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Luis Javier Garrido
El presupuesto
La realidad de lo que espera a los mexicanos en 2002 no
la pueden paliar la fraseología tecnocrática o las declaraciones
de Vicente Fox y es claro que el país en su conjunto va por una
pendiente hacia un empobrecimiento generalizado.
1. La discusión sobre si el paquete económico
para 2002 aprobado por los legisladores es bueno o malo para las clases
populares resulta ofensiva, pues es evidente que se perjudica al pueblo
cuando se produce un alza generalizada de precios, se gravan aún
más servicios y artículos de primera necesidad, como el Metro
y los refrescos, y por un año más, como en Argentina, se
va a hacer pagar a los que menos tienen la corrupción y la ineptitud
de los gobernantes.
2. El supuesto malestar ante el voto de los legisladores
de parte de las cúpulas de los organismos empresariales, siempre
contra cualquier gravamen fiscal, y de un Presidente que no halla cómo
justificar su ineptitud, no es más que eso: una evidencia de que
la voracidad del poder no tiene límites.
3. La estrategia de Los Pinos para enfrentar 2002
no es diferente de la utilizada en el año anterior, pues se basa
esencialmente en la propaganda tendiente a hacer creer a los mexicanos
que el fracaso de la administración Fox es responsabilidad tanto
de una serie de factores internacionales imprevisibles (la recesión
en Estados Unidos, el 11 de septiembre, la baja de los precios del petróleo
o la crisis argentina) como de la oposición interna de los partidos
políticos (que no le han aprobado a Fox tal cual sus iniciativas),
y no, como es el caso, a su propia incapacidad para entender que al proseguir
con los programas económicos que se aplican desde el salinismo se
están siguiendo políticas equivocadas para la nación,
como acontece con el caso de las reformas tributarias.
4. La principal mentira de Fox al seguir el consejo
de sus asesores y pretender una vez más salvar su imagen ante el
paquete financiero de 2002 es que éste le fue impuesto por el Congreso,
dominado supuestamente por la oposición, y que él queda parcialmente
maniatado para llevar a cabo imaginarios programas de beneficio social.
La realidad es otra, y a pesar de que los legisladores se negaron a votar
el IVA a medicinas y alimentos, Vicente Fox será el Presidente que
haya dispuesto en la historia mexicana de mayores recursos para gobernar
y, lo que es más grave, para disponer de los dineros con un gran
margen de discrecionalidad, no obstante que se pretenda haber hecho esfuerzos
para frenar esa práctica patrimonial.
5. Fox podrá por consiguiente, como lo hizo
en 2001, utilizar millones de pesos no para que el gobierno informe sobre
cuestiones de interés social, sino para promocionar su imagen personal,
para comprar el voto popular o para que sus familiares disfruten de amplios
recursos como en los años del priísmo, y puedan organizar
fastuosas fiestas con invitados de vuelo privado, como la de este fin de
año en Cancún (Milenio, 3 de enero).
6. Una ley, o los montos tributarios y la asignación
de recursos que se determinan cada año, no son por otra parte decisiones
que constituyan una responsabilidad exclusiva de lo legisladores, pues
el sistema constitucional mexicano hace copartícipe del proceso
legislativo al Ejecutivo, quien tiene en el mismo atribuciones de iniciativa
y de veto, además de que, como en cualquier régimen presidencial,
puede dialogar con los legisladores de cara al país, por lo que
es falaz la campaña que se está orquestando en los medios
para hacer creer que los responsables únicos del presupuesto, de
la ley de ingresos y de la miscelánea fiscal, y en consecuencia
de lo que acontezca en 2002, son los legisladores, cuando hubiese resultado
mucho más grave para el país que aprobaran las pretensiones
de Hacienda.
7. La tesis mentirosa que repite hasta la saciedad
el foxismo, de que ya hay democracia en México y que "el Presidente
propone y el Congreso dispone", es en consecuencia falsa por completo,
y Fox debería expresar por el contrario: "el Presidente propone,
y presiona y corrompe a los legisladores, hace acuerdos oscuros con los
partidos, y entre todos disponemos del futuro de México, como siempre
se ha hecho: a espaldas y en contra de los mexicanos."
8. El proyecto de Fox, ya se sabe, es el que han
dispuesto los organismos financieros internacionales, que supone un impuesto
generalizado al consumo y la entrega de los recursos básicos del
país a las trasnacionales -es decir el mismo que llevó a
la quiebra en 2001 a Argentina-, y cuyo objetivo principal es culminar
el proceso de desmantelamiento del Estado y de la nación que comenzaron
De la Madrid y Salinas y prosiguió Zedillo.
9. La embestida foxiana será ahora sobre
las industrias petrolera y eléctrica, tratando de modificar o incluso
de pasar por alto el marco legal del país, y ahí las resistencias
sociales van a ser determinantes.
10. La lección de este año de gobierno
es clara. Para que los mexicanos no tengan que ignorar las disposiciones
legislativas y administrativas del gobierno, como en Chiapas, cavar trincheras
como en San Salvador Atenco, o resistirse a pagar impuestos, urge un cambio
político en el país.
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