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Ť Desde 2000 no ha habido ejecuciones en la isla
Grupo disidente cubano pide a Castro eliminar la pena de muerte
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 9 de enero. Cuba mantiene en la práctica desde hace año y medio una moratoria a la aplicación de la pena de muerte, aseguró hoy la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), que pidió al gobierno del presidente Fidel Castro consolidar esa decisión con una reforma legal que elimine la sanción máxima.
Castro anunció en noviembre pasado que estudia la eventual eliminación de la pena de muerte, así como una reforma penitenciaria radical, que incluya la supresión masiva de prisiones y su remplazo por centros de reclusión abierta, al estilo de las actuales granjas carcelarias.
El grupo disidente entregó a la prensa extranjera un informe cuyo origen atribuyó a testimonios familiares de los sentenciados y dijo que ha intentado infructuosamente obtener datos oficiales. Según el censo empírico, no hay ejecuciones en la isla desde mediados de 2000, lo cual "representa un cambio muy importante y positivo" respecto de la práctica precedente de aplicaciones de la pena.
La virtual moratoria fue elogiada por Bélgica, durante su turno en la presidencia de la Unión Europea, en el segundo semestre de 2001, y fue uno de los factores que gravitaron en favor de la reanudación del diálogo político entre La Habana y el bloque comunitario, en diciembre pasado.
El comunicado conjunto del encuentro dijo que "la Unión Europea recordó su oposición general a la aplicación de la pena de muerte. La parte cubana expuso sus consideraciones al respecto".
Dos semanas antes Castro había dicho en un discurso: "Tenemos otras ideas que nos permitirán un día y por nuestra propia decisión abolir la pena capital. Y no por tener más o menos amigos, sino porque queremos conocer a los seres humanos".
En la misma ocasión el mandatario dibujó tácitamente un proyecto de reforma penitenciaria radical, basada en una amplia investigación científica sobre la conducta y que desembocaría en la eliminación gradual y parcial de las cárceles convencionales para instaurar mecanismos de reclusión flexible.
El informe de la Comisión, firmado por su presidente, Elizardo Sánchez Santa Cruz, presentó una lista de 49 sentenciados a muerte en una o varias instancias judiciales, que se encuentran recluidos en cárceles en 10 de las 14 provincias del país. De los condenados, 5 por ciento fueron hallados culpables de delitos políticos o contra la seguridad del Estado, mientras que la mayoría recibió la condena por delitos comunes con agravantes, como asesinato, robo con violencia o violación.
Entre los condenados están los salvadoreños Raúl Ernesto Cruz León y Otto René Rodríguez Llerena, autores materiales de atentados con explosivos a centros turísticos de La Habana en 1997, y el cubano Humberto Eladio Real Suárez, culpable de homicidio de un civil en un intento de incursión armada en la isla, procedente de Estados Unidos, en 1994.
La CCDHRN se quejó de que el gobierno tampoco ha facilitado informes en la materia a organismos humanitarios internacionales, y que la mayoría de los condenados están presos en "condiciones infrahumanas, crueles y degradantes".
"Exhortamos al gobierno de Cuba para que transite, lo antes posible, de la actual moratoria en la práctica a una moratoria de jure, que permita la inmediata conmutación de todas las penas de muerte pendientes, como única manera de poner fin a la cruel y cotidiana incertidumbre que sufren" los sentenciados, añadió.
La comisión citó los casos de los condenados a muerte Jorge Luis Rodríguez, recluido en el complejo penitenciario Combinado del Este, de La Habana, y Manuel Antonio Ulloa, de la prisión de Camagüey (centro-oriente), quienes "se amputaron las manos". También el de José Manuel Azán Rojas, preso en la cárcel de la oriental provincia de Las Tunas, quien "quedó ciego al vaciarse los ojos deliberadamente con un objeto puntiagudo".
"Tenemos noticias de otras mutilaciones o graves atentados cometidos contra sí mismos por condenados a muerte cubanos en fechas recientes, fenómeno que tiene mucho que ver con la atmósfera de tortura sicológica en que viven y el trato cruel que sufren", dijo también el informe.