Los extraños
manejos de Yitani Damián en el Libanés
José Yitani
Damián, comerciante en refacciones automotrices
y pipas de agua, quien no debe confundirse con su
primo, José Yitani Maccise, bonetero y dirigente
del Centro Empresarial, tiene ahora como más
reciente objetivo en su vida ser presidente de la
Cámara de Comercio de Puebla.
Sin embargo, muchos de sus camaradas
empresariales, aún de la propia colonia
libanesa, a la que pertenece, están preocupados
por que llegue a conseguir el cargo. Ya pasó J.
Y. Damián por querer inventar un "semáforo
volcánico" imposible de realizar, amparado
por una singular encuesta en la que inventó sus
muestreos y preguntó a los habitantes de
Zavaleta y Bosques de San Sebastián si querían
evacuar en caso de erupción, cuando no están en
zona de riesgo.
Ahora, desde las entrañas mismas de sus
organizaciones empresariales y del Centro
Libanés, hacen correr informes sobre actividades
que lo descalificarían para ocupar cualquier
cargo de representación, aun el de representante
de manzana. Un documento que obra en nuestro
poder, anónimo desde luego, dice que el tal J.
Y. Damián contrata los servicios de un
maravilloso proveedor del aquel centro que no
tiene otro cliente que el propio Libanés. El
titular de esta empresa es Alejandro Antuñano
Milán, al que los señaladores señalan como
prestanombres del aspirante a representante de
los revendedores de la ciudad.
El texto dice que las facturas tienen una fecha
de "08/03/2001 de la 001 a la 100 se pagaron
facturas consecutivas casi al 100% siendo el
único cliente el Libanés; no se tienen
cotizaciones de varios proveedores; dirección
del proveedor 5 sur 104 Col. Centro (a dos casas
|
del domicilio del tal Damián); el
proveedor no entrega las facturas, no recoge los
contrarecibos, no firma las pólizas de cheque de
recibido (sic) (...) se pagaron juegos de
papelería, tambos de pintura, herramienta, tubos
de acero, de carbón, adaptadores de teléfono,
discos de corte, escalera de aluminio, botellas
herméticas, focos, vaporeras, duela de cedro,
impermeabilizantes, álbum de fotos, asnillas,
máquina de dobladillo de manteles redondos,
aspiradoras, refractarios, solventes, libretas,
corte y confección de manteles, tabiques,
ángulos."
Otras gracias narradas en este papel son la
factura única de una compañía que se fundó en
julio de 2001 para remodelar el Salón Biblos,
sin cotizaciones comparativas; gastos sin
comprobar del interfecto; dobles folios de las
comandas y falta de registros de la contabilidad.
Los señaladores que señalan a J. Y. Damián
como malversador agregan que, además, en el
Libanés se consume un número enorme de pipas de
agua, cuando hay un pozo propio y tienen servicio
de SOAPAP, y ello es también negocio de la
administración en turno.
A uno qué le importa lo que hagan los socios del
Libanés. Dicen que entre gitanos no se leen las
manos. Quién sabe si esto, además, es verdad.
Dicen también que la empresa Price Waterhouse
hizo una auditoría que reflejó estas y otras
anomalías, lo que da pistas para el encuentro
con la verosimilitud.
Lo trascendente es que quien ocupe la Canaco
jugará un papel en la política local y nacional
que a todos afecta; es un asunto público, pues,
y es ahí donde conviene opinar. Incluso, desde
sectores de PRI y gubernamentales, también le
imputan al seudoecologista (porque dirige el
autodenominado Movimiento Ecologista Mexicano) el
padrinazgo de Jesús Morales Flores, que, como
todos saben, es el fantasma que recorre las
oficinas del gobierno |
y los cafés poblanos como
el autor de todos los nombramientos recientes en
el equipo de su hermano (Esteban Morelos, Carlos
Palafox y hasta los próximos de Julián y Nacer
y demás). Quizá él mismo hizo correr ese
rumor, para acreditarse entre algunas plumas
mercenarias.
En fin, ya se verá. Pero si el señor J. Y.
Damián quiere alegar, que vaya primero al
interior de sus núcleos de acción y luego que
presente bien las cuentas a los socios del
célebre club del bulevar Hermanos Serdán,
donde, dicho sea de paso, se hacen unos bufetes
contraindicados por los nutriólogos de todo el
planeta, es decir, buenísimos.
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