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Ť Nuestras pantallas están saturadas de
historias insulsas, pero se venden, agrega
El cine independiente suple con talento la carencia
de recursos, afirma Rafael Velasco
Ť La televisión en México es la mejor maquinaria
para destruir actores, señala
MIGUEL YEDRA ESPECIAL
Para el actor mexicano Rafael Velasco "hay un cine verdaderamente
interesante que se hace fuera de la industria; éste debe suplir
con talento, imaginación y corazón las carencias de medios.
El cine que está fuera de la industria no tiene el control de los
mecanismos de producción y distribución de las películas.
Ganador del Unicornio de Oro al mejor actor en el Festival
Internacional de Cine de Amiens, Francia, por su papel protágonico
en la cinta El sueño del caimán, dirigida por Roberto
Gómez y producida por México y España, y por la que
también logró una mención en el certamen de La Habana.
Rafael Velasco agrega que "el cine independiente ha empezado a sonar por
el mundo; es común que llame la atención fuera del país
y después sean las productoras mexicanas las que empiezan a considerarlo.
Nuestras pantallas están saturadas de un cine de mala calidad, con
historias insulsas, mal dirigidas y mal actuadas, pero tienen la única
virtud de venderse y eso es lo que les interesa a los distribuidores".
La
trayectoria de Velasco en el cine incluye cintas como Solo, de Bert
Barba; El evangelio de las maravillas, de Ripstein; Los hijos
del viento (México-España), de José Miguel Juárez;
El último profeta y El gavilán de la sierra,
de Juan Antonio de la Riva, y Rito terminal, de Oscar Urrutia. Respecto
de El sueño del caimán afirma que es una de esas películas
que apuestan a la sencillez y la inteligencia y sale bien librada; "es
una historia que nos lleva por los caminos y anhelos de cuatro perdedores,
pero principalmente a cuestionar el mundo de las apariencias, donde las
cosas no son lo que vemos. Es un thriller sin investigador, es una
pieza con choque de géneros, hay gente buena que no lo es, hay malos
que a lo mejor lo son y ante todo están los sueños y el sueño
del caimán no es lo que aparenta y presiona para que los otros luchen
por los suyos."
Velasco declara que "se identifica con El sueño
del caimán, ya que, desde su perspectiva, hay veces que se gana
perdiendo", y, recuerda el poema de Itaca de Cavafis: "Pero lo que no debemos
perder es la capacidad para luchar por los sueños".
Egresado de la escuela de Arte Teatral del INBA, Velasco
tiene más de 30 años de experiencia en teatro, cine y televisión
la cual ha sido reconocida con diversas distinciones a los que se suma
el galardón de Francia. Director, maestro y actor, la cinta El
sueño del caimán, última en la que actuara Francisco
Rabal, y en la que alterna con Patricia Reyes Espíndola, Roberto
Cobos (El Calambres) y Patchi entre otros.
También promotor cultural, basa su trabajo en una
incansable búsqueda de la técnica actoral de la cual se declara
un eterno aprendiz: "Mi formación es profundamente teatral; en ella
he tenido la fortuna de conocer tres formas de acometer el problema de
la actuación con los maestros Dimitrio Sarrás, Juan Felipe
Preciado y Lee Strasberg. Ellos me aportaron las bases para elaborar mi
propia técnica. Sarrás y Preciado dominaban la forma, la
voz, el cuerpo; Strasberg trabajaba el interior, la memoria emotiva el
sentimiento del actor. Con ellos pude lograr un equilibrio, porque al final
lo importante de conocer las diferentes técnicas actorales es que
el actor construya su propia técnica; sin embargo, creo que la vida
misma y su observación es la mejor de las técnicas, es decir,
cuando el actor aprende a hacer de sí mismo un laboratorio donde
pueda hurgarse internamente y tiene el valor para enfrentarse a las zonas
oscuras de su personalidad, porque hay muchos aspectos que no permitimos
que afloren o se desarrollen.
"Uno de los problemas entre actores es la falta de comunicación
y todos creemos que detentamos la verdad, por eso creo que hace falta que
sepamos que el objetivo es lograr una actoralidad creíble, fresca,
sana. Actuar es un fenómeno de comunicación esto implica
hablar un lenguaje común, para que el sueño de la representación
signifique algo para todos."
La televisión es la mejor maquinaria para destruir
actores
Rafael Velasco ha sido profesor de acuación por
aproximadamente 26 años, actuado en 46, dirigido 28 obras de teatro
y varios programas de televisión, cuatro telenovelas, 14 películas
nacionales, dos estadunidenses y dos coproducciones México-España
vive con pasión e intensidad su profesión. Esto le ha llevado
a robarle un espacio a su vieja casona de la colonia Roma y construir un
pequeño foro, donde comparte sus conocimientos a principiantes y
actores en activo.
El actor confiesa que no le gusta como se hace la televisión
en México: "Mi formación es profundamente teatral y tuve
la oportunidad de estar en los ochenta con Lee Strasberg, en esas clases
nos hacían entender los detalles técnicos que debíamos
usar en los distintos medios, para lenguajes diferentes, lo mismo el teatro
que la televisión. Por eso no desprecio ningún medio, pero
debo confesar que no me gusta como se hace la televisión en México.
Creo, como muchos, que la mejor maquinaria que han inventado en este país
para destruir actores es la televisión y esto se debe al alto grado
de comercialización que impone una forma de trabajo, porque mientras
en Inglaterra tardan una semana para hacer un capítulo serial de
media hora, en México se tardan un día para realizar dos
o tres capítulos de la misma duración. Por eso creo que el
teatro es el ámbito más adecuado para que el actor crezca."