Ť El cardenal Etchegaray llama a empresarios a no desilusionarse con las malas noticias

Reforma fiscal, aborto que incumple expectativas: IP

Ť El impuesto a nóminas puede hacer que volvamos al pago a cuenta de raya, dice la Cusem

TRIUNFO ELIZALDE

Los representantes del sector industrial deben practicar la caridad, "pero no en el sentido de dar limosna a sus semejantes, sino con la finalidad de que los trabajadores sean tratados como seres humanos", dijo ayer el cardenal Roger Etchegaray a 21 empresarios de la Confederación de Uniones Sociales de Empresarios (Cusem).

En reunión a puerta cerrada con miembros del sector privado, en el Club Internacional de Empresarios, del Aeropuerto de la Ciudad de México, Etchegaray exhortó a los hombres de empresa a conducirse con "responsabilidad social e impulsar la solidaridad en favor de la clase trabajadora".

Dijo que el segmento patronal no debe desilusionarse con los problemas y las malas noticias del pasado primero de enero, cuando se aprobó la reforma fiscal, "pues los hombres de negocios deben ver hacia el futuro y tener la esperanza de que se avecinan cosas y tiempos mejores".

Por su parte, Javier Solana Rivero, presidente de la Cusem, luego del desayuno con el presidente de la Comisión Pontificia de Justicia y Paz del Vaticano, comentó que con la aprobación de la reforma hacendaria "los legisladores no han concluido su labor, ya que la nueva normatividad debe ser modificada porque es confusa y su aplicación puede generar discrecionalidad, corrupción y mayor evasión fiscal".

Desde su punto de vista, la miscelánea fiscal "es un aborto que no cumple con lo que esperaban los mexicanos, y la complejidad para entenderla no permitirá captar de manera fácil los recursos", además de que "podría ocasionar que por cubrir el gravamen a las nóminas, éstas no se liquiden completas o que se recurra al pago a cuenta de raya".

Para el líder de la Cusem, "los legisladores tienen que aclarar los errores que cometieron al elaborar la miscelánea fiscal tan apresuradamente". Puntualizó que cuando las leyes son complejas son difíciles de cumplir, sin embargo, considera que por lo que a los empresarios toca, "ellos deben acatar las nuevas disposiciones aunque no sean muy claras y ante un panorama adverso de la economía mundial".