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Washington, 21 de enero. A continuación, los perfiles de los principales personajes involucrados en la creciente saga política y financiera del colapsado gigante mayorista de energía Enron Corp. y de la criticada firma de auditores Andersen.
Kenneth
Lay: Edad, 59 años. Consecutivamente presidente y presidente
ejecutivo de la compañía desde que fue creada con la fusión
entre Houston Natural Gas e Internorth en 1986, excepto por seis meses,
cuando entregó las funciones de presidente ejecutivo a su protegido
Jeffrey Skilling. A Lay y Skilling se les reconoce por haber transformado
a Enron en el líder mundial de operaciones de corretaje de gas y
de energía. Lay, con un doctorado en economía, trabajó
en Washington en la Comisión Federal de Regulación de Energía
y fue subsecretario de Energía en el Departamento del Interior durante
el gobierno del ex presidente Richard Nixon. Lay es amigo del presidente
George W. Bush y ha asesorado a la Casa Blanca en materia de política
energética.
Jeffrey Skilling: Edad 48. Renunció en agosto de 2001, seis meses después de asumir la presidencia ejecutiva de la compañía que ayudó a construir por más de una década. Se unió a Enron en 1990, tras trabajar junto a Lay como consultor de la firma McKinsey and Co. Graduado de la Escuela de Negocios de Harvard, Skilling trabajó como banquero antes de ingresar en McKinsey. Se le reconoce por la creación del primer contrato a futuro de gas natural sobre el cual Enron construyó su imperio en los desregulados mercados de energía. Visto por mucho tiempo como el heredero de Lay y el poder detrás del trono, Skilling atribuyó su abrupta separación del cargo a problemas personales. No obstante, reconoció posteriormente que se sentía presionado por la caída en los precios de las acciones de la compañía. Niega haber realizado acciones indebidas e insiste en que la compañía se encontraba en excelente estado cuando se retiró.
Andrew
Fastow: Edad 39. Presidente de finanzas que fue cesado en octubre tras
revelar que manejó asociaciones no registradas en libros que condujeron
a la pérdida de mil 200 millones de dólares en el patrimonio
de los accionistas. Ganó unos 30 millones de dólares como
socio gerente, adicionales a su salario en Enron. Su perspicacia en la
creación de las operaciones no registradas en libros que mantenían
las deudas fuera de los estados de cuenta de Enron fue celebrada por sus
colegas en la comunidad financiera, pero también llamó la
atención de los investigadores de la Comisión de Valores
ante un posible conflicto de intereses. El tema también es investigado
por el Departamento de Justicia.
Jeffrey McMahon: Edad 41. Remplazó a Fastow como presidente de Finanzas y desde entonces ha sido el principal rostro público de Enron. Contador público, entró a Enron en 1994 como presidente de Finanzas de las Operaciones Europeas de Enron. Regresó a Estados Unidos en 1997 y se convirtió en tesorero en la época de Fastow. Solicitó un cambio de puesto en 1999, después de presuntamente quejarse ante Skilling del manejo de las asociaciones que Fastow realizaba y ser criticado por ello. Encabezó la unidad de Negocios de Comercio Electrónico y después la unidad de Mercados Industriales, hasta que fue nombrado presidente de Finanzas.
Joseph
Lieberman: Senador, uno de los principales críticos en la Cámara
Alta de los vínculos del gobierno de Bush con Enron. Realiza una
audiencia sobre el colapso del gigante energético. El demócrata
de Connecticut es mejor conocido por haber sido compañero de fórmula
de Al Gore en las elecciones presidenciales de 2000. Lieberman, quien disfruta
de la reputación de ser franco e íntegro, rápidamente
se convirtió en un aval clave durante la campaña presidencial
de Gore. Previamente, Lieberman era conocido por denunciar que las relaciones
del entonces presidente Bill Clinton con la pasante de la Casa Blanca,
Monica Lewinsky, eran moralmente incorrectas.
Harvey
Pitt: Un ex abogado de Wall Street, está a cargo de la Comisión
de Valores, entidad que actualmente investiga el caso de Enron. Es una
figura controversial en el caso, porque cuando ejercía como abogado
privado representó a las grandes compañías de auditoría,
incluido el ex auditor de Enron, Arthur Andersen. Desde que asumió
el timón de la Comisión de Valores, sus críticos lo
han acusado de ser menos enérgico a la hora de regular la industria
de servicios financieros, señalamiento que él niega.
Henry
Waxman: El más activo integrante demócrata de la Cámara
de Representantes en atacar al gobierno de Bush por el caso de Enron. El
legislador del estado de California ha acusado al presidente de Enron de
engañar a los empleados al decirles que esperaba que el precio de
las acciones de la compañía subieran de pocas semanas antes
de que éstas se colapsaran. Waxman ha sido uno de los personajes
más visibles de la Cámara Baja por más de 20 años.
John
Ashcroft: El procurador general está al timón del Departamento
de Justicia, el cual inició una investigación delictiva a
Enron. No obstante, el republicano Ashcroft no está involucrado
personalmente en la investigación, ya que había recibido
en el pasado financiamiento de la compañía para sus campañas.
El nombramiento de Ashcroft, ex senador y gobernador de Missouri, fue uno
de los más polémicos realizados por Bush. Fue ampliamente
criticado en la audiencia del Senado para confirmar su nombramiento debido
a su posición contra el aborto y a favor de los derechos de poseer
armas.
Robert Bennett: El principal abogado de Enron en Washington. Es mejor conocido por su defensa del ex presidente Bill Clinton en el caso de acoso sexual planteado por Paula Jones. Es considerado uno de los superabogados de Washington debido a sus formidables habilidades en la Corte, su conocimiento en el manejo de las relaciones con los medios de comunicación y sus acertados instintos políticos. Graduado en las universidades de Georgetown y Harvard, también es conocido por tener éxito en la obtención de un perdón del presidente George Bush para el ex secretario de Defensa, Caspar Weinberger, en el caso Irán-contras.
Paul Sarbanes: Senador demócrata que preside la Comisión Bancaria de la Cámara Alta, la cual está investigando el colapso de Enron. Argumentando que "han proliferado costosas irregularidades de contabilidad", pidió al brazo investigador del Congreso que evalúe las leyes que rigen las inversiones en acciones de fondos de retiro, como los planes 401 (k), además de la forma en la que las compañías reportan sus estados financieros.
Joseph
Berardino: Fue nombrado presidente ejecutivo de Andersen en enero de
2001, poco después de que la firma completara una agria separación
de su unidad de consultoría. Berardino encabeza los esfuerzos de
la compañía por restaurar su golpeada credibilidad y testificó
ante el Congreso en diciembre. Recientemente envió un mensaje a
clientes para tratar de apaciguar dudas. Berardino ha calificado el colapso
de Enron como debacle económica desprovista de prácticas
ilegales.
David Duncan: Socio principal de Andersen en la cuenta de Enron. La firma de auditoría dijo el 15 de enero que despidió a Duncan por presuntamente ordenar la rápida destrucción de documentos una vez que se enteró que éstos eran solicitados por funcionarios de la Comisión de Valores que investigaban los reportes financieros de Enron. Un abogado de Duncan dijo que su cliente no hizo nada indebido y que simplemente estaba siguiendo las instrucciones de un abogado de Andersen.