El Salón 21 se convirtió en un bar de Chicago durante algunas horas la noche del domingo pasado cuando el blues de Melvin Taylor, Big Time Sarah y Magic Slim cautivó a los cientos de asistentes, que ahora sí acudieron al llamado de la música que se creó en del río Mississippi. Primero fue el turno de Big Time Sarah, cuya sensual voz, corpulencia, movimientos pélvicos y equilibrio en el ritmo atrajeron la atención y unificaron los gritos del respetable que celebró cada una de sus canciones. Luego llegó al escenario Melvin Taylor, virtuoso guitarrista que invocó a Jimi Hendrix con un blues experimental, subió al público en una Gibson 346 y revivió a antiguos profetas, como Freddie King y Muddy Waters al interpretar Got my mojo working. Magic Slim remató con su tradicional estilo suave y cadencioso, propio de un maestro de la sincopa. Al final, en memorable jam session, los tres homenajearon a lo mejor de la música negra estadunidense con el clásico Sweet home Chicago. Un día antes en una presentación frente al público roquero asiduo al Tianguis del Chopo, Melvin Taylor ofreció un concierto ante más de 800 chavos quienes impactados por la intensidad del requinteo del músico guardaron respetuoso silencio, para pasar intempestivamente a los silbidos y aullidos de aceptación. Ahí los darketos, punketas, roqueros y skatos regresaron, sin querer, a su origen: el blues FOTO FRANCISCO OLVERA