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¤ Se presentará el 16 de enero en el Salón
21; La Barranca abrirá el concierto
Mi banda no es de vanguardia, sólo de música
que invita a pensar, dice Trey Gunn
¤ Amamos tocar en vivo porque nuestro principio
es la improvisación, señala
¤ Me siento orgulloso de haber actuado con algunos
de los mejores artistas del planeta, asegura
JUAN JOSE OLIVARES
Poder, simetría, improvisación, experimentación,
viajes musicales, son algunos de los elementos que refleja la música
de The Trey Gunn Band -cuyo fundador es Trey Gunn, miembro de la familia
King Crimson-, que el próximo 16 de enero a las 21 horas presentará
sus sonidos contemporáneos en el Salón 21, concierto que
será abierto por el introspectivo grupo mexicano La Barranca.
Trey
Gunn es líder de este innovador proyecto que algunos consideran
de fusión o rock progresivo avanzado, que se caracteriza por el
uso alucinante de dos touch guitars (intrumento de ocho y 10 cuerdas
que se asemeja a un laúd contemporáneo, creado por Mike Warr).
Es un músico-alquimista que ha experimentado, tanto en estudio como
en presentaciones en vivo, al lado de gente como Toni Childs, The Robert
Fripp String Quartet, David Sylvian, Michael Brook, John Paul Jones, Vernon
Raid, y por supuesto, con los miembros de la superbanda King Crimson (Fripp,
Masteloto y Below).
Entrevistado vía teléfonica desde su casa
en Seattle, el músico explica qué clase de grupo es The Trey
Gunn Band: "Básicamente somos un grupo de música instrumental
que desarrolla cierto tipo de rock. Estamos en el camino que nos ha llevado
el rock progresivo, el de una experimentación sonora de características
mundiales, pero que tiene como principio la improvisación, por eso
amamos tocar muchas veces en vivo".
Gunn sabe que hay poca información en México
sobre su proyecto por eso "regreso a este país -luego de tocar con
King Crimson- con mi banda para mostrar lo que estamos haciendo. Creo que
podemos sorprenderlos con lo que hacemos". Y no está muy alejado,
ya que desde 1992 con su disco como solista One thousand years,
Gunn muestra un trabajo etno contemporáneo y de experimentaciones
funk, en el que empiezan a combinarse la sonoridad de las cuerdas con la
de las tablas hindúes.
-¿Es la improvisación una característica
de la música contemporánea?
-No sé realmente que es lo que se considera como
música contemporánea. Es que la improvisación se ha
colocado como un elemento de algunas agrupaciones. Pero cabe decir que
no es el hecho de improvisar por improvisar, sino que se tiene que buscar
cierta armonía, cierto ritmo, ciertos rangos sonoros con la improvisación.
"Esta agrupación -argumenta Trey Gunn- no es de
vanguardia, es sólo de música que invita a pensar, a degustar.
Por eso amo tocar en vivo, porque es pura diversión, pura fuerza
y potencia".
Luego de One thousand years, vinieron otros álbumes
de igual o mayor dimensión hipnótica como Food for thought
and others viciuos, The magic if, The third star, Raw power: first of the
surfacing series, The joy of Molybdenum, y el más reciente trabajo
en vivo, Live encounter, sin mencionar sus múltiples trabajos
con otros músicos de eclecticidad suprema.
-¿Qué tan importante es trabajar con artistas
tan especiales?
-Adoro compartir sensibilidad con otros artistas. Puedo
sentirme orgulloso de haber tocado con algunos de los mejores músicos
del planeta. Me siento muy afortunado de tener este tipo de relaciones.
Entre giras con King Crimson y sus planes con otros músicos,
Trey encontró con la Trey Gunn Band, la parte de hacer música
que más le gusta: interpretar en vivo.
"Bueno,
he tocado mucha música durante mucho tiempo con mucha gente, pero
con estos tipos de la Trey Gunn Band (Joe Mendelson, el otro touch guitar;
Tony Geballe, guitarra eléctrica; y Bob Muller, batería y
percusiones africanas e hindúes) he tocado por diez años
y amamos interpretar en vivo. Es como nuestra característica. Lo
que pasa es que la música que hacemos creo no es muy usual, no tan
normal y eso me encanta".
-¿Por qué la inclusión de percusiones?
-Eso me parece que le da un toque funk a la banda. Las
percusiones imprimen un toque fresco. La tabla hindú, la tarbouka
suenan muy bien con las cuerdas, muy interesante y pueden producir ciertas
emociones, diferentes a las que producen sólo una banda de rock.
"Aunque lo más inusual ?agrega? es el instrumento
que toco, la touch guitar. Puedes tocar como una guitarra, puedes
tocar como un bajo; tiene un rango inmenso de sonidos, hasta como un teclado.
Somos dos tipos tocando este instrumento, uno de ocho y otro de diez cuerdas.
-Al recordar los títulos de algunos discos se cree
que el tiempo es un elemento importante para ti.
-No sé exactamente qué es el tiempo, pero
pienso que es lo que hace todo. Haces música en determinado tiempo,
tocas en un concierto en determinado tiempo... No sé, se ha hecho
una referencia importante en los textos de las rolas.
-Como banda de improvización, ¿cómo
conectan?
-Son ligas que se han hecho luego de tocar durante mucho
tiempo. Estos músicos son muy experimentados, han tocado también
con diferentes grupos y cuando lo hacemos juntos la armonía viene
natural.
-¿Tus trabajos pretenden ser viajes hipnóticos?
-Nuestros dicsos tiene algo de alqumia, algo de experimentación.
Todos son descubrimientos de nuevas cosas, son sueños. Y no hay
límites para crearlos.
-Para el próximo concierto ¿esperamos una
buena dosis de improvisación?
-Creo que será una combinación de este particular
de la banda y de algunas piezas que recientemente hemos compuesto sobre
música clásica. Tenemos otras piezas sobre música
africana y otras sobre la evolución del rock. Es muy probable que
improvisaremos. Será una operación compleja.
Para Trey Gunn, quizá la contribución de
su grupo es "el poder que irradían; nuestras audiencias son críticas
al principio, pero una vez que pasamos la prueba, nos aceptan tal y como
nos escuchamos".
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