Lunes 14 de enero de
2002 |
n Promoverá la revisión del Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa |
Urge la búsqueda de fuentes de financiamiento para el sector educativo, insiste Sánchez Anaya |
Fabián Robles Medrano / I n |
Alfonso Sánchez Anaya le ganó el combate, mas no la guerra, a Vicente Fox Quesada y logró arrancarle un adelanto de 160 millones de pesos para cubrir, en parte, el déficit que arrastra el sector educativo local, calculado en más de 400 millones. Victorioso, ahora el gobernador del estado de Tlaxcala aprovechará esta coyuntura para "continuar por este camino" que lleve a la revisión del Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa, al replanteamiento del proyecto educativo nacional y a la búsqueda de canales de financiamiento. |
"Tlaxcala, sin
lugar a dudas, dio un paso importante, difícil, muy
difícil. Afortunadamente, estamos saliendo adelante y
una vez dado el primer paso hay que continuar por este
camino y avanzar", advierte en entrevista con La
Jornada de Oriente. Más de un año le llevó a Sánchez Anaya conseguir que la Federación diera respuesta a su demanda de apoyar en la solución del déficit que arrastra la entidad desde 1992, tras la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación, que devino en la transferencia de más de 13 mil docentes federados al gobierno local y en la contratación de muchos maestros bajo el régimen de honorarios, y la creación de plazas sin el debido soporte presupuestal. El origen de ese déficit -según el mismo mandatario- se debe a que "no se presupuestó en seis años (el pago a todos esos docentes), se acumuló el déficit que la Federación cubría, primero, con ampliaciones al presupuesto en los años de 1993, 94 y 95; en 1996, 97, 98 y 99 (lo resolvió) con anticipos a cargo del presupuesto del año siguiente. Con el gobierno de (Vicente) Fox lo eliminan, quitan ese anticipo y no dan ampliación". Desde el inicio de su gestión, el gobernador planteó el asunto a los entonces secretarios de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José çngel Gurría Treviño, y de Educación Pública (SEP), Miguel Limón Rojas. Entonces se integró una comisión para buscar alternativas, "pero no sucedió nada, aunque daban los recursos. Pero a mí me pareció irregular (la decisión) y le dije a (José çngel) Gurría que me parecía un juego peligroso, porque no tenía la transparencia que debía tener". Días después de ungido Vicente Fox, el titular del Ejecutivo local buscó un nuevo acercamiento, ahora con el actual titular de la SHCP, Francisco Gil Díaz, quien "me dijo: todavía no tengo presupuesto, hasta enero (de 2001)". A partir de entonces, inició el estira y afloja. Durante los últimos 12 meses hubo más de una veintena de reuniones, lo mismo con el presidente de la República que con varios de sus cercanos colaboradores, pero el resultado fue siempre el mismo: sólo prometían ayuda, pero no la hacían realidad. La espera y las promesas incumplidas desesperaron al gobernador de Tlaxcala quien, el pasado 3 de diciembre, decidió "regresarle" a la Federación la parte del sector educativo que le fue transferida a la administración local, ante la imposibilidad de cubrir los salarios y otras prestaciones del magisterio local. El "atrevimiento" de Sánchez Anaya, fue un ejemplo a seguir por el gobernador de Oaxaca, José Murat, quien también amagó con devolver los servicios educativos a la Federación. Entonces, la administración foxista consideró al mandatario tlaxcalteca como el impulsor de un movimiento opositor. "¡Yo no encabezo ninguna necedad (sic)! ¡Jamás abanderamos una lucha en contra del gobierno federal! Defendemos una causa plenamente justificada. Confío en que haya madurez en el gobierno federal, y que así se entienda. La Federación no accedería a concederle un capricho a un gobernador. Saben que hay razón. La buena relación entre los tres niveles de gobierno es una obligación. Cada quien debe cumplir con sus atribuciones que marca la ley. No es si queremos o no tener buena relación". Sin embargo, la presión ejercida por el gobernador perredista ya rindió sus frutos: Antes del 20 de enero próximo, la Federación se comprometió a entregarle un anticipo presupuestal por 160 millones de pesos; 140 de ellos procederán de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el resto de la Secretaría de Educación Pública (SEP). -A pesar de ese compromiso, existe el antecedente de otras promesas incumplidas por el gobierno de Vicente Fox. ¿Aun así hay confianza? -Alguien me decía hoy que sería conveniente hacer un reconocimiento a la buena voluntad de la Federación para resolver el problema de Tlaxcala, y yo digo que con mucho gusto lo vamos a hacer... cuando tengamos los recursos en Tlaxcala (ríe). -Pero ese adelanto no resuelve definitivamente el déficit, pues se regresa al mismo esquema de los gobiernos federales priistas... -Resuelve el problema urgente, pero no de manera definitiva, por eso es que planteamos la revisión presupuestal por parte de la SEP y del estado. Una vez hechas las revisiones, vamos a reunirnos y decir qué debemos hacer éste y los dos años siguientes, nada más en el tema de financiamiento estatal. Pero esto debe ir aparejado a la revisión del Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa, para que ahí quede incluido cuál es el procedimiento y los mecanismos para solucionar la falta de financiamiento, además de otros aspectos relacionados con el proyecto educativo local y nacional. -¿Se descarta, entonces, el litigio con el gobierno federal? -Sí, se descarta. Tenemos ofrecidos los recursos y una vez que los tengamos será la corroboración y la comprobación de que no solamente hay voluntad sino que esto se refleja en los hechos. Esos recursos nos permitirán pagar un crédito bancario de 150 millones de pesos que solicitamos para pagar, en diciembre pasado, a los maestros sus salarios y prestaciones de fin de año. Pero quedan pendientes todavía 118 millones. Insiste: "El Acuerdo debe revisarse porque tiene vacíos. No especifica con claridad si hay alguna cantidad que deba destinarse al mantenimiento y equipamiento de escuelas, así como a la construcción de nuevos planteles, y ni siquiera se refiere a la negociación de los pliegos petitorios (con el magisterio). En una segunda etapa vamos a proponer a la SEP la revisión y actualización del acuerdo por el cual descentralizan los servicios educativos, para que ya quede especificado con mucha claridad qué aporta la Federación y qué el estado, no sólo este año sino en los sucesivos". Sánchez Anaya agrega: "La parte fundamental es que éste es un problema de financiamiento para el sector educativo nacional, no sólo para Tlaxcala, y ello implica la búsqueda de fuentes de financiamiento y la definición de un proyecto para elevar la calidad de la educación que incluya los propósitos a corto, mediano y largo plazo. El acuerdo se tiene que revisar para que esté vigente. -Esto permitiría solucionar los vacíos que tiene ese documento, pero ¿cuándo podrían iniciar el proceso de revisión? -Permitiría solucionarlos y además tener certidumbre y claridad en todo el país. Sería una aportación del estado de Tlaxcala. Primero debemos esperar a que cumpla la Federación. Hay una fecha límite que es el día 20. Lo primero es que ese día estén aquí los 160 millones de pesos y una vez que se cumpla esa parte ya podríamos iniciar contacto con la SEP para pasar a la segunda etapa que podría ser en febrero. -¿Qué alternativas para conseguir financiamiento plantearía su gobierno? -La actual reforma fiscal es incompleta e insuficiente, como señaló el presidente. Seguro que continuará un esfuerzo a nivel de los municipios, o deberá de hacerse un esfuerzo de los tres niveles para obtener más recursos. La otra es la desconcentración de facultades de la Federación, de los estados, y de nosotros a los municipios para fortalecer el Pacto Federal y de ahí obtener financiamiento. Dentro de la negociación presupuestal que se haga el año entrante, debería existir un paquete presupuestal especial para el financiamiento de la educación. Es decir, darle prioridad a la educación sobre otros temas en los que tengan que invertir el gobierno federal y los gobiernos estatales. Apunta: "La intención es que quien me suceda no se encuentre con una deuda de un día para otro y que no se ha podido atender con las finanzas del estado de Tlaxcala. La lucha es a favor de los maestros, de cuidar sus derechos y no afectarlos, pero necesariamente debe haber solidaridad. Espero que haya quedado claro en el magisterio de Tlaxcala el enorme esfuerzo que está haciendo el pueblo (para pagarles). Se requiere del trabajo, compromiso y responsabilidad de todos los docentes, y de sus representantes sindicales, para que haya plena correspondencia. |