06an1esp ¤ Busca a la actriz que interprete Naná; "se carece de personajes eróticos en el medio" El sexo no ha tenido importancia en mi vida, asegura Irma Serrano ¤ "He hecho lo que se me ha pegado la gana... no creo que esto de ser artista sea lo máximo" ¤ Contenta por la reapertura de su teatro Fru Fru, afirma que se la pagará quien lo destruyó JUAN JOSE OLIVARES Luego de dar los toques finales a la remodelación de su teatro, el Fru Fru, Irma Serrano La Tigresa sigue en la búsqueda de la actriz que interprete la obra Naná (de Emilio Zolá) porque "se carece de personajes eróticos en el medio", y porque es la puesta con la que abrió el teatro que adquirió hace 30 años y fue la que le "dio nombre" y se mantuvo en cartelera alrededor de siete años. En entrevista, realizada en su alucinante casa-museo de las Lomas de Chapultepec poco antes de presentar a la prensa su Fru Fru remodelado, la artista comenta sobre su polémica vida. Dice ser una mujer solitaria y melancólica y que no se arrepiente de nada, ni de aventurarse a reabrir un teatro (templo del teatro de revista) con funciones diarias. "Hay que hacer algo por el teatro porque ya no es negocio, a menos que uno sea lavadinero, y yo ni mis calzones lavo." Insiste: "Creo que ahora sólo hay figuritas y todas se ven igual. Por ejemplo: fui a Televisa y me saludaron tres o cuatro niñas muy monas, pero no las distingo, no veo el sello personal, algo que llame la atención en alguna de ellas, que sea diferente; están tan flaquitas que algo de carnita no les haría mal. La Naná que quiero debe tener fuego". Sin añoranzas Contenta por la reapertura de su teatro y satisfecha porque en esta vida ha "hecho lo que le ha dado la gana", comenta que no tiene añoranza alguna: "La vida me ha tratado exageradamente bien porque la he medido. Los únicos pasos que no he medido son los míos porque en la calle seguido me tropiezo. Me caigo toda la vida porque tengo tobillos débiles; esos son los únicos malos pasos que he dado en mi vida. Si usted me pregunta de qué te arrepientes, le puedo decir que no me arrepiento de nada. Creo que fui bastante sabia para las circunstancias. Pido a la vida que me dé más tiempo de vivir". Personaje controvertido, Serrano argumenta que todo se le ha dado por las circunstancias: "Eso de la artisteada fue algo del destino. He hecho lo que se me ha pegado la gana, pero tampoco he brincado siempre de alegría de aquí al techo; soy una mujer solitaria y melancólica, individualista, por eso no creo que esto de ser artista sea lo máximo. Claro que hubieron cosas de las que me perdí, incluyendo el amor, pero cuidé tanto de mi ser que no era posible tener todo en la vida, que ésta te da cosas, pero te quita otras, quien no lo comprenda así está mal. Yo fui educada para las letras, para el periodismo; he estudiado muchas cosas que la gente no sabe. Soy de familia de letras, empezando por mi papá, el Chanti Serrano". -¿Hay un placer por encerrarse en una mística? -Hay un orgullo. Dentro del camino que he recorrido de mantener dos cosas que tengo por naturaleza: la soberbia (una soberbia sana que se muestra en los momentos difíciles) y la humildad (desde dormir en el suelo hasta ir al mercado con mis muchachas). Eso debe haber en cada humano. -¿Esa soberbia instintiva que pregona le sirve como caparazón para cubrirse? -Sí. Yo sufro por un ave herida, por un pobre. Odio la injusticia. Creo que no hay términos medios. Soy de pasiones. -¿Sacrificó amor por placer? -¿Cuál placer? -El carnal, el del deseo... -No. Es más, le enseñé a mi cuerpo a ser digno y aprendí a ser fría. No es que el amor, ese tierno, no lo considere necesario, pero hay otras cosas. En cuanto al sexo, éste no ha tenido importancia en mi vida. Jamás se me ha visto con un muchacho joven en una borrachera o en una pachanga. "Yo quería ser periodista" -¿Disfruta ser vista como un personaje polémico? -Como te repito, nunca me interesó ser artista; lo fui porque en ese momento sentí que era algo que se me presentaba y lo debía retomar. Yo quería ser periodista; fui muchas veces al Excélsior a pedir trabajo, pero la gente me decía: estás muy mona, ve mejor a pedir trabajo al teatro o al cine. -Entonces le fue fácil entrar al medio artístico. -No. Tuve dos y medio amores de mi vida. Uno de éstos me perjudicó porque no quería que yo cantara, porque la verdad no lo necesitaba, tenía más dinero que ahorita. Creo en el amor a la humanidad al prójimo... o en el odio, la rabia, el coraje, eso de que no me voy a morir sin despedazarte también lo creo porque soy de pasiones encontradas. Por eso, insiste, se las va a cobrar a los que "destruyeron con saña mi teatro". De su participación en cine, podemos decir (Breve historia del cine mexicano, de Emilio García Riera) que Irma Serrano fue dirigida por Francisco del Villar en El monasterio de los buitres (con Enrique Lizalde y Enrique Alvarez Félix). René Cardona Jr. la dirigió en La Martina (1971), en la que la actriz escribió el guión, y La tigresa (1973), que ella produjo. También llevó al cine Naná, que se estrenó en 1985 y estuvo dirigida primero por Roberto Baledón y luego por José Bolaños. La Tigresa escribió también Sin pelos en la lengua y A calzón amarrado. Al respecto afirma: "Si de algo me he reído en la vida es de mi misma. Hasta donde podemos llegar es a la muerte, no podemos dar otro paso. Quiero vivir hasta el momento que tenga esta vitalidad para ironizarme. Creo que por eso no me he relacionado profundamente con alguien del ambiente artístico, porque no me gusta la vida frívola en la que se desenvuelven; no comprendo esa vida". -¿Y qué hay de las relaciones con gente que decidía el destino del país? -Yo sólo quería aprender, porque creo que cada minuto en la vida de cada ser que tiene cabeza, debe ser un aprendizaje. La vida es hermosa si captas cada segundo de ésta. -Entonces, ¿qué la adentró a la política? -Las ganas de hacer algo diferente. -¿Cómo ve la ley indígena? -Muy mal. Fox ha sido un desencanto total; un chasco más que nos llevamos los mexicanos. Es un hombre débil, nada más está grandote. La altura que tiene es de idiotez crónica. No puede con el país. -Hábleme de su religión. -En religión soy como todos los humanos que en el momento del apuro se encomiendan. He leído de muchas religiones; ahora estoy con el Corán, está de moda. -¿Quién cree que sea el malo? -Indudablemente Bush. Feo y malo. Si hay alguien a quien le tengamos que poner cuernos es a él. Si hubiera sido hombre, creo que hubiera sido la primera terrorista.
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