece a que la Santa Sede ha llevado a cabo una amplia investigación y estudio sobre los documentos aportados, que finalmente pudieran convertir a Juan Diego en santo.

En tanto, uno de los postuladores de la causa de Juan Diego y especialista del tema en la Arquidiócesis de México, José Luis Guerrero, subrayó que la carta de Schulenburg y los presbíteros Manuel Olimón, Carlos Warnholtz y Esteban Martínez tiene fecha de 3 de diciembre pasado; es decir, 17 días antes de que el Papa firmara el decreto de reconocimiento del milagro atribuido al indio del Tepeyac. De ello se deduce que Juan Pablo II la tomó en cuenta y, ante la falta de argumentos y aportaciones nuevas al proceso, decidió firmar el decreto.

Guerrero señaló que las razones que los firmantes de la carta aducen para su oposición no son sino reiterar que ellos y otras personas no están convencidos de que las pruebas aportadas para probar su historicidad sean suficientes.

"Así, habiendo el Papa firmado el decreto de aprobación del milagro del beato Juan Diego, para un católico creyente ya el caso no está sujeto a debate, puesto que trata de un testimonio del propio Dios", dijo la Arquidiócesis de México, a través de su especialista en la postulación de la causa de Juan Diego.

Se estima que Juan Pablo II llegue a México el próximo 28 de julio, tras asistir en Toronto, Canadá, a la Jornada Mundial de la Juventud