Ť Ningún tenista va a surgir mientras no tenga hambre de triunfo, sostiene

Yolanda Ramírez, en lucha por la excelencia

Ť México, cada día más lejos de los exigentes niveles de competencia mundial

ABRIL DEL RIO

A casi 40 años de haber brillado como la tenista mexicana cuyos logros nadie ha igualado, Yolanda Ramírez Partida se mantiene en la lucha por la excelencia mundial y disfruta lo mismo las clases de deporte blanco que nunca ha dejado de impartir.

Residente en su natal Puebla, la legendaria jugadora, cuarta raqueta en el último Campeonato Mundial de Sudáfrica en la categoría de 65 y mayores, afirma que no ha perdido las esperanzas de que el tenis mexicano resurja, pero se muestra consciente de que cada día se encuentra más lejos de los exigentes niveles de competencia alcanzados en los circuitos mundiales.

"El deportista es el primero que tiene que querer ser. Con los años he meditado y llegué a la conclusión de que ningún tenista surgirá mientras no tenga un poquito de hambre, no de comida, sino de triunfo, porque los niños y niñas que ahora juegan pertenecen a buenos clubes, tienen dinero, todo resuelto, así es muy difícil."

Así se expresa a este diario la jugadora, quien al igual que las otras dos grandes figuras del tenis mexicano, Rafael Osuna y Raúl Ramírez, brillaron en el deporte blanco sin provenir de familias acaudaladas.

Desde la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Sao Paulo 63, que marcó su retiro de la categoría abierta, Yolanda Ramírez se ha dedicado a compartir conocimientos con niños y personas de todas las edades.

Como entrenadora se ha enfrentado a la técnica que escapa al grueso de los instructores en México, pues sostiene que "mientras los padres de familia no hagan el sacrificio de desprenderse de sus hijos para que se dediquen de lleno a tantas horas de gimnasio y práctica que exige el tenis actual, no podrán llegar lejos".

Placas de Yolanda Ramírez pueden apreciarse en el Salón de la Fama de Roland Garros, donde en 1960 fue finalista y campeona de mixtos al lado de Billy Knight; en 1958 se coronó en dobles junto con Rosa María Reyes, hoy jugadora por Francia.

También es apreciada en el Salón de la Fama del Abierto de Australia, en el que fue finalista en singles y dobles en 1962, entre múltiples logros, lo mismo en Mónaco que en el Abierto de Estados Unidos, así como en diversas justas de ciclo olímpico.

Volvió a los torneos

Después de un largo retiro, más de 30 años dedicada a la docencia del tenis, decidió retornar a la competencia en el Mundial Master de Barcelona 99, en el que ocupó el octavo puesto. No obstante, su ascenso lo marcan los cuartos lugares en que se ubicó en las ediciones de Sudáfrica 2000 y Australia 2001.

-ƑCómo se desempeña ahora en los torneos?

-La competencia es difícil porque estamos en las mismas condiciones, nos duele todo, desde las rodillas hasta el codo.

-ƑY el ánimo?

-Muy bueno siempre, sobre todo porque todas (las rivales en mundiales) jugamos una competencia mucho más leal, como se jugaba antes. Ahora implica más velocidad, exige muchas horas de gimnasio.

"Y es donde siento precisamente que México se ha quedado atrás en la competencia que ha crecido en todo el mundo. Este problema tiene muchos años porque los niños que se perfilan como campeones ya deberían estar dedicados en pleno."

-ƑCómo lo logró en sus tiempos?

-Pues ya ve. Mis padres, que no les importó lo que dijeran sus familias, nos mandaron a los torneos, con sacrificios. Primero a mi hermana Melita y luego a mí. Ellos querían que sus hijas probaran porque era lo que nos gustaba. Eso es lo importante: tiene que gustar y no jugar para complacer al papá o a la mamá para ser lo que ellos no fueron.

-ƑCómo vislumbra el panorama actual del tenis femenil?

-Por ahí surgió Angélica Gavaldón. Ahora el tenis es más exigente, pero también por eso implica un poquito de sacrificio, además porque el físico del mexicano no ayuda mucho, pero si se detecta un talento hay que aprovecharlo, hay que jugársela.

-ƑEn México es mejor el nivel de veteranos que el de jóvenes?

-Es increíble que seamos los únicos que estamos dando triunfos a México. Quiere decir que somos más disciplinados.

Yola Ramírez afirma que no cuenta con recursos para asistir a numerosos torneos y mantenerse en la competencia con las europeas y asiáticas de su categoría. "Mi esposo y yo vivimos de nuestro trabajo".