Lunes 14 de enero de
2002 |
n Intimidación, intento de sobornos y represión cometió en el periodo de Piña Olaya |
El regreso de Esteban Morelos servirá para cometer despojos en Tepeaca: Beristáin |
q En el gobierno, funcionarios encargados de expropiaciones hace dos sexenios |
Fermín García / Ignacio Juárez n |
A principios de
julio de 1991, Alberto Esteban Morelos se presentó con
María de los çngeles Flores de Beristáin y le dijo a
bocajarro: "O me vendes tu casa o antes de 15 días
la vamos a tirar. Esta zona va a ser expropiada". El
día 26 del mismo mes se cumplió la amenaza, la vivienda
fue derribada por granaderos de la Policía Estatal sin
que mediara un recurso legal y sin que lo moradores
tuvieran la oportunidad de sacar sus pertenencias. ısa es la primera estampa que de inmediato recuerda Horacio Beristáin -hijo de çngeles Flores- cuando se le pregunta por Alberto Esteban Morelos, quien ese fatídico 26 junio de 1991 era director general de Gobierno en la administración del entonces gobernador Mariano Piña Olaya. Ahora, ha retornado al servicio público como subsecretario de Enlace Institucional y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, nombramiento que recibió el pasado 7 de enero. Alberto Esteban Morelos, según se documenta en diferentes números de La Jornada de Oriente entre los años de 1991 y 1992, tiene en su haber una larga lista de acusaciones y denuncias de comisarios ejidales, pobladores afectados con las expropiaciones de la zona conocida como Angelópolis, priistas y ejidatarios cuando fungió como funcionario en el gobierno piñaolayista, primero como director general de Gobierno y después como director del Instituto Poblano de la Vivienda. Intimidación, invasión de terrenos ejidales, presuntos sobornos, desacato a ordenamientos de jueces federales, represión, hostigamiento, presiones contra ejidatarios, falta de cumplimiento de compromisos previamente pactados, son algunos de los señalamientos contra el viejo militante priista. -¿A qué ha regresado Alberto Esteban? -pregunta el reportero a Horacio Beristáin, quien en el sexenio antepasado encabezó la lucha de ejidatarios contra la expropiación de mil 82 hectáreas que forman parte de la reserva Atlixcáyotl-Quetzalcóatl. Beristáin no duda en su respuesta: Esteban Morelos es experto "en presionar y engañar, así como en negociar. ıl sabe cómo hablarle a los campesinos". Así como su misión en el sexenio antepasado fue quitar sus tierras a agricultores de San Andrés Cholula, Tlaxcalancingo, Chautenco, Momoxpan y San Francisco Ocotlán, ahora seguramente su encomienda será hacer lo mismo con los campesinos de las regiones de Tepeaca y Tecamachalco que se han negado a vender sus tierras al Proyecto Milenium. Aunque hay otra explicación más de fondo, abunda Beristáin: Alberto Esteban Morelos, junto con el actual secretario de Gobernación, Héctor Jiménez y Meneses, y el director de Investigaciones Políticas, José Ventura Rodríguez Verdín, pertenecen al grupo político Huauchinango, mismo en el que se apoyó Piña Olaya para gobernar. Hoy, de nuevo, Jiménez, Esteban y Verdín están juntos en la cúpula del gobierno del estado. En posiciones similares a la que ocuparon cuando se hicieron cargo de las expropiaciones con Piña Olaya. Pareciera que el gobernador Melquiades Morales Flores sirve a los intereses del grupo Huauchinango, que dirige la familia Jiménez Morales, considera el entrevistado. El derrumbe En 1996 la familia Beristáin Flores
tenía una propiedad en el ejido de San Bernardino
Tlaxcalancingo. Era una hectárea, en la que habían
construido una casa de 200 metros cuadrados. A principios
de junio de 1996 se presentó Alberto Esteban Morelos
para amenazar a María de los çngeles Flores de
Beristáin con la siguiente consigna: Tenía que vender o
en unos 15 días la vivienda sería derrumbada, ya que
estaba dentro de un área que sería expropiada. El historial En el tiempo en que Alberto Esteban
Morelos estuvo relacionado con el proceso de
expropiación de las mil 82 hectáreas, más de una
ocasión se escucharon las voces que protesta de
comisarios ejidales, pobladores de la colonias
Ampliación Concepción Guadalupe, Las Lajas y San Miguel
la Rosa por los reiterados actos de intimidación y
hostigamiento en su contra, iniciados con la única
finalidad de obligarlos a vender sus tierras. |