México, más resistente ante la crisis; retendrá confianza de inversionistas

NOTIMEX

Washington, 16 de diciembre. La economía mexicana muestra una mayor resistencia que la que tuvo frente a otras crisis, por lo que las perspectivas para 2002 son más favorables, aunque inevitablemente la desaceleración de Estados Unidos le afectará, según las estimaciones realizadas en semanas recientes por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

En sus evaluaciones sobre el comportamiento de la economía mexicana para éste y el próximo año, el BM ha indicado que pese a un menor crecimiento en 2001, México retendrá la confianza de los inversionistas extranjeros.

Por ello, anticipó que el país mantendrá su posición como uno de los mercados mundiales más atractivos para los flujos de capital extranjero en los próximos tres años.

Hans Timmer, economista del Departamento de Investigaciones del banco, consideró que en el plazo inmediato las proyecciones mexicanas estarán dominadas de manera clara por una baja demanda de sus socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Agregó que al igual que el resto de los países de la región, México se verá afectado por el fuerte impacto en las exportaciones debido a la desaceleración estadunidense, así como el relajamiento en los precios de algunos productos industriales.

Destacó que ''México se perfila como el país más afectado por esta baja en el crecimiento de la economía de Estados Unidos'', lo cual tendrá un inevitable impacto en el crecimiento del producto interno bruto (PIB) para el presente año.

En tanto, el director de investigaciones del FMI, Michael Mussa, dijo semanas atrás que en general la situación fiscal que guarda el gobierno mexicano se mantiene como buena y ''creemos que podría consolidarse más con las reformas adicionales pendientes''.

Mussa recordó que desde la crisis de 1994 y 1995, México ha logrado progresos sustanciales para manejar varios problemas que empeoraron como consecuencia de esa situación.

Destacó que la fortaleza de la posición fiscal del gobierno es fuerte, lo cual, asociado con los hasta ahora favorables antecedentes de su política económica, mantienen la confianza en su capacidad para enfrentar situaciones externas.

Tanto Mussa como otros analistas económicos han señalado que, después de haber registrado tasas de crecimiento de hasta 7 por ciento durante 1999, la baja en el crecimiento de la economía mexicana es hasta cierto grado algo que se anticipaba y que de algún modo resulta conveniente, en particular por los riesgos inflacionarios de mantener tasas de crecimiento altas.

Claudio Loser, jefe del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, consideró que el hecho de que el peso haya ganado terreno frente al dólar este año es resultado en gran medida de la buena política monetaria que el gobierno mexicano ha mantenido.