029n1est ¤ Nerviosismo de dirigentes priístas ante la amenaza de movilizaciones del PRD Ante Fox, rindió protesta Manuel Andrade como gobernador de Tabasco ¤ El Presidente. ovacionado por los tricolores ¤ No inició el perredismo su "fase 2" ENRIQUE MENDEZ Y RENE LOPEZ ENVIADO Y CORREPONSAL Villahermosa, Tab., 31 de diciembre. El priísta Manuel Andrade Díaz rindió protesta como gobernador del estado, sin que el PRD iniciara la "fase 2" de su plan de resistencia civil escalonada. En su primer discurso, Andrade convocó a la "reconciliación permanente" y prometió que manejará los recursos públicos "con mano limpia". Como testigo de la ceremonia asistió el presidente Vicente Fox Quesada, a quien los priístas le agradecieron su presencia en el Congreso del estado con aplausos, incluso de la presidenta del PRI, Dulce María Sauri. La toma de protesta se realizó ante tres de los cuatro diputados de la Comisión Permanente de la 57 Legislatura y, como habían anticipado, las bancadas del PRD y PAN no asistieron. Y aunque el ex gobernador Roberto Madrazo Pintado no estuvo entre los invitados, sí acudieron los empresarios y políticos favorecidos durante su administración. Casi cuatro meses después de las elecciones extraordinarias para gobernador, Andrade finalmente entró a la Quinta Grijalva y al palacio de gobierno, acompañado de Fox Quesada, en medio de la expectación de las posibles movilizaciones del PRD que -se dijo- no serán inmediatas, sino de largo plazo. El nerviosismo de los priístas se reflejó en el refuerzo de la seguridad en la Plaza de Armas y en torno al edificio del Congreso, rodeado por el Estado Mayor Presidencial y policías, así como por grupos de choque comandados por el ex director de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez Requena. Entre los invitados estuvieron el empresario Manuel Ordóñez Galán, primo hermano de Madrazo Pintado, y a quien se le otorgó la concesión de la obra de la carretera Villahermosa-Agua Dulce; el ex secretario general del comité local del PRI, Adán Augusto López Hernández, cuya notaría tiene como sede la que fuera casa de Carlos Cabal Peniche y centro de operaciones de Madrazo en el proceso interno de 1999. También se vio muy fresco al empresario y ex gobernador de Quintana Roo, David Gustavo Gutiérrez Ruiz, quien financió parte de la campaña del ex candidato de la Alianza por Tabasco, César Raúl Ojeda Zubieta, y que antes de la elección extraordinaria de agosto pasado advirtió del riesgo de que Manuel Andrade llegara a la gubernatura porque, dijo, implicaría el inicio del regreso al poder del salinismo y el Grupo Atlacomulco. "Hay mafias políticas detrás de Manuel Andrade", dijo tres días antes de las elecciones, pero una vez que se declaró al priísta gobernador, se sumó a él, descalificó a Ojeda y hoy ahí estuvo en las galerías del Congreso como "invitado especial". Poco después de las 10 de la mañana llegó al aeropuerto de Villahermosa el presidente Fox, acompañado de su esposa Marta Sahagún. De la terminal aérea, el mandatario fue a la Quinta Grijalva, donde se reunió en privado con Andrade y el gobernador interino, Enrique Priego Oropeza, contra quien Ojeda presentará una demanda penal por el desvío de recursos para pagar la campaña en prensa del ahora ejecutivo estatal. De ahí, los tres se trasladaron a la sede del Congreso, a la que asistieron sólo 16 de los 31 diputados que integran la 57 Legislatura, mientras que de los gobernadores priístas sólo asistió el de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba. Durante su primer discurso como gobernador, Andrade dijo que él y Fox gobernarán los próximos cinco años "unidos y en concordancia" y planteó que de ser el "laboratorio político" de México, Tabasco debe ser ahora el "laboratorio del cambio y la transición". Se declaró un "producto generacional" y ofreció que en su administración el presupuesto público se manejará "con manos limpias", en momentos en que persiste la duda respecto del uso de recursos de dependencias estatales, autorizadas por Priego Oropeza, para el pago de inserciones en prensa y embutes a reporteros, corresponsales y columnistas. Como ha pregonado desde que el Instituto Electoral de Tabasco le entregó la constancia de mayoría, Andrade dijo que "los tiempos electorales quedaron atrás" y llamó a un proceso de "reconciliación" para que la política en el estado "deje de ser un problema". También prometió un gobierno de "tolerancia, como norma de conducta", tanto a las instituciones religiosas como a los medios de comunicación. "No existirá -afirmó- distingo por la crítica o el elogio". Sin embargo, desde el mismo 5 de agosto pasado se declaró enemigo del periódico local La Verdad del Sureste y amenazó con cerrar el rotativo una vez que asumiera el cargo. "La traigo casada con La Verdad del Sureste", ha dicho tanto en entrevistas de radio como en privado. Afirmó que Priego -quien intentará regresar como diputado federal de la 58 Legislatura- debe sentirse "orgulloso" de haber "cumplido su misión con limpieza y transparencia". Cerró su discurso con la insistencia de que debe dejarse atrás las rencillas por los resultados de la elección porque, de lo contrario, "la voz de los tabasqueños no será escuchada si no lo permiten los ruidos discordantes". Luego Fox lo acompañó al palacio de gobierno y los acarreados para vitorear a Andrade desde detrás de las vallas, en la plaza de armas, debieron esperar que el Presidente saliera del primer cuadro para poder regresar a sus comunidades. Incluso, un grupo estuvo a punto de derribar el retén del EMP, y esa actitud molestó a los oficiales del Ejército. -¿Vinieron de apoyo o a qué vinieron? -los increpó uno de los encargados de la seguridad del mandatario. -¡Pero no somos de tu propiedad, parecemos vacas! -le devolvieron.
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