Ť El mandatario argentino pide a bancos que paguen el lunes a jubilados y trabajadores

Dimite el gabinete de Rodríguez Saá en medio de la repulsa popular

Ť Eduardo Duhalde: la nueva moneda no se concretará; "nace tan devaluada que es imposible revivirla"

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 29 de diciembre. A menos de una semana de asumir, el gabinete en pleno presentó hoy su renuncia al presidente Adolfo Rodríguez Saá, interpretando la repulsa popular contra algunas figuras del mismo, que anoche llevó a la población de Buenos Aires y del interior del país a realizar un masivo cacerolazo.

Pero como forma de contribuir a la paz tras las manifestaciones de la víspera, durante las cuales 12 policías resultaron heridos y 13 personas fueron detenidas, el mandatario interino solicitó a los bancos del país que atiendan el lunes, en horarios especiales (de 8 a 20 horas), a jubilados y trabajadores con el fin de pagarles sus salarios.

Rodríguez Saá lamentó los graves hechos de anoche y pidió a la población que se pacifique. Mañana se reunirá con los gobernadores y podría reforzar un gabinete de crisis.

1.7 millones de cheques trabados

En el documento del gobierno, que decidió suspender sus actividades de agenda tras los hechos de violencia, se indicó que la solución a los problemas más urgentes están siendo analizados y que el objetivo es "atender las urgencias", para lo cual se "está trabajando intensamente" sin pérdida de tiempo.

Se estudiaba una acción rápida en torno a la situación del congelamiento de depósitos, ahorros y salarios, en una flexibilización que se espera como el agua, y otros anuncios que concreten algunas de las medidas adelantadas. En estos momentos hay un millón 700 mil cheques trabados, los pagos están frenados y todo esto paralizó el consumo interno.

La protesta de anoche es una segunda acción de resistencia civil, como la que el pasado 20 de diciembre obligó a la renuncia del gobierno de Fernando de la Rúa.

De hecho el cacerolazo, la pueblada o la revolución de las cacerolas con la presencia de miles de familias en la Plaza de Mayo que se lanzaron a las calles a la medianoche, logró al comenzar la madrugada la dimisión del ex alcalde de esta ciudad, Carlos Grosso, quien durante el primer gobierno de Carlos Menem debió dejar el cargo por denuncias públicas de corrupción.

Por eso parece sorprendente la acción de algunos jóvenes que no han sido identificados en una verdadera acción de provocación que causó severos disturbios y destrozos en el Congreso de la Nación, bancos y comercios. No obstante, hasta el momento no se sabe si el presidente interino tiene previsto aceptar la renuncia de algunos miembros de su gabinete.

La crisis sigue su curso, en este caso dinamizada por lo que el pueblo en la calle calificó de "la rebatiña del poder" que se desató en una interna justicialista, que ahora ha tomado conciencia que el rechazo y la furia popular alcanza a todos por igual.

La protesta tenía claros objetivos: demandar el retiro de personajes corruptos del gobierno, exigir una acción rápida para aliviar el corralito en que están encerrados millones de argentinos que no pueden acceder a sus fondos -lo que está causando un verdadero caos- y también la renuncia de la Corte Suprema, a la que acusan entre otras cosas de haber liberado a Menem, que se convirtió en el objeto de la protesta.

Pero el senador oficialista Eduardo Duhalde advirtió de los riesgos de una "guerra civil" tras el nuevo levantamiento, y advirtió que la nueva moneda, el argentino, no se concretará porque "nace tan devaluada que es imposible revivirla".

Duhalde atribuyó al renunciante presidente del Banco Nación, David Expósito, haberle dado un golpe definitivo al argentino con sus declaraciones a dos días de asumir, que advertían sobre un proyecto del gobierno de emitir, sin respaldo de reservas monetarias, el equivalente a 15 mil millones de pesos -igual en dólares- en la nueva moneda.

Para el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires y ex candidato presidencial, el gobierno tendrá que buscar alguna alternativa a la emisión de la nueva moneda para paliar la emergencia económica, además de que llamó a buscar soluciones al problema de los ahorristas que no pueden disponer libremente de sus fondos a causa de las restricciones impuestas desde el 3 de diciembre al retiro de efectivo.

Pero aunque el ministro de Trabajo, Oraldo Britos, admitió que los bancos no cuentan "con todos los fondos" en caso de que se levante la restricción que pesa sobre los depósitos, el presidente Rodríguez Saá pidió a los bancos del país que atiendan el lunes, en horarios especiales, a jubilados y trabajadores con el fin de pagarles sus salarios.

Ante este panorama, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, urgió nuevamente a su homólogo argentino a trabajar con las instituciones financieras internacionales para desarrollar un plan económico sustentable. Reiteró su deseo de apoyar a Argentina por conducto del Fondo Monetario Internacional (FMI), y otros organismos crediticios.

Pero el naufragio político se incrementó ayer cuando ya había llegado a la justicia electoral un pedido para que Rodríguez Saá continúe hasta 2003, y se suspendan las elecciones previstas para el próximo 3 de marzo.

El presidente provisional y los gobernadores justicialistas se declararon en favor de los comicios aprobados por la Asamblea Legislativa el 23 de diciembre, pero muchos estiman que habría serias razones -entre ellas la propia crisis- que indican la "irrealidad" de un proceso electoral.

La lucha de los gobernadores justicialistas con aspiraciones presidenciales volvió a desbordar el vaso, tanto como la liberación que dispuso un tribunal oral del ex ministro Erman González, el último hombre importante del menemismo que quedaba detenido por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador entre 1991 y 1995. Asimismo, la Corte debió actuar de urgencia para derogar una resolución judicial que permitió al juez Claudio Kipper retirar 200 mil dólares de su caja de ahorro del Banco Ciudad, al ganar un recurso de amparo.

El juez debió devolver el dinero al banco ante la posibilidad de que su acción solitaria desatara millones de demandas y más furia de la que se ha expresado hasta ahora.

Rigor, aconseja Piqué

Otro hecho fuerte es que la Cámara Nacional Electoral despojó de su banca de senador al socialista Alfredo Bravo, ahora en la nueva fuerza Alternativa para una República de Iguales (ARI) para entregarla a Gustavo Béliz de una lista del justicialismo en esta capital, lo que la diputada Elisa Carrió calificó de "usurpación".

El canciller de España, Josep Piqué, enviado de su país para transmitir la solidaridad de Madrid a Argentina, advirtió en declaraciones al diario Clarín que "se necesita un presidente con autoridad y tiempo por delante" y que para salir de esta crisis hace falta estabilidad política, económica, jurídica y social.

De regreso en su país, reiteró que el camino a seguir por Argentina debe ser de rigor y desaconsejó medidas inmediatas de carácter populista.

Los banqueros argentinos, enormemente beneficiados en estos años por el esquema económico, también expresaron sus temores por las medidas populistas y advirtieron que una nueva moneda debe tener por lo menos un límite de unos 4 mil millones para cubrir la dura caída de la recaudación.

Rodríguez Saá asumió el domingo pasado la Presidencia y, como primera medida, anunció que el país suspendería el pago de su deuda pública de 132 mil millones de dólares para utilizar esos recursos en la creación de empleos y la lucha contra la pobreza, en una de las más graves crisis sociales vividas aquí.