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ANDANZAS
Con el ojo en la cámara
Colombia Moya
ROCIO BECERRIL ES una de las poquísimas personas que en el panorama de la danza en este país posee la inquietud, la vocación y la pasión, no exentas de sacrificio e incomprensión, para ampliar el aspecto creativo de la danza y la coreografía a través del ojo de la cámara. Ella es, además de coreógrafa y bailarina, videoasta. El espectáculo coreográfico, La Llamada, con el grupo R+R y miembros del taller que dirigen en la Casa del Lago, ha reanudado sus presentaciones en dicho recinto con el apoyo de María del Carmen Carrara, directora de este tradicional centro de difusión de la cultura universitaria, el cual en sus presentaciones ha logrado un lleno total, pues evidentemente llama la atención.
LUEGO DE SU ESTANCIA en Canadá, donde adquirió la maestría en videodanza, su interés y dedicación por esta actividad, que ya había iniciado en TV UNAM, se incrementó de manera notable. Fue allá donde comparativamente a su trabajo en México se apercibió de los puntos débiles de esta vocación, así como del aprovechamiento de recursos hasta el más ínfimo detalle. Con una serie de realizaciones en video transmitidas por la televisión universitaria, dedicadas a personas de la danza y varios trabajos a manera de documental, Rocío Becerril se perfila hacia un trabajo de mayor producción y factura en el renglón videodanza. De plática ligera y agradable, esta inquieta creadora, trabajadora incansable, desarrolla de manera importante una tenaz labor docente en el Centro Nacional de las Artes, y con un interesante grupo de alumnos que tiene en el Ajusco, donde imparte sus conocimientos y experiencias en la creación del videoarte.
La incomprensión
BELLA Y AUDAZ, esta valiosa artista (la comprendo muy bien, pues realicé similar lucha por la producción de danza en la televisión mexicana) se desborda del marco de referencia "tradicional", o de los coreógrafos o de los videoastas, por lo que no siempre su trabajo ha sido valorado por algunos críticos de danza, si bien otros como el renombrado Carlos Ocampo -ya extinto- la apoyaron en sus inicios, con gran entusiasmo en la nueva brecha que indiscutiblemente ya se ha abierto en México. Es inegable que, en este país, escasamente es comprendida la proyección que el videarte, en este caso caso la videodanza, tiene, incluso no pocas veces se tilda de "loca" a quienes de manera multisdiciplinaria hemos apoyado la difusión de la cultura en nuevos campos, amén de los pocos recursos económicos que se destinan a tales esfuerzos. Artistas así, prácticamente deben despedazarse para subsistir, repartiendo su valioso tiempo en clases, ensayos y presentaciones de uno a otro extremo de la ciudad, en las inhóspitas rutas poco transitadas de la búsqueda y la creación. Afortunadamente, como ella misma lo menciona, TV UNAM le permite todo el espacio, máquinas y aparatos de edición para sus trabajos, sin los cuales prácticamente sería imposible la realización. Rocío Becerril, surgida de la facultad de economía y de los talleres de danza de la UNAM, así como alumna de Ludwing Margules en el Centro de Capacitación Cinematográfica, en el renglón de la dirección escénica y estudiosa del guión, sueña algún día realizar una película sobre danza.
MIENTRAS TANTO, la obra que presenta en la Casa del Lago es una propuesta dedicada únicamente a la experimentación coreográfica. Es prácticamente la materialización de una pintura del gran Delvaux, subrrealista Belga que Rocío traduce con todo el erotismo y misterio en La Llamada, obra que resulta de su acercamiento a la obra de dicho pintor, y como producto del trabajo de muchos meses en el Taller de Videodanza que dirige en la Casa del Lago.
La nueva generación
ROCIO BECERRIL es una persona que no hay que perder de vista. Valiosa y generosa, con coincidencias sorprendentes, a pesar de la distancia generacional de mi parte, está perfectamente clara del trabajo técnico y coreográfico que requiere la danza, el papel interpretativo del movimiento, su poesía y expresión, así como de la conjunción que de ésta y la cámara, ya sea de video o de cine, debe tenerse en el tiempo y el espacio. Rocío Becerril representa una nueva generación de creadores con un concepto enfilado hacia el futuro, con el valor, pasión y talento necesario para quienes quieren ampliar caminos nuevos en el arte. Mucho hay que hablar de ella y con ella, así como esperamos de ella. Mientras tanto, acérquese usted a la Casa del Lago a ver La Llamada, que a las 20 horas se presenta los viernes y sábados, 11, 12, 18, 19, 25 y 26 de enero, en la cual, sin dudarlo, la música de Gorecki con el cuarteto Kronos, de espléndidas resonancias, con interesante collage musical con compositores como el formidable jazzista Meredith Monk, Georges Crumb y el húngaro Istva Marta y Jon Hassell, le harán pasar una agradable velada. El abrigo es indispensable.