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México D.F. Miércoles 23 de enero de 2002

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Ť El asesinato de Daniel no tiene indicios políticos: Cardoso

Denuncia el izquierdista Lula da Silva amenazas de muerte en Brasil

DPA

Brasilia, 22 de enero. Poco después de salir de su encuentro con el presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso, el líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inacio Lula da Silva, afirmó que él y el diputado José Genoino recibieron hoy sendas cartas con amenazas de muerte.

El mensaje a Genoino, quien es también candidato a la gobernación del estado de Sao Paulo en las elecciones de octubre, que fue recibido por correo electrónico, reza: "Usted va amorir, su fin está próximo, es el siguiente en la lista, no le servirá de nada pedir ayuda". Lo firma una bsb01-141455-pihdesconocida Fuerza Armada Revolucionaria Brasileña.

Lula visitó, junto con el presidente del PT, José Dirceu, al mandatario para tratar el tema de la violencia, luego que su asesor electoral y alcalde petista, Celso Daniel, fuera acribillado a balazos el pasado fin de semana, convirtiéndose en el segundo alcalde de ese partido izquierdista en ser asesinado en los últimos meses.

Dirceu, por su parte, declaró que "es preciso organizar a la policía para que haya seguridad pública", y agregó que el gobierno federal y las gobernaciones de los estados pueden actuar juntos, pues "la falta de control en venta de armas es un verdadero escándalo". Según él, "aumentar las penas y reformar los presidios no resuelve el problema de la criminalidad, sino que es preciso que haya una política de formación de policías y un salario mínimo decente".

Por su lado, Cardoso djio que no hay indicios hasta ahora de que el asesinato de Daniel tuviera motivaciones políticas, pero Lula reiteró que el crimen "no fue casual".

Cardoso no adelantó ninguna medida contra la violencia, aunque en su programa de radio habló del empeño del gobierno en "una guerra contra el crimen", y anunció la creación de una "fuerza de tarea" formada por miembros de la policía federal, policía civil y militarizada de los estados, la oficina de impuestos de renta y el Banco Central.

En París, el Partido Socialista condenó con "firmeza" el asesinato de Daniel. "Los nostálgicos de la dictadura no deben gozar de ninguna impunidad. La credibilidad democrática de Brasil está en juego", dijo en un comunicado.