El nopal, conocido y utilizado por los mexicanos desde la antigüedad e incluso símbolo nacional, resurge hoy como una alternativa alimenticia y económica para países que sufren condiciones climáticas adversas e insuficiencia de recursos naturales como el agua y tierras cultivables.

Tal es el caso de Israel, donde el estudio de distintas familias de cactáceas y su aprovechamiento es un tema de investigación e interés nacionales.

Yosef Mizrahi, investigador de la Universidad Ben Gurion de Negev, Israel, en entrevista para La Jornada advierte que en su país es muy limitada el agua para la agricultura y la que se utiliza es reciclada, por lo que es vital el conocimiento sobre especies que sobrevivan en condiciones adversas.

Por ello, las visitas a México, "donde se encuentra el mayor conocimiento sobre estas especies", son frecuentes por los interesados en el tema. Desafortunadamente, subraya Mizrahi, "la mayoría de las publicaciones del área se hacen en español, por lo que el intercambio con la comunidad científica internacional es poco y no se ha avanzado lo suficiente".

Entre las razones por las que los investigadores ven en las cactáceas una de las especies con mayor potencial en el mercado, explica el especialista, está su gran adaptabilidad al clima y su variedad de usos como base alimenticia del humano, medicina alternativa, fuente de colorantes, sustancias útiles industrialmente, para la recomposición de suelos, como alimento animal y como productor fruta. Desgraciadamente, refiere el doctor Yoseph Mizrahi, muchas especies de cactos con potencial agrícola son dañadas por las bajas temperaturas y la salinidad de los suelos, pero la mayoría muestra una adaptabilidad magnífica a distintas condiciones.

El problema es, expresa Mizrahi, que aun cuando en México estas plantas son muy conocidas y su consumo es común, no se concede mucha atención a su potencial económico.

En Israel, señala, las cactáceas son consideradas como "nuevas especies" que empiezan a competir con otros sistemas agrícolas exitosos ya existentes. Por ejemplo, sostiene el investigador, en Sudáfrica la tuna o con pera de cactos compite en cuanto a consumo y demanda con cosechas establecidas de huerto o las adopciones en Europa del kiwi y en Nueva Zelanda del aguacate, que son ejemplos de cómo hay mercados disponibles para productos que usualmente no se consumían en la región.

Las cactáceas tienen una biología extraordinaria e interesante; sin embargo sólo pocos científicos fuera de México han hecho investigación sobre sus notables mecanismos de crecimiento y sobrevivencia en los precarios ambientes en los que sobreviven, dice Mizrahi.

"A consecuencia de la falta de difusión, los recursos son asignados generalmente a las cosechas comunes ya establecidas, mientras las oportunidades para promover otras alternativas son casi nulas. Con la administración apropiada, agrega, los cactos pueden ser una fuente competitiva de comida, especialmente en lugares donde predomina la escasez.

De acuerdo con el investigador israelí, las cactáceas ofrecen oportunidades económicas a cada empresario dispuesto a desarrollar y capitalizar la creciente aceptación mundial de estos productos.

El especialista insiste en que este tipo de plantas son capaces de tolerar las condiciones climáticas ocasionadas por el calentamiento global que sufre la Tierra.

"Las cosechas de cactáceas pueden proporcionar una forma de diversificación para habilitar sistemas agrícolas sostenibles y ofrecer oportunidades comerciales" finalizó.