008n1pol
Ť Zacatecas, Durango y Michoacán, principales
exportadores de mano de obra
El fenómeno migratorio se extiende por todo
el país
Ť Conapo recomienda poner freno a los abusos de empresas
de traslado de divisas
ALONSO URRUTIA
El fenómeno migratorio en México se expande
a casi todo el país.
Según los datos oficiales más recientes,
96.2 por ciento de los municipios a lo largo del territorio nacional presentan
algún tipo de "intensidad migratoria" hacia Estados Unidos.
A ello debe añadirse que en las entidades con alta
intensidad migratoria y una histórica expulsión poblacional
el fenómeno se ha incrementado aún más. Es así
que en estados como Zacatecas, Durango, Aguascalientes y Michoacán
entre 60 y 70 por ciento de sus municipios presentan tasas de migración
calificadas de muy altas y altas.
En contraste, las divisas enviadas por los connacionales
-alcanzaron 6 mil millones de dólares- contribuyeron el año
2000 a abatir el déficit de la balanza de pagos del país
en 27 por ciento.
En
ese año el promedio diario de ingreso de divisas se ubicaba en 17
millones de dólares.
De acuerdo con el más reciente estudio del Consejo
Nacional de Población (Conapo) sobre el fenómeno -noviembre
de 2001-, en la actualidad sólo 93 de los 2 mil 443 municipios en
el país registran "nula intensidad migratoria hacia Estados Unidos".
La mayor parte de esas localidades que no tienen registro
alguno de migrantes se ubican en los estados fronterizos del sur.
Actualmente 2 mil 350 municipios presentan algún
grado de expulsión poblacional hacia Estados Unidos. Así,
en 461 -alrededor de 20 por ciento del total- se da un fenómeno
muy intenso de migración hacia el norte.
Otros 408 municipios -16 por ciento- presentan un nivel
de intensidad migratoria definido por el Conapo como medio, en tanto que
mil 481 -64 por ciento- registran baja migración
El análisis del Conapo hace énfasis en los
estados tradicionalmente expulsores de mano de obra a Estados Unidos, refiriendo
que Durango y Zacatecas son las entidades donde el problema afecta con
gran intensidad a más de 70 por ciento de sus municipios. Le siguen,
en orden descendiente: Aguascalientes, con 63.6 por ciento; Michoacán,
61.9 por ciento; Jalisco, 58.8 por ciento, y Guanajuato 56.5 por ciento.
Sin embargo, hay otras regiones donde el problema es similar
al de estas entidades tradicionalmente expulsoras de mano de obra. Es el
caso del corredor de municipios ubicado en el sur del estado de México
y Morelos; la parte norte de Guerrero; el sureste de Puebla, y la zona
de la Mixteca en Oaxaca, Guerrero y Puebla.
Otras regiones, como el centro de Oaxaca y el centro-sur
de Veracruz, han intensificado de manera importante su migración
a Estados Unidos.
La cuestión económica
La expansión del fenómeno migratorio tiene
también su vertiente económica. En los últimos ocho
años el número de hogares mexicanos dependientes en gran
medida de las remesas del exterior se elevó más de 100 por
ciento, al pasar de 600 mil familias a 1.25 millones.
"Los hogares receptores de remesas -subraya Conapo- mantienen
un alto grado de dependencia de dólares del exterior, ya que un
elevado porcentaje no tiene otras fuentes de ingreso. Esta característica
contribuye a limitar la inversión en algún proceso productivo,
dada la imperiosa necesidad de satisfacer el consumo básico."
El análisis señala que esta situación
tiene manifestaciones claras: alrededor de 40 por ciento de estos hogares
es altamente vulnerable ante la interrupción del flujo de remesas,
ya que constituye su única fuente de ingresos.
A ello se añaden otras características,
como el hecho de que en 20 por ciento de las familias dependientes de las
divisas el jefe del hogar está ausente; 27 por ciento de las casas
tiene jefatura femenina.
Sin embargo, en el estudio se cuestiona el hecho de que
aun cuando es evidente la creciente importancia de las remesas para el
país, haya una "ausencia de políticas gubernamentales que
atraigan e incentiven el envío de esas divisas.
"Este terreno es uno de los más propicios para
la intervención creativa de la sociedad y el gobierno, ya que somos
el principal país receptor de divisas por concepto de remesas."
Uno de los puntos más cuestionables son las condiciones
tan adversas que tienen los migrantes para enviar su dinero, en términos
de que un porcentaje relevante se queda con las empresas dedicadas al traslado
de dólares, pues existe una doble ganancia: las elevadas comisiones
que cobran y la manipulación del tipo de cambio.
A esta situación se añade una excesiva dispersión
de los recursos enviados, lo que impide impulsar proyectos productivos,
o bien la escasa capacitación "empresarial" entre migrantes y ex
migrantes que les permita tener una visión más diversificada
del uso que le pueden dar al dinero.
En la actualidad las inversiones que ocasionalmente llegan
a realizar algunas familias tienen "baja rentabilidad", pues se trata de
proyectos concebidos "en un horizonte de corto plazo, con dificultades
de comercializacióny serias limitaciones de acceso al crédito".
Asimismo se ha detectado que entre los migrantes existe
poca confianza en la estabilidad macroeconómica y la paridad cambiaria
en el país. Existe recelo respecto del desempeño del gobierno
y la eficiencia de las políticas públicas en apoyo a la pequeña
y mediana empresas.
A manera de conclusión, Conapo sugiere la necesidad
de aplicar diversas acciones que favorezcan un mejor aprovechamiento de
las divisas enviadas, a partir de acciones básicas, como alentar
una mayor competencia entre las empresas dedicadas a la transferencia de
dinero, con el fin de reducir los márgenes de abuso a los migrantes.
De igual forma, buscar esquemas de apoyo fiscal que alienten
la utilización productiva de las divisas enviadas buscando conformar
esquemas asociativos de proyectos que podrían estar encadenados,
entre otras acciones.
|